10 comentarios en “El «Coronacuento» en Diciembre 2021 y en Memes

  1. Epifanio

    Viendo lo que está ocurriendo con los Borbones en España…, y dándonos ya cuenta que esto no parece que vaya a cambiar.

    A efectos de buscar soluciones en lo insolucionable, uno se fija que en España los Borbones son reyes, mientras que en otro sitios cómo Japón, son o eran emperadores y dioses (también pasaba en Egipto, Mesopotamia, etc.) y no vulgares cosas cómo ser «eméritos»….

    En este sentido, ¿no nos estaremos equivocando de dirección y en vez de seguir siempre diciendo memeces cómo «TODOS SOMOS IGUALES ANTE LA LEY…»…, que ya no hay nadie que se crea, no sería mejor decir que el rey de España y su entorno, son Dios…?.

    Pero no me refiero a enviados de Dios (cómo los profetas), ni a la máxima autoridad elegida por Dios (en plan Papa o los reyes protestantes, cabezas de sus iglesias nacionales), ni a dirigentes por la gracia de Dios (como se decían de sí mismos, que eran los reyes absolutistas o dictadores cómo Franco), ni siquiera «un dios» cómo los faraones o el emperador de Japón.

    No…, lo que deberían decir o se debería reconocer en la constitución, es que el rey de España es Dios…, el único Dios…, es decir en plan Jesucristo o mucho pero que mucho más…, incluso con pena de muerte a quienes se atrevan a hablar más del rey (su entorno podría ser también Dios en plan «Trinidad» osea, «tres en uno»).

    Desde luego que este pequeño cambio en cuanto a la naturaleza «divina»…, nos permitiría dar un tratamiento adecuado a nuestra «divinidad» (rey) y sus «problemas» y todos contentos ¿no?.

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    1. Rigodoom

      Sobre lo dicho de que Juan Carlos I es Dios y la casa real española un tipo de divinidades…, en el pasado, la palabra rey y la palabra Dios era lo mismo ( Dios viviente y faraón son ejemplos) Ellos se consideran Dios, incluso el papa se cree Dios ( Pues ocupa su sillón)
      El rey es educado bajo un concepto que nosotros nunca entendemos, es el dios que reencarna en su hijo y reina para siempre…
      Sino entendéis eso no entenderéis la monarquía en ningún país.

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  2. Enrique

    Sostres (y no es el único, con estos argumentos…) defiende a Juan Carlos I: «La Monarquía es un don, una encarnación Divina». «Es estúpido juzgar a los Monarcas con criterios terrenales, no sirve de nada», ha asegurado.

    https://www.elplural.com/comunicacion/protagonistas/sostres-defiende-juan-carlos-i-monarquia-don-encarnacion-divina_245618102

    El columnista de ABC Salvador Sostres.

    El periodista de ABC, Salvador Sostres, ha salido en defensa de Juan Carlos I tras abandonar España en su columna de opinión. El escritor ha asegurado que «la Monarquía es un don, una encarnación Divina».

    «Los Reyes, como lo Pápas, no tienen que ver con los hombres sino con Dios. Es estúpido juzgar a los Monarcas con criterios terrenales y no sirve de nada», ha señalado.

    Sostres asegura que la Monarquía «no está sujeta a las leyes que los hombres nos hemos dado». «Un Rey no nos representa a nosotros sino a Dios», ha razonado.

    En su total defensa a Juan Carlos I, el periodista apunta que «su idioma es el de la eternidad y es nuestra tarea de mortales tratar con devoción de traducirlo».

    «Está fuera de lugar que los que se llaman a sí mismos monárquicos pretendan hacerse los íntegros con su invertebrada lista de reproches», ha asegurado Sostres.

    Tal y como asegura el periodista de ABC, «a un Rey se le defiende con el furor de los siglos, con las catedrales, con la sangre derramada en las batallas». «No es serio cuestionar a un Rey por los regalos de un amigo o por los chismes de una cortesana», explica.

    Tras sus palabras, algunos usuarios de Twitter han criticado su columna de opinión tildándolo de «periodismo lacayo».

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  3. Willfred

    Bases del Derecho Divino de los Reyes (leyes, costumbres y religión).

    La Constitución española de 1978.

    Título II. De la Corona.

    Artículo 56.3. La persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad. Sus actos estarán siempre refrendados en la forma establecida en el artículo 64 (de los actos del Rey serán responsables las personas que los refrenden, que suelen ser políticos generalmente…), careciendo de validez sin dicho refrendo, salvo lo dispuesto en el artículo 65.2 (nombramientos de miembros de la Casa Real).

    https://es.wikipedia.org/wiki/Derecho_divino_de_los_reyes

    El Pensamiento Cristiano justificó la sumisión a la Monarquía haciendo referencia a lo siguiente:

    1. El Antiguo Testamento, en el que Dios eligió Reyes para gobernar sobre Israel, comenzando con Saúl, quien luego fue rechazado por Dios a favor de David, cuya dinastía continuó (al menos en el reino del sur) hasta el cautiverio de Babilonia.

    2. El Nuevo Testamento, en el que, considerado por la Iglesia Católica, el primer Papa, San Pedro, ordena que todos los Cristianos honren al Emperador Romano, aunque, en ese momento, todavía era un Emperador pagano. San Pablo estuvo de acuerdo con San Pedro en que los súbditos deben ser obedientes a los Poderes establecidos porque son designados por Dios, como escribió en su Epístola a los Romanos. Asimismo, Jesucristo proclama en el Evangelio de Mateo que se debe «dar al César lo que es del César»; eso es, al principio, literalmente, el pago de impuestos que obliga a quienes usan la moneda imperial. Jesús le dijo a Poncio Pilato que su autoridad como gobernador romano de Judea venía del Cielo según Juan 19: 10-11.

    3. El respaldo de los Papas y la Iglesia Católica de la línea de Emperadores comenzando con los Emperadores Constantino y Teodosio , más tarde los Emperadores romanos de Oriente, y finalmente el Emperador de Occidente, Carlomagno y sus sucesores, los Emperadores Católicos del Sacro Imperio Romano Germánico.

    San Agustín dejó aportes en su De Civitate Dei , dentro del contexto del Imperio Romano recientemente convertido que se encontraba en serias dificultades políticas y militares. Si bien la «Ciudad de los hombres» y la «Ciudad de Dios» podrían tener diferentes propósitos, ambas fueron establecidas por Dios y sirvieron a su última voluntad. Aunque la «Ciudad del Hombre», el mundo del poder secular, puede parecer impío y gobernado por pecadores, fue colocada en la Tierra para proteger la «Ciudad de Dios». De modo que, los Monarcas habían sido colocados en su Trono para los propósitos de Dios, y cuestionar su autoridad equivalía a cuestionar la de Dios.

    Tomás de Aquino consideraba la posibilidad de deposición del Rey, e incluso del regicidio como tiranicidio cuando el Rey era un usurpador, y por tanto no un verdadero Rey, pero prohibía, como hacía la Iglesia, que ningún Rey legítimo fuera depuesto por sus súbditos. El único Poder en la Tierra capaz de deponer a un Rey era el Papa, como Vicario de Cristo. El razonamiento era impecable: si un súbdito pudiera deponer a su Superior por alguna mala ley ¿Quién sería el que pudiera juzgar que tal ley es mala? Si el súbdito pudiera juzgar a su propio superior entonces cualquier autoridad Superior legítima podría ser depuesta por el juicio arbitrario de un inferior y entonces toda Ley estaría constantemente cuestionada.

    El Rey Ungido era, dentro de su reino, el Vicario acreditado de Dios para propósitos seculares.

    Las bases Bíblicas del Derecho Divino de los Reyes provienen en parte de la Epístola a los Romanos (13, 1–2), donde se dice:

    Sométase toda persona a las Autoridades Superiores; porque no hay Autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas. De modo que quien se opone a la Autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos.

    Dicho pasaje de las Escrituras que apoya la idea del Derecho Divino de los Reyes fue utilizado por Martín Lutero , cuando instó a las Autoridades seculares a aplastar la rebelión campesina de 1.525 en Alemania en su obra “Contra los campesinos asaltantes y asesinos”.

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