Los malos tratos del Rey a la Reina, su participación en el 23-F y su trato degradante a subordinados… los secretos bien y no tan bien guardados

Según publica el “Espía en el Congreso”, el Rey Juan Carlos protagonizó escenas de malos tratos contra la Reina Sofía. Sabino Fernández Campo se lo contó, entre otros, al periodista Carlos Dávila, “que se atrevió a publicar, ampliamente, lo que oyó”, según “Espía en el Congreso”, además de a el diputado del PNV, Iñaki Anasagsti, al republicano, Antonio García Trevijano, a su biógrafo, Javier Fernández López y a varios periodistas más, Pilar Eyre, Raúl del Pozo, Carmen Rigalt, José García Abad y Martín Prieto, quienes también aluden a esa turbia, aparentemente secreta y oficialmente inexistente, relación, ente Juan Carlos, Sofía y, muy a su pesar suyo, Sabino.

El entonces Jefe de la Casa Real, fue despedido por su principal inquilino, por ser, cita “Espía en el Congreso”, “el único alto funcionario que le afeaba sus irregulares conductas privadas y le advertía del peligro de que se aireasen sus continuos despropósitos, tanto sentimentales como económicos y, al parecer, domésticos”. Hoy sabemos, sobre todos esos “despropósitos”, muchos más al respecto. Si Sabino levantara la cabeza… Hoy por hoy, y a pesar de las evidencias, no son muchos más los que, siguiendo la tradición subordinada y mendicante de la casta española, se atreven a hablar claro.

“Me ha contado más cosas, escenas horribles… yo no voy a contar ninguna intimidad, porque son demasiado horribles, sobre las relaciones entre el Rey y la Reina. No me prohibió que las contase, pero son tan duras, íntimas y violentas, que hasta yo mismo tengo el pudor de no decirlo”. Más tarde, Sabino y el monarca se reconcilian, “sin embargo, tras la faena que le hizo el Rey, Sabino me lo contó todo”. Este es el testimonio del abogado y escritor, Antonio García Trevijano.

Los tres secretos del Borbón peor guardados

Según esta misma fuente, Sabino desveló tres grandes supuestamente secretos del Rey, al menos a dos personas, bajo juramento de que no se supiesen “al menos hasta que todos muriesen”. Que había sido el mismísimo Juan Carlos el que, “jugando a aprendiz de brujo” había “coqueteado” con los generales, Armada, Milans del Bosch y el político socialista Enrique Múgica, para preparar el golpe de Estado del 23-F, con el fin de derrocar a Adolfo Suarez. Un secreto a voces. Que la reina estaba al borde del divorcio, harta de los constantes devaneos de su marido con sus amantes, la principal, por aquel entonces, la decoradora mallorquina, Marta Gayá. Y el que probablemente sea el mejor guardado, “que había presenciado una terrible escena conyugar en Palacio: la agresión de Juan Carlos a Sofía, un flagrante episodio de violencia doméstica, que le había abochornado”.

Un niño maltratado y malcriado al mismo tiempo. Un prepotente en potencia. Historia de un borbón

Bien es sabido el mal carácter del Rey y su prepotencia frente a todos sus subordinados, entre ellos, su familia, “porque así es como los considera”, continúa “Espía en el Congreso”. Aunque son sólo unos pocos diputados del régimen más allegados a Zarzuela los que lo saben bien. “Y hay que aguantarlo”, claudican. Una frase común en España ante los desmanes de la casta política.

Juan Carlos considera a su familia, especialmente a Sofía, como “personal a sus órdenes” y para salvaguardar su fidelidad y silencio, ha pedido sin complejos un sueldo para algunos de sus miembros, algo que Rajoy, acostumbrado a negar únicamente derechos a los ciudadanos, , ha aceptado. 292.000 euros a Juan Carlos, 146.000 a Felipe, 131.000 a Sofía y 102.000 a Letizia. El resto son “extras”.

Los abusos del Rey no son una novedad, -de casta le viene al galgo-, a sus 78 años, “está acostumbrado a pagar sus silencios”. Agredió a su chofer, “sólo le gustan el dinero y las mujeres –continúa apuntando la misma fuente-, algo que es evidente a cualquier ciudadano de inteligencia media, y, bueno, los deportes. A los gays los llama “mariquitas”.

De formación militar, tuvo una infancia sórdida: mató a su hermano Alfonso en un accidente doméstico con un arma, estuvo solo internado en Suiza desde muy niño, sufrió supuestas penurias y continuas novatadas entre colegas militares cadetes que, hijos de franquistas, no admitían la monarquía en España y algunos falangistas, republicanos.

Tal cúmulo de circunstancia hizo que su entorno considerase, “una temeridad”, que don Juan Carlos continuara utilizando armas de caza, otro de sus deportes favoritos, incluso con animales salvajes y protegidos por problemas de extinción, según publicaba Le Monde, tras el episodio de Botsuana. “Y esa permanente afición por las armas de fuego a veces degenera psicológicamente en violencia: hasta ahora sólo había transcendido el momento en que golpeó a su conductor porque supuestamente se había equivocado en una maniobra de aparcamiento, estacionando cerca de las habituales manifestaciones de protesta que le acompañan: el rey no quería además que se supiera públicamente su enorme dificultad de movimientos. Pero además, esa mano larga también la empleó con su esposa y delante de un testigo de confianzaSabino Fernández Campo, que se lo confió a otro para que el secreto no muriese en su tumba. Nadie lo hubiese creído y lo hubieran interpretado como un despecho por su despido, explica, “Espía en el Congreso”.

“Hermano”, según sus propias palabras, del monarca alauita de Hassan II: un modelo a imitar. El colmo de las desgracias para los españoles

Sabino conocía bien porqué, explica “Espía en el Congreso”. En esa época en España era tanto el temor reverencial al rey, –similar al que en Marruecos se profesaba antes a Hassan II y ahora a Mohamed VI– que ni siquiera las organizaciones feministas e institutos de la mujer –en España se cuentan por miles y todos ellos subvencionados con fondos públicos– han levantado la voz cuando el rey ha hecho valer un moderno “derecho de pernada”: fue denunciado por dos ciudadanos europeos que aseguran ser sus hijos, poseen testificales por parte de sus respectivas madres y piden una prueba de paternidad, algo que la ley española impide practicar al monarca. Como ya publicó en su día este periódico, Ingrid Sartiau y Albert Solá solicitan una prueba de paternidad pero el rey alega un moderno “derecho de pernada”, dado que, como demostró “El Espía Digital”, ambos son hermanos, a pesar de no conocerse, y vivir uno en Barcelona y otro en Bélgica. Existen los testimonios de sus respectivas madres.

Un rey inviolable por decreto democrático

Sin embargo, asevera “Espía en el Congreso”, los políticos españoles de la transición hicieron al rey “inviolable” y es inimputable por cualquier delito, tanto penal como civil. Un Jefe de Estado que no es responsable de sus actos, constitucionalmente y por Ley. Muy buen ejemplo para sus súbditos. “Es una interpretación muy restrictiva de su inmunidad que hace el Consejo General del Poder Judicial, sometido también a su influencia. Ningún juez en España se atrevería a decir lo contrario y de hecho las dos pruebas de paternidad fueron desestimadas por dos juezas (María Isabel Ferrer-Sama y Milagros Aparicio), para mayor escarnio del feminismo oficial y del principio europeo de igualdad de todos los ciudadanos ante la ley”.

El eterno e incómodo testigo de Zarzuela

El jefe de la Casa Real siempre fue un testigo incómodo en la Zarzuela y por eso Juan Carlos se lo quitó de encima. Según la misma fuente, son innumerables los testimonios que así lo acreditan, entre ellos los del propio Sabino. Todos figuran entre las fuentes de esta crónica, pero el episodio más relevante fue el que desencadenó su cese. Lo cuenta el banquero Mario Conde, urdidor de la trama:

“En el verano de 1992 lo que publicó “El Mundo” fue una vinculación del Rey con Marta Gayá, así, con nombres y apellidos. Era la primera vez que algo semejante sucedía en España. Yo hablé con Pedro Jota Ramírez y él me dio una información y yo dije: “No me la des a mí, se la das al Rey”. Y ahí, Pedro Jota Ramírez desveló sus fuentes [Sabino Fernández Campo] y el Rey se quedó tranquilo. ¿Hubiera sido posible que, a la vista de semejante información, el Rey hubiera podido hablar con Agnelli, que controlaba la mayor parte de capital  de “El Mundo”? Hubiera sido posible. ¿Hubiera sido posible que, después de hablar con Pedro Jota, el Rey le dijera a Agnelli que no hacía falta vender porque la culpa era de otra persona? Muy, muy posible”.

La decoradora mallorquina Marta Gayá ya era tan asidua en las estancias veraniegas del monarca en el Palacio de Marivent que los “paparazzis” podían provocar con sus fotos juntas la ruptura del matrimonio Juan Carlos-Sofía. De hecho, la reina ya había amenazado con el divorcio y su marcha a Londres, donde reside su familia exiliada de Grecia. La desavenencia conyugal hubiera supuesto un problema de Estado: no se sabía cómo reaccionaría la sociedad española ante su mitificado y protegido monarca. El posterior episodio de Bostwana parece que le dio la razón a Sabino, quien, al corriente de la situación, decidió darle un “toque”. Lo cuenta el periodista Carlos Dávila, que lo frecuentó antes de morir: “Eran momentos especialmente difíciles para los principales colaboradores del Rey, singularmente para el propio Sabino y, desde luego, para el director del departamento de Medios de Comunicación, una persona extremadamente educada, gentil, inteligente y bondadosa: Fernando Gutiérrez. La revista italiana Oggi había publicado un reportaje en el que, sin disimulos, se refería a una cierta dama española relacionada, en información de la revista, con el Rey. “El Mundo” se hizo eco del reportaje y el Rey, visiblemente molesto, llamó a Mario Conde y al director Pedro J. Ramírez. Éste, sin ambages, le dijo: “Esto se ha publicado por indicación del general Sabino”. Cuando, como hice yo, alguien preguntaba al general por este pasaje, él hacía gala de su sonrisa más templada, también la más sugestiva, y musitaba, casi en tono inaudible: “Bueno, es cierto que alguna vez he comentado de rondón con Alonso Manglano (el general Alonso Manglano, director general del CESID durante el felipismo) que, de vez en vez, no está mal darle un toquecito al Rey. Los dos estábamos de acuerdo”.

Pilar Eyre habla de “La soledad de la reina”

Según insiste “Espía en el Congreso”, lo cierto es que Juan Carlos culpó a Sabino de haber autorizado la difusión de las fotos de “Oggi” en “El Mundo”. “Nunca aceptó que sus irresponsables escapadas extraconyugales en pleno verano mallorquín y ante mil ojos fuesen la causa y no la consecuencia. Lejos de amilanarse, el todavía entonces prepotente y tan, supuestamente, amado, Juan Carlos prosiguió con sus aventuras amorosaspues creía dominada a la prensa española, que era la que le importaba. “La decoradora balear”, “la vedette”, “la estrella del destape de impresionantes ojos verdes”, “las dos Palomas” o “las aristócratas” son algunas de las mujeres con las que, tal y como relata Pilar Eyre, el Rey habría sido infiel a su esposa, según su libro “La soledad de la reina”. La princesa Corina Sayn-Wittgenstein,María Gabriella de Saboya, exmujer de Robert de Balkany, la condesa Olginha Nicolis de Robilant, o incluso la propia Sara Montiel aparecen en el libro como apasionadas amantes de Su Majestad, quien, según Eyre, decidió dar rienda suelta al gen Borbón”.

Tele 5 echa a Pilar Eyre por contar la verdadera historia del rey en antena

“Ella se entera de la primera infidelidad de su marido poco después de que el Caudillo falleciera. Cuando ésta se produjo, pusieron dormitorios separados y no volvieron a funcionar como matrimonio nunca más. Tras ese episodio, se fue a la India con su madre y sus hijos con la intención de separarse. Luego volvió y aceptó su destino, a pesar de que desde entonces cada uno hace su vida”.

Dinero público para las infelicidades de su majestad y matanza de animales en el Pardo

¿Deben importar los devaneos extramatrimoniales del rey a la sociedad española? Si se producen con dinero público, sí. Y Juan Carlos no sólo ha usado a las fuerzas de seguridad del Estado que paga el erario público para cubrir sus infidelidades, sino que, en un gesto sin parangón entre las monarquías cristianas o islámicas, le construyó a la última de sus amantes una casa aneja en el Pardo. Hablamos, asegura la fuente, de la espléndida Corinna Sayn-Wittgenstein (50 años), que se instaló con su hijo Alexander en el coto privado de caza de Juan Carlos –también en terreno público– y desde allí le preparó las monterías con sus amigotes, la misma labor que había hecho en Bostwana. Y no fueron pocas: un contrato real ha desvelado que en la última temporada las partidas del rey que organizó Corinna en el Pardo, mataron 1.800 gamos, 800 ciervos y 900 jabalís. Ningún partido político del régimen, ningún diputado o senador, republicano, monárquico, de izquierda o de derecha, ha preguntado por esta cuestión para no importunar al monarca, pero las farras debieron ser de campeonato. Es la conocida “casta” española que está en trance de comenzar a ser sustituida el próximo 25-M. Si Dios quiere.

 Quien caza unido permanece unido. O casi…

 Corinna, continúa “Espía en el Congreso”, provocó la última crisis conyugal tras descubrirse que el monarca le había habilitado ya esa casa propia en “La Angorrilla”, junto a Zarzuela, suscitando con ello el enfado de la paciente o cínica Sofía,  “como cualquier querida real de otros tiempos, tiene su propio chalet en el Palacio del Pardo, una de las sedes reales en Madrid y viejo coto de caza de los Borbón. Allí, Corinna organiza las cacerías del Rey y además oficia como anfitriona de los convites, usurpando el lugar de la Reina, quien detesta ese deporte. Fue tal el lugar conquistado por la princesa, que hace unos meses él invitó a cenar a sus tres hijos, Elena, Cristina y Felipe para notificarles, de una vez por todas, la verdadera naturaleza de su relación con ella”, señaló un periodista que publicó algunos detalles. La situación de la pareja real ha seguido deteriorándose hasta tal punto que, otro periodista, Raúl del Pozo llegó a escribir: “Acabo de saber de muy buena fuente que a principios de 2012, en el comienzo de la legislatura, el Rey planteó al presidente del Gobierno su intención de divorciarse”.
 Constantino, Sofía y Simeón: negocios con dinero público

 Y continúa la fuente, “Algún momento más, tremendamente delicado, vivió Sabino en La Zarzuela. El Rey guardaba con Felipe González una relación muy peculiar: de afecto y camaradería, se puede decir. Cuando se preparaba la Exposición Universal de Sevilla, Felipe González era —a ello se refería Sabino— acosado por asesores y cómplices que querían hacer negocio a costa de la Expo. González, franco él, se dirigió una vez al jefe de la Casa y, enfadado, se expresó así: “Dile a Manolo Prado que del 20% nada, que se conforme con el 2%”. Igualmente enojado, replicó Sabino: “No sé de qué me hablas y, en todo caso, ese recado no soy el más indicado para transmitirlo”. Según su testimonio, el Rey Constantino de Grecia también usaba su nombre para hacer negocios con Zarzuela y facilitar el acceso privilegiado a Juan Carlos”, concluye Dávila tras entrevistarse con Sabino. Algo que no debe sonarnos raro. Zarzuela tiene un fétido influjo a corrupción.
 Sabino Fernández Campo y Antonio García Trevijanos. Dos hombres honrados y un destino
 El episodio de violencia doméstica de Juan Carlos contra Sofía se lo relató Sabino al abogado Antonio Garcia-Trevijano, que fue amigo del monarca durante su estancia como cadete militar en Zaragoza, donde él ejercía como notario. Sabino estaba dolido por su cese: “¿recuerda usted si hubo un complot detrás de su destitución como jefe de la Casa Real, en enero de 1993?, le pregunta Javier Fernández López, autor del libro “Sabino Fernández Campo. Un hombre de Estado”. “Hay cosas que conviene perdonar pero no olvidar, porque sirven de experiencia. Yo perdono la calumnia, la faena y estoy dispuesto a darle la mano a todo el mundo: no quisiera tener enemigos. Sí, en su día soporté la urdimbre que me destituyó de La Zarzuela, y me demostró que soy fuerte. Fue injusto, pero Dios es muy generoso y a veces pone las cosas en su sitio. Estoy muy satisfecho de haber sufrido. Hablando francamente, personas que me empujaron fuera de La Zarzuela, porque les estorbaba, están en peor situación que yo, que ni estoy en el banquillo de los acusados ni en la cárcel ni pendiente de condena (habla de Mario Conde)”.
 Sabino siempre se sintió traicionado simplemente por haber tenido la valentía de defender ante el rey criterios de sensatez y honradez. Con ese estado de ánimo fue a la entrega de unos premios de la Compañía de Seguros Pelayo y allí vio al que fuera amigo del rey cuando sólo era un príncipe campechano, algo torpe y atolondrado. Antonio García Trevijano se sorprendió al ver que alguien le tocaba la espalda y se presentaba para felicitarle por haber tenido el valor de acercarse a la verdad: Sabino se refería al artículo que había publicado en “El Mundo”,  señalando al Rey Juan Carlos como el instigador del golpe, a raíz de la frase de su mensaje a Milans del Bosch: “después de este mensaje ya no puedo volverme atrás”.
 ¿Por encargo de quién llevó Armada la “lista de los 19″ ministros al Congreso la noche del 23-F? Sabino y Trevijano quedaron para más tarde y posteriormente, en un almuerzo a solas en el Club 31, el ya ex jefe de la Casa Real le confirmó nuevamente que Juan Carlos era el responsable último del golpe. En ese sentido le proporcionó varias pruebas: Alfonso Armada se presentó el 11 de febrero en Zarzuela sin tener audiencia y le dio la orden de que le llevara ante Juan Carlos. Y cuando Sabino le dijo que no era posible, consultó con el monarca, “y éste le dijo que Armada tenía prioridad”. Si no se ha destruido o manipulado, el registro de entrada de Palacio debe confirmar que, para dar paso a Armada, hubo que suprimir la visita de su primo, Alfonso de Borbón. Y el télex original de la Agencia Efe con esa primera declaración –“después de este mensaje ya no puedo volverme atrás”– fue destruido por un capitán enviado expresamente por Sabino desde Zarzuela a la calle Espronceda.
 Los detalles del encuentro de Sabino con Trevijano se los proporcionó al periodista Enrique de Diego, al que le concedió una jugosa y larga entrevista disponible en internet: “Sabino Fernández Campo le confirmó que Juan Carlos había sido el organizador del golpe de Estado del 23-F que llevó a cabo Alfonso Armada”. Trevijano le aseguró a los periodistas coruñeses Isabel Bugalla y Daniel Prieto que “se sigue ocultando que el promotor del 23-F fue el Rey Juan Carlos I. Esto lo dije entonces”.
 “Al poco de haber publicado esta opinión mía en un periódico, “El Mundo”, Sabino Fernández Campo –Secretario General de la Casa Real española– me dijo que yo había sido el único que había dicho la verdad sobre aquellos hechos. Además, me confirmó que mi interpretación había sido exacta y que el Rey había sido el responsable de todo. En vida, Sabino jamás lo desmintió”. Y añade que el alto cargo de la Casa Real proporcionó varios indicios que deberían ser investigados: “el socialista Enrique Múgica, con el acuerdo tácito de Felipe González, dio luz verde a la operación en la cena con el general Armada en Jaca, la propia reina Sofía cometió la maliciosa indiscreción de contar que el rey “engañó” a los generales diciéndoles que estaba de acuerdo con ellos (una forma de justificar su inicial apoyo) y después cumplió su promesa de que hablaría con los jueces para que no hubiera condenas a la mayoría de los militares del 23-F, por eso Armada entra en la Zarzuela y en el Congreso ofreciendo un Gobierno de concentración con 19 ministros y un avión para Tejero. Y por eso el rey cumple: fueron indultados”.
 El rey Juan Carlos le arrojó un plato a la cabeza a Sofía en plena discusión
 Es en el transcurso de esa conversación sobre el 23-F, Sabino le describe a Trevijano la situación, a veces intimidatoria, que supone trabajar codo con codo con el rey cuando se le contraría: “Me cuenta más cosas, las escenas tan horribles, yo no voy a contar ninguna intimidad, porque me contó cosas horribles de las relaciones entre el rey y la reina, no me prohibió que las contara, pero son tan duras, íntimas y violentas que yo mismo tengo el pudor de no decirlo. Después hubo una reconciliación, en años posteriores, pero en el momento en que le hizo esa faena, Sabino me contó todo”.

La “faena” en cuestión fue la citada agresión: en presencia del Sabino Fernández Campo, conde de Latores, y en un almuerzo en Palacio donde estaban solos los tres junto al servicio, el rey Juan Carlos le arrojó un plato a la cabeza a Sofía en plena discusión conyugal. “Le hizo daño, aquello fue una situación muy desagradable de presenciar”, le explicó el jefe de la Casa Real al abogado para ilustrar cómo el monarca tenía muy mal vino.

 “Un secreto más que Juan Carlos no conseguirá llevarse a la tumba”.

Fuente: http://85.214.222.163/index.php/noticias/politica/4624-los-malos-tratos-del-rey-a-la-reina-su-participacion-en-el-23-f-y-su-trato-degradante-a-subordinados-los-secretos-bien-y-no-tan-bien-guardados-

13 comentarios en “Los malos tratos del Rey a la Reina, su participación en el 23-F y su trato degradante a subordinados… los secretos bien y no tan bien guardados

    1. Josep Montella

      Porque es más medieval (menudo adjetivo más idota, por cierto) la república, más inútil, más corrupta, más cara… Y si Trevijano, ese payaso vestido de camarero de marisquería tiene que inventar mierda como ésta será que la Monarquía es buena. PS Por cierto, aprende a acentuar, analfa.

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  1. HOMER

    Cualquier día cercano del pseudoescepticismo escucharemos decir :

    UUUUUUUUUUUU, «No existe la crísis», UUUUUUUUUUUUU, «No hay otra sociedad posible, quien cree en otra sociedad posible es como quien cree que existen realmente los fantasmas o los pitufos» (por supuesto nunca explican que relación tiene tiene el creer en una cosa con creer en otras…), UUUUUUUUUUUUUU, «El gobierno siempre dice la verdad en todo y nos miente nunca en nada, el que piensa diferente es un MAGUFO» (claro, claro, pero es que entre magufo y gilipollas o cabronazo, pues me quedo con el magufo, además esto lo dicen nombrando un «argumento de autoridad» por gente que es que ni por ser, ni son siquiera autoridad, lo que es ya la leche…), UUUUUUUUUUUUUUU, «Los escépticos somos apolíticos, pero los del 15 M son unos conspiranoicos fanáticos pseudo religiosos que creen en leyendas urbanas y teorías de la conspiración, son tan tontos como los del cuento aquel en el que el rey estaba desnudo, ¡ahí qué pensaría Carla Sagan!» (¿creeis que no?, al tiempo y no mucho…), etc..

    Esto y mucho más, por supuesto lo firmarían el vendedor de coches usados Michael Shermer y el vendedor de enciclopedias Mortadelo Gámez.

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    1. Aura

      Homer por favor, no hagas falsa propaganda política del 15M. El 15M no tiene relación con los conspiranoicos o llamados «magufos». Precisamente el grueso de activistas del movimiento 15M son ESCÉPTICOS Y ATEOS: científicos, medicos, profesores de escuela y universidades, periodistas de reconocido prestigio, estudiantes, abogados, jueces. A destacar tantos y tantos científicos que denuncian el escaso o nulo interés que demuestra este Régimen de franquistas por la investigación científica. Al revés, Homer. No queremos volver a la Edad Media, así que no te confundas y no confundas los incautos. .

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  2. HOMER

    En España se dijo que habría que tener empeos de poca calidad para que trabajara todo el mundo, lo conseguido es que cada vez trabaja menos gente y los que trabajan lo hacen en unas condiciones bastante miserables, al final hemos conseguido lo peor de los dos casos.

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  3. Lucas

    La educación en España consiste en estar un montón de años aprendiendo a la fuerza un montón de datos que se te olvidan y que mientras los aprendes, te hacen perder tiempo y te impiden aprender otro montón de cosas si importantes (como leer libros, en vez de aprender algo de «historia de la literatura», la mejor forma de honrar a un autor y recordarle es leer su obra o aprender a hablar un idioma, en vez de aprender algo de su gramática solo para aprobar un examen), luego además, una vez terminado ese periodo, el título que consigues ni siquiera te sirve para conseguir un trabajo.

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  4. La mañana de los momificados comienza con un café con queja o resignación. Encienden la radio y se duchan bajo los vómitos de las castas dominantes. Después, se van a trabajar bajo unas condiciones propicias para la ira o la tristeza. Las compras posteriores mitigarán esos sentimientos, que volverán con más fuerza al día siguiente. Así echan para adelante: mediante carencias que ningún objeto, estatus o título podrá sanar.
    Los modificados van de bulo en bulo: desinformados y sobreinformados. Las verdades anoréxicas u obesas sólo son medias verdades: peores que mentiras. Con ellas se les gobierna, conduce y mata.

    Ricardo García Nieto.

    http://lacomunidad.elpais.com/ricardogarcianieto/2014/2/25/momificados-nueva-clase-media

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  5. Taylor

    El «problema» que está habiendo de descontento social en las calles de España (15 M, mareas, manifestaciones varias, etc.), no es solo un problema de crisis y corrupción económica, política, social y moral de España (que por supuesto lo es…), sino que también es un problema generacional, entre aquellos que vivieron y fueron partícipes de la «Transición Española» y sus resultados (50-60-… años) y aquellos que no (…-20-30 años), los primeros defienden la Transición y sus consecuencias (status actual, leyes, etc.), los segundos la cuestionan, los primeros están bien asentados en la sociedad que participaron en crear y la defienden, los segundos son los desheredados de esa sociedad que no les da nada excepto emigración, las referencias intelectuales de los primeros no les sirven a los segundos, el país fue creado por los primeros, pero va a ser heredado por los segundos.

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