Toda la Verdad sobre la Marihuana: cañamo versus madera

Marihuana: El gran engaño.

cogollo Una de las características de nuestra especie es que sus individuos somos fácilmente manipulables, ingenuos e incautos. Si bien es cierto que en muchas ocasiones actuamos con excesivas precauciones en el trato con nuestros semejantes, somos muy confiados con otros asuntos que afectan, a veces de forma que no alcanzamos ni a sospechar, a nuestra existencia. Hay libertades que no pueden ser otorgadas o conquistadas a medias, y el derecho al propio cuerpo forma parte del derecho mismo a la existencia. Haga cada cual lo que quiera con su cuerpo mientras no dañe o perjudique a los demás. Personalmente siempre preferiré un jerez o un té verde a un porro, pero sobre gustos no hay nada escrito, aunque siempre habrá quien necesite imponer su verdad. Creerse en posesión de la verdad, la gran prueba de estupidez humana.

La triste historia de esa planta que llamamos cáñamo o marihuana puede ser ejemplo tanto de engaño como de ingenuidad humana. Llevaría horas resumir los usos que las diferentes sociedades humanas han dado al cáñamo desde hace no siglos, sino milenios. Asombra comprobar que ha sido uno de los vegetales más extendidos y utilizados: para uso textil, pocos jóvenes saben que los primeros pantalones vaqueros estaban confeccionados con cáñamo, mucho más resistente que los actuales de algodón; sogas y cuerdas de todo tipo, velas de barcos, cestos, etc. etc. También tuvo usos medicinales, reflejados en innumerables textos a lo largo de los siglos. Los recientes descubrimientos acerca de sus efectos beneficiosos para pacientes sometidos a quimioterapia no son más que una de las tantas utilidades que el ser humano le ha encontrado a esta planta. Su uso lúdico como droga, utilizado para producir una especie de borrachera leve, no ha sido, desde luego, el principal, aunque se le dio especial importancia en algunas culturas para actos sacramentales como medio de comunicación con sus dioses, de forma muy parecida a como nosotros usamos otra droga, el vino, en la misa. ¿Qué ocurrió, entonces el siglo pasado para que esta planta tan aparentemente útil fuera prohibida de repente en Estados Unidos y luego en el resto del mundo?
Es aquí donde nos encontramos con un ejemplo típico de candidez de las sociedades humanas, de manipulación y de, también hay que decirlo, lucrativo negocio al estilo americano.

En los años treinta el papel se obtenía industrialmente de dos fuentes: del cáñamo, que daba lugar a un papel de excelente calidad, sumamente ecológico y que tenía como único inconveniente que requería mucha mano de obra para el cuidado de la planta, y de la madera, sistema que aún se sigue utilizando hoy en día y que, como todos sabemos, además de provocar una grave deforestación, da lugar a una de las industrias más contaminantes. Los años treinta, como prácticamente todo el siglo pasado, fue una época de inventos en todas las áreas, y entre las innumerables máquinas que se crearon y que hicieron menos duras las labores agrícolas se encontraba el descortezador mecánico. Con este aparato la obtención de papel a partir del cáñamo pasaba a ser no solo el sistema más ecológico, sino también el más rentable.

William_Randolph_Hearst¿Por qué entonces en esa misma época se prohibió el cáñamo en vez de aumentar su producción?
Llegados a este punto entran en escena tres personajes: el primero es William Randolph Hearst, el hombre más rico del mundo en su época. Hearst era propietario de una importante cadena de periódicos en Estados Unidos y como sus empresas consumían grandes cantidades de papel, pensó que podría reducir costes si él mismo compraba los aserraderos y demás empresas relacionadas con la producción de papel, y así lo hizo, invirtiendo en ello enormes sumas de dinero. Pero en 1935, con el invento del descortezador mecánico antes mencionado, mientras miles de familias de agricultores soñaban con un futuro mejor, Hearst se preocupaba por los aserraderos y fábricas procesadoras de pasta de papel que había comprado, condenadas a una ruina inminente. Pero lejos de resignarse y admitir que seguiría siendo multimillonario pero vería su fortuna reducida en parte, decidió que tenía que haber alguna forma de vencer a su nuevo enemigo, esa planta que daba papel de mejor calidad, más barato y sin apenas usar productos químicos en su elaboración. Y utilizó para ello su mejor arma: la manipulación informativa a través de los periódicos de su propiedad. Inició una campaña en la que presentaba al cáñamo, la marihuana, como el origen de todos los males: delitos, violencia, etc. Hearst nunca incluyó en los artículos de sus periódicos ni un sólo informe médico o científico de los cientos que entonces ya existían porque todos ellos decían claramente que no se trataba de una planta peligrosa y que tenía, en cambio muchas cualidades positivas, tanto medicinales como de uso industrial. A pesar de ello, millones de americanos le creyeron y empezaron a ver un enemigo en una de las plantas más útiles al ser humano y que era también, entre decenas de usos, fumada por quien le apeteciera, como lo habían hecho, entre otros muchos, los serios y respetables presidentes George Washington o Tomas Jefferson, ambos conocidos y declarados cultivadores y consumidores de marihuana .

Pero no era suficiente tener a la opinión pública de su lado para conseguir prohibir un cultivo tan beneficioso, Hearst necesitaba algún cómplice poderoso, y aquí entra en escena el segundo personaje: la empresa petroquímica Dupont, que ya entonces contaba con plantas de producción distribuidas por toda América. Esta empresa también tenía sus razones para combatir a esa planta que se empeñaba en seguir siendo tan incómodamente útil: por una parte Dupont tenía la patente del ácido sulfúrico, muy contaminante pero utilizado en grandes cantidades en el procesamiento de la pasta de papel obtenida de la madera, con lo que Hearst era uno de sus mejores clientes. Por otra parte, Dupont acababa de desarrollar dos fibras artificiales, el rayón y el nylon, que encontraban en el cáñamo a un ecológico e incómodo competidor. Los intereses de las empresas de Hearst y las de Dupont coincidían plenamente. Dupont tenía contactos en las altas esferas de la política y las finanzas americanas, entre ellos Andrew Mellon, que era presidente del Mellon Bank, el principal proveedor de recursos financieros de Dupont.

Harry_Jacob_AnslingerLa sobrina de Mellon estaba casada con nuestro tercer personaje, Harry Anslinger, comisionado del Departamento Federal de Narcóticos, un individuo que ha pasado a la historia vinculado a varios asuntos turbios que no vienen al caso. Este fue el político ruidoso y tenaz que defendería los intereses de Hearst y Dupont, enarbolando la bandera de la moral, el patriotismo y las buenas costumbres. Dio en el congreso encendidos discursos contra el cáñamo, pero nunca pudo presentar una prueba o un sólo estudio científico que apoyara su tesis. Repitió una y otra vez que era una droga terrible que provocaba agresividad y que debía ser prohibida. Cuando le presentaron informes médicos que decían que era imposible que tal planta provocara agresividad, sino justamente lo contrario, dijo entonces era una planta antipatriótica, pues no permitiría tener buenos soldados.

Así, el trío Anslinger-Dupont-Hearst consiguió que en 1937 el cáñamo fuera prohibido en Estados Unidos. A partir de ahí se produjo un efecto dominó que haría que la planta acabara, tras miles de años de convivencia pacífica con el ser humano, prohibida en prácticamente todo el mundo. Si algún país quería tener buenas relaciones con Estados Unidos tenía que incluir tan extraña prohibición entre sus leyes, arruinando a miles de familias de agricultores y obligándose a producir o comprar productos más caros y contaminantes.

Esa es la triste historia de esta planta y la campaña de difamación que se desató contra ella ¿Estuvieron equivocados los griegos, romanos, persas, hindúes, chinos, y tantas otras ricas culturas que la utilizaron o somos nosotros, que vivimos en este extraño tiempo de prohibición los engañados?.
Es difícil calcular cuantos cientos de miles de hectáreas de bosques en todo el mundo no habrían sido destruidos de no haber seguido la historia tan retorcido camino, de no haber prevalecido los intereses mezquinos de un pequeño grupo de hombres sobre los del resto de la humanidad.

Pero posiblemente, y a pesar de que estos son datos conocidos y fácilmente comprobables hoy en día, la prohibición continuará durante quien sabe cuantos años más, porque le proporciona un lucrativo negocio a políticos corruptos y a las mafias de todo el mundo, porque los enormes gastos de su prohibición y las consecuencias negativas de la misma las pagamos nosotros con nuestros impuestos mientras algunas empresas farmacéuticas, como Eli Lilly, de la que fue director George Bush padre, tienen el multimillonario negocio de las patentes por la producción sintética de los principios activos del cáñamo, principios que forman parte fundamental de muchas medicinas. Este negocio se vendría abajo si esos principios se obtuvieran de forma natural de la planta en vez de sintetizarlos. Pero somos ingenuos, absurdamente incautos, y a pesar de que hoy día tenemos todos estos datos a nuestra disposición, sigue pesando más sobre todas las sociedades del mundo el engaño a que sometieron a nuestros abuelos un grupo de sinvergüenzas codiciosos hace seis décadas.

Si fuéramos algo más cautos, un poco más desconfiados, investigaríamos el origen de hechos y costumbres que damos por buenos sólo porque nos han acostumbrado a ellos desde niños, indagaríamos sobre el origen de la clase política antes de votarles o, mejor aún, exigiríamos que nos consultaran antes de hacer las leyes que van a condicionar nuestra vida; averiguaríamos cual fue el verdadero origen de cada guerra, el de cada religión, y llegaríamos a cuestionarnos incluso pequeñas costumbres cotidianas como taladrar las orejas de nuestras hijas para colgarles un adorno, mientras miramos con soberbia a otras culturas que consideramos menos desarrolladas porque taladran la nariz de sus niños. Posiblemente si hiciéramos eso ya no moriría ningún joven por las drogas adulteradas que les venden las mafias, posiblemente se acabarían todas las guerras en unos pocos años y con ellas tantos negocios de muerte. Pero ese sería otro mundo, un mundo que, tal vez porque soy humano y por tanto de naturaleza absurdamente ingenua, creo que, algún día, y a pesar de todo, llegará a ser realidad.

La intervención del empresario William Randolph Hearst fue decisiva. Hearst era propietario de la mayor cadena de periódicos y por tanto debía su imperio a la industria papelera. En aquellos años el papel se producía a partir del cultivo del cáñamo, el cual precisaba de una serie de gastos por mano de obra bastante elevados, con lo que se busca algún tipo de materia prima más barata y que por lo tanto dejase un mayor beneficio. El cambio de papel de cáñamo al de madera fue una jugada de intereses económicos en la Hearst, propietario de grandes serrerías, iba a ser el gran beneficiario. Sin embargo, la invención de la descortezadora mecánica creó nuevas expectativas entre los agricultores, que vieron como la tarea más costosa y dura del cultivo de cáñamo podría ser abaratada con el consiguiente aumento de su producción.

El cuarto poder

William Hearst no podía dejar que su imperio periodístico y maderero se fuera a pique, por lo que ideó una estrategia de contraataque.

El San Francisco Examiner era en aquellos días el periódico estrella del holding Hearst. Sus editoriales y reportajes moldearon la opinión pública estadounidense. A través de sus páginas se gestó una de las mayores conspiraciones de poder llevadas a cabo por el sector privado.

Desde las máquinas de escribir de las redacciones del diario se elaboró una campaña de desinformación hacia la marihuana de un calibre nunca alcanzado hasta entonces. En pocos meses la sociedad comenzó a ver en el cannabis al mismo diablo, el culpable de la delincuencia, la pérdida de valores y de todos los supuestos males que tenían como base los prejuicios raciales. Pero solamente con la mala prensa no se erradicaba al enemigo. Había que desterrar su cultivo para siempre y se necesitaban aliados. Dupont, la poderosa empresa química a la que pertenecían las patentes de nylon y el rayón, fibras sintéticas que podrían sustituir al cáñamo, fue la escogida. Una alianza que fue primordial en este proceso.

El eje Dupont-Hearst funcionó a la perfección gracias a uno de los contactos que el primero tenía en el congreso, el entonces Director de Narcóticos estadounidenses, Ansloinger. Los artículos publicados por la cadena Hearst fueron leídos ante el Congreso. Escritos sensacionalistas en los que se achacaba a la marihuana todos los males del pueblo de los años treinta. Haciendo caso omiso a diferentes informes que reivindicaban los beneficios del cáñamo, se promulgó la Marijuana Tax Act, quedando penalizado su cultivo y consumo.

Farmacéuticas manos negras.
Pero si ya es truculenta la historia de la censura del cáñamo y sus derivados, se podría calificar de escandaloso el negocio que ha supuesto para varias empresas farmacéuticas. Este es el caso, por ejemplo, de la multinacional Eli Lilly, propietaria de patentes sobre diferentes derivados sintéticos de los principios activos del cannabis y que basa su negocio, entre otros conocidos medicamentos, en un producto llamado Darvon. Curiosamente esta empresa fue dirigida desde 1977 a 1979 por George Bush, encarnizado enemigo de la legalización de la marihuana.

La supuesta mano negra que manejaría los hilos de esta conspiración habría que buscarla en las más altas esferas, concretamente en la propia Organización Mundial de la Salud que estaría siendo dirigida indirectamente por asociaciones y organismos paralelos que influirían sobre cualquier tipo de resolución y actitud a favor o en contra del cannabis. El departamento que estudia y se responsabiliza de determinar si una sustancia debe someterse al control internacional es la Comisión de Expertos en Drogas Activas. Los responsables de esta organización son designados por los ministerios de sanidad de cada país de la OMS los cuales no son elegidos a dedo. Esta comisión de expertos es la culpable de que se hubiera distorsionado la verdad en varias ocasiones. La última en 1995 cuando la OMS ocultó un informe en el que el cannabis era comparado con el alcohol y el tabaco. Las conclusiones de dicho informe afirmaban que estos últimos eran más perjudiciales para la salud que la marihuana. Diversas filtraciones de la OMS hicieron que este informe viera la luz pública, destapando las presiones que provenientes del Instituto Nacional de Abuso de Drogas de las Naciones Unidas habían hecho para no alterar el concepto que existe en la sociedad actual de la marihuana y así seguir enriqueciéndose con las patentes. Información ocultada, manipulada y la existencia de posibles sobornos es lo que se podría deducir de los responsables de la OMS que han acabado siendo altos cargos de dichas empresas como son los casos de Hans Halbach, ex director de la Unidad de Drogodependencia de la OMS y que fue reclutado en la empresa suiza Hoffman La Roche; el antiguo responsable de la División de Narcóticos de las Naciones Unidas, Gilbert Yates, nombrado Director de las Industrias Farmacéuticas Británicas o el ex secretario de la Junta Internacional de Control de Narcóticos que acabó convirtiéndose en un empleado más de la Asociación Americana de Fabricantes Farmacéuticos.

Un rosario de intereses creados en torno a los miles de millones de dólares que genera el cáñamo que día a día están viéndose acorralados a los prestigiosos estudios científicos que se están realizando y que ponen en duda los argumentos aducidos para su ilegalidad.
En el mes de enero de 1998, el Ministerio de Sanidad francés encargaba a su secretario Bernard Koucher un exhaustivo informe sobre la peligrosidad del cannabis. El estudio científico fue dirigido por Bernard Roques y una comisión de once miembros y siete asesores externos entre los que se encontraba el Dr. José M. Palacios. Durante cinco meses estudiaron los diferentes peligros de diferentes drogas debido al aumento de alcohólicos en Francia.

Los resultados de la investigación llegaban de nuevo a una conclusión ya conocida: esta sustancia en comparación con otro tipo de drogas como el tabaco y el alcohol es mucho menos nociva.

No podemos ni queremos valorar si el cannabis debe ser o no legalizado, pero no podemos dejar de denunciar a la opinión pública los beneficios económicos que podrían estar acumulando los poderes ocultos que nos gobiernan.

http://www.proyectopv.org/1-verdad/conspiracionmenor.htm

Hasta donde hemos crecido bajo ese manto y hasta qué punto no fue el mismo Hearts quien provocó toda la ola progresiva de aura en torno a las drogas. Se hizo de una planta que resolvía muchos problemas un verdadero enviado del diablo y solo por unos miles de dólares…

En este link en ingles la información es más detallada:

http://www.iahushua.com/Hemp.html

Marihuana desde una perspectiva mística y algo de esta conspiración con bibliografía:

http://www.mind-surf.net/drogas/marihuana2.htm

http://www.latrinchera.org/foros/arc…hp/t-1869.html

Fuente:

Marihuana: El gran engaño.

13 comentarios en “Toda la Verdad sobre la Marihuana: cañamo versus madera

  1. x

    me parece altamente sospechoso que ahora exista una campaña para legalizar esta planta…máxime cuando ahora prácticamente toda la marihuana que se consume ha sido modificada genéticamente….y ahí está la cuestión…semillas modificadas genéticamente capaces de destrozar el cerebro ….alienar a las personas y convertirlas en zombies(o inútiles emocionales)?cuando el sistema opta por algo no es nunca en beneficio de la humanidad.-

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    1. widaca

      la de estupideces que hay que escuchar… tu si que tienes el cerebro mermado.. una genetica no va a hacer que sueltes estupideces por tu boca como haces tu..
      ni te va a dañar el cerebro.. tu inflate a vino y que ya veras que bien va para el higado

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  2. Edu

    Imagina por un momento que el té es ilegal, que los adictos a la cafeína consiguen sus bolsitas en sórdidos poblados de infraviviendas. Imagina que la policía puede tirar abajo la puerta de tu vivienda si sospecha que dentro hay cuatro señoras degustando un té con pastas. Absurdo, ¿verdad? Pues deja de imaginar, porque esta situación ya tuvo lugar en el mundo real: entre 1689 y 1784, el té estuvo perseguido en Inglaterra, mientras por las mismas fechas, los consumidores de café fueron severamente reprimidos en varios países de Europa.

    http://www.meneame.net/m/cultura/si-ilegalizamos-te

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  3. Rafa

    https://www.change.org/es/peticiones/gob-de-espa%C3%B1a-retiren-la-ley-de-telecomunicaciones-que-permite-a-las-telef%C3%B3nicas-expropiar-azoteas-para-instalar-antenas?alert_id=zueBeBdfSb_q%2BMkm4ZoLnNulo2wNBf%2Ftm29YPfgYWk2MeX4gPbBrBk%3D&utm_campaign=68000&utm_medium=email&utm_source=action_alert

    Change.org

    Gob. de España: Retiren la ley de telecomunicaciones que permite a las telefónicas expropiar azoteas para instalar antenas

    Creada por Alexandra Sosa Gil

    Firma esta petición

    ¿Sabías que, por ley, los operadores de telefonía pueden instalar una antena en tu azotea sin tu permiso?

    Como lo oyes. El día 29 de Abril se aprobó la nueva Ley de Telecomunicaciones que permitirá a las compañías telefónicas instalar antenas de telefonía móvil en cualquier azotea sin que ni la comunidad de vecinos ni el ayuntamiento pueda hacer nada al respecto. A partir de ahora,las operadoras solo tienen que pedir al Ministerio de Industria la autorización para colocar antenas en una determinada azotea que será catalogada como «servidumbre de paso especial». Y declara a las operadoras como posibles beneficiarios de la expropiación de bienes en comunidades de propietarios para poder instalar las antenas.

    Firma esta petición para que no se aplique la ley que permite a las telefónicas hacer libre uso de nuestras azoteas, porque cada vez hay más evidencias que relacionan la cercanía de estas antenas con el aumento de casos de cáncer.

    Firma y difunde esta petición porque no podemos permitir que este país siga remando en la dirección que imponen las grandes empresas, mientras los ciudadanos practican la supervivencia extrema.

    Gracias.

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  4. Rafa

    LA ESCUELA PUEDE SER TAMBIÉN UNA EXPERIENCIA FRUSTRANTE, LO CUAL A SU MANERA PUEDE SER PROVECHOSO, PUES RECONOCERLO IMPLICA COMENZAR A CONSTRUIR LA FORMA DE REVERTIR ESA SITUACIÓN

    http://pijamasurf.com/2014/05/el-inversor-un-simple-ejercicio/

    El Inversor: Un simple ejercicio
    LA ESCUELA PUEDE SER TAMBIÉN UNA EXPERIENCIA FRUSTRANTE, LO CUAL A SU MANERA PUEDE SER PROVECHOSO, PUES RECONOCERLO IMPLICA COMENZAR A CONSTRUIR LA FORMA DE REVERTIR ESA SITUACIÓN

    POR: PABLO DOBERTI – 29/05/2014 A LAS 16:05:01

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    SOCIEDAD / EDUCACION
    murs
    Fotograma de Entre les murs (Laurent Cantet, 2008)
    Hicimos un ejercicio simple. “¿Cuéntanos tus recuerdos de tu escuela?” Éramos varios y diversos. “Cuéntanoslos en 3 minutos; cifra tus recuerdos en algún relato breve.”

    Temíamos los estereotipos, las reconstrucciones convergentes que la escuela nos enseña a hacer. Complacer y complacernos. Temíamos relatos cándidos que resaltaran la dimensión loable de la escuela, las abnegaciones conmovedoras de las maestras, los deberes necesarios y cosas por estilo. Pero no.

    El primero fue un relato de frustración profunda: mi escuela nunca me entendió; no me dejó ser el que yo quería ser; me hizo sufrir. El segundo contrastó su amarga experiencia escolar mexicana con su gran experiencia de high-school en Estados Unidos; destacó la libertad de la segunda, su apertura, la motivación general. La tercera persona empezó contando que su experiencia había sido maravillosa; que había disfrutado muchísimo la escuela… y mientras contaba qué había disfrutado de la escuela concluimos en que más que haber disfrutado la escuela, y menos por la escuela, ella había disfrutado mucho en la escuela, pero por fuera de lo escolar. Teatro, artes, compañeros, recreos y excursiones. Y así siguieron, uno tras el otro. Cayeron experiencias oscurísimas; otras matizadas, realizadas en las periferias de lo escolar y de la escuela; algunas amnesias sintomáticas y casi totales. Un telón veteado, pero gris, se desplegaba en el fondo de nuestra convivencia; una tensión de algo nos levantaba y nos coaccionaba.

    La conclusión se impuso sin esfuerzo: lo escolar de la escuela no nos volvía como realización personal. Al contrario, cuando volvía, lo hacía como frustración, como opresión, como resistencia a mi propia realización personal. Como impedimento.

    El ejercicio fue hecho con un grupo de educadores, hablando de educación. Personas que tenemos a cargo, directa o indirectamente, instituciones educativas. Personas –en definitiva- que todos los días alimentamos un modelo que deploramos. Profesionales que dedicamos nuestra vidas a desplegar una institución que no nos dejó realizarnos.

    Caímos en la trampa. Nos dejamos atrapar por nuestras propias contradicciones.

    Pero el problema no es que hayamos caído en la trampa, sino qué haremos mañana, después de habernos contrastado. ¿Cambiaremos? ¿Haremos de nuestra contradicción un motor de transformación? ¿Mantendremos la incomodidad hoy lunes? ¿O reabsorberemos, como nos enseñó la escuela? Y nos justificaremos y diremos que no podemos y que más adelante y que tampoco es para tanto y así…

    El encuentro era para discutir la otra escuela, la escuela por venir. Y el ejercicio estuvo bien porque no hay manera de discutir la otra escuela si no entramos en crisis con esta escuela. Sin crisis, la discusión queda hueca, no enraíza, no nos involucra.

    La dinámica fue calentándose, porque a medida que avanzábamos más incómodos nos poníamos… con nosotros mismos. Sentimos que aquélla invitación abstracta y fría a discutir la nueva escuela se había vuelto de pronto una apelación violenta, incómoda, activa y desestabilizadora. Y hubo que acabar antes. En parte porque a esa hora empezaba la final de Champions, pero en parte también porque aquéllo que había empezado como un ejercicio retórico más, neutro y tranquilo (más o menos entretenido), se había vuelto ahora una implicación inesperada y muy poco práctica para esa tarde soleada en el DF.

    Dijimos basta; sacamos la foto de familia de los 22 o 23 que éramos y nos volvimos cada uno a lo suyo. De aquí en más, el problema será qué querrá decir lo suyo para cada quién.

    Yo quedé satisfecho. No fue una discusión, fue una apelación. O fue un encuentro, fue un fructífero y honesto desencuentro. ¿Cuál es la diferencia? En la discusión, participo racionalmente, con esa distancia emocional que me protege y me resguarda. En la apelación, ya no tengo salvación; quedo involucrado. Aunque niegue, aunque pretenda desconocer, ya nada será lo mismo.

    Ya estoy de regreso en Sao Paulo.

    Twitter del autor: @dobertipablo

    Las opiniones expresadas en este artículo son responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la posición de Pijama Surf al respecto.

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  5. Ajmaknic

    Reblogueó esto en Despertando a la Realidady comentado:
    Ahora entiendo por que prohiben la Marihuana! Todo se trata de proteger a los malditos que venden alcohol, papel y madera. Incluso las industrias farmaceuticas tiene sus manos sucias con esta planta sagrada desde hace milenios. Y entre mas «prohibida» mas «cara» o sea mas ganancia para la mafia que lo trafica.

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  6. widaca

    en navidad no anuncian freixenet todos los años y esta mas malo q…. ni cervezas de mierda con limon todos los veranos.. venga a gastar cristal en botellines en vez de fabricar pipas..

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