¿Por qué está prohibido negar el Holocausto en 30 países con duras penas de cárcel?.

(ABROCHESE EL CINTURON Y PREPARESE, PORQUE SI ESTO LO ESTUDIA BIEN, LE VA A ROMPER ALGUNOS ESQUEMAS).

Podemos negar a Cristo, negar a los profetas, renegar de la democracia, de la libertad, opinar sobre cualquier masacre y crimen de guerra, hasta creer o no creer en los extraterrestres, pero nunca, bajo ningún concepto, podemos negar el hecho de que seis millones de judíos murieron en los campos de concentración alemanes bajo penas expresas contempladas en los códigos penales de los 30 países mas «occidentalizados» del mundo.

Y no solo eso, toda la historia está sujeta a revisión, pero los «revisionistas» que pretenden estudiar qué hay de verdad y mentira en el holocausto judío tienen siempre serios problemas legales y son tachados automáticamente de nazis.

¿Por qué?

Una vez alguien me enseñó el listado oficial de muertos durante toda la segunda guerra mundial en todos los campos de concentración alemanes. Y la cifra era (en total) de 370.000 muertos, incluyendo todas las nacionalidades. ¿La fuente? Bueno, quizá la mas fiable en plena guerra: La Cruz Roja. ¿De dónde salen entonces los seis millones de judíos asesinados si 5 emigraron después de la guerra a Israel?.

Y claro, hay quien a estas alturas se levantará muy airado y exclamará: «¿Y bueno, ¿Que mas da que fueran 370.000 o seis millones? A fin de cuentas lo importante es que los mataron». OJO: es muy distinto que los alemanes mataran sistemáticamente a 6 millones de judíos a que murieran, por causas de la escasez de la guerra y enfermedades, 370.000 personas de todas las nacionalidades. Recordemos que en la II Guerra mundial murieron 62 millones de personas y tan solo dos millones eran soldados, el resto era población civil.

Cuando tuve acceso a esta información no podía creerla de ninguna forma. Inclusive para una persona abierta de mente y conocedor de cómo nos han llegado a engañar en todos los campos de las ciencias, este tema no podía aceptarlo, yo lo había visto cientos de veces en… lo había visto miles de veces en… (hummmm…) ¡¡¡En muchísimas películas sobre el tema!!!. ¡Dios mío!, me lo habían metido bien en el «disco duro»!, ¿Cuantas películas, superproducciones, han tratado el tema recurrente de los campos de concentración? ¡¡¡¡Muchísimas!!!. Y ¿Quien domina la industria cinematográfica?… ¡Uf…! ¡No puede ser!, así que comencé a estudiarlo y aquí está la información que recopilé, juzguen Uds. mismos, pero que sepan que si algo cuesta de creer es este asunto, a mi me costó y mucho.

Y como este país (España) es uno de esos 30 países en los que está prohibido negar el holocausto, señores abogados, yo no lo niego, solo lo dudo Y MUCHO.

Cazadebunkers.

LITTLE-BOY-HOLOHOAX

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La falsedad del Holocausto en 10 puntos:

66 preguntas y respuestas sobre el Holocausto

  1. ¿Qué prueba hay de que los nazis practicaron el genocidio o de que hayan matado deliberadamente a seis millones de judíos?Ninguna. La única evidencia la constituye el testimonio de «sobrevivientes» individuales. Este testimonio es contradictorio y ningún «sobreviviente» alega haber presenciado de hecho ningún «gaseo». No hay pruebas concretas de ningún tipo: no hay enormes cantidades de cenizas; no hay instalaciones crematorias capaces de realizar la operación; no hay pilas de ropa; no hay jabón hecho a partir de seres humanos; no hay pantallas para lámparas hechas con piel humana; no hay archivos; no hay estadísticas demográficas.
  2. ¿Qué pruebas existen en cuanto a que no murieron seis millones de judíos a manos de los nazis?
    Muchas; incluyendo las de naturaleza forense, demográfica, analítica y comparativa -todas concurriendo a probar la imposibilidad de esa cifra que representa una exageración irresponsable de, quizás, un 1000%.
  3. ¿Es cierto que Simón Wiesenthal afirmó, por escrito, que «no hubo campos de exterminio en suelo alemán»?
    Sí. En «Books & Bookmen» -ejemplar de abril de 1975- y en «Stars & Stripes -ejemplar de enero de 1993-, Wiesenthal alega que el «gaseo» de judíos tuvo lugar en Polonia.
  4. ¿Si Dachau quedaba en Alemania y hasta Simon Wiesenthal dice que no fue un campo de exterminio, entonces ¿por qué miles de veteranos de guerra en los Estados Unidos dicen que lo fue?
    Porque después de que los aliados capturaron Dachau, miles de conscriptos norteamericanos fueron llevados y paseados por Dachau en donde se les mostraron edificios de los que se dijo eran cámaras de gas y porque los medios masivos de difusión, amplia pero falsamente, afirmaron que Dachau era un campo de «gaseo».
  5. Auschwitz queda en Polonia, no en Alemania. ¿Hay alguna prueba de que existiesen cámaras de gas construidas para dar muerte a seres humanos en, o cerca de, Auschwitz?
    No. Se ofreció una recompensa de 50,000 dólares a quien aportase tal prueba, y el dinero fue depositado en un banco, pero no apareció nadie con prueba creíble alguna. Auschwitz, capturado por los soviéticos, fue ampliamente remodelado después de la guerra y se reconstruyeron distintos edificios para que pareciesen enormes cámaras de gas. Actualmente, Auschwitz es una gran atracción turística para el gobierno comunista polaco.
  6. Si Auschwitz no fue un «campo de exterminio», ¿cuál fue su verdadera finalidad?
    Fue un complejo industrial a gran escala. Tuvo fábricas de caucho y combustible sintético («Buna») y los reclusos, fueron utilizados como mano de obra. El procedimiento para la obtención del «Buna» también fue empleado en los EE.UU. durante la Segunda Guerra Mundial.
  7. ¿Quién creó los primeros campos de concentración?. ¿Dónde y cuándo fueron empleados por primera vez?
    Aparentemente, los primeros campos de concentración en el mundo occidental surgieron en los EE.UU. durante la Guerra de Independencia norteamericana. Los británicos internaron a miles de norteamericanos, muchos de los cuales murieron a causa de enfermedades y golpizas. A modo de ejemplo puede citarse a Andrew Jackson y a su hermano, este último falleció en uno de esos campos. Más tarde, los británicos erigieron campos de concentración en Africa del Sur para internar a mujeres y niños holandeses durante la conquista de ese territorio (la Guerra Boer). Decenas de miles de estas personas murieron en los infernales campos sudafricanos, cuyas condiciones de internación fueron, de lejos, mucho peores que las de cualquier campo de concentración alemán durante la Segunda Guerra Mundial.
  8. ¿En qué se diferenciaron los campos de concentración alemanes de los campos de reubicación norteamericanos en los que se internaron a japoneses y a alemanes residentes en los EE.UU. durante la Segunda Guerra Mundial?
    Excepto por la denominación, la única diferencia significativa consistió en que los alemanes internaron a personas que constituían, real o supuestamente, una amenaza para la seguridad del esfuerzo bélico alemán, mientras que los norteamericanos internaron a personas exclusivamente a causa de su condición racial.
  9. ¿Por qué los alemanes internaron a los judíos en campos de concentración?
    Porque consideraron que los judíos constituían una amenaza directa a la soberanía y a la supervivencia de la Nación alemana y porque los judíos aparecían con desproporcionada frecuencia en las organizaciones subversivas comunistas. Sin embargo, no sólo los judíos sino todos los sospechosos de socavar la seguridad nacional estuvieron expuestos o fueron internados.
  10. ¿Qué acción a gran escala emprendió el judaísmo internacional contra Alemania ya en 1933?
    Un boicot económico internacional contra los productos alemanes.
  11. ¿Es cierto que el judaísmo internacional le «declaró la guerra» a Alemania?
    Sí. Los medios masivos de difusión del mundo entero aparecieron con titulares que decían: «Judea declara la guerra a Alemania».
  12. ¿Sucedió esto antes o después de que comenzasen a circular rumores acerca de los «campos de exterminio»?
    Sucedió casi seis años antes. El judaísmo le declaró la guerra a Alemania en 1933.
  13. ¿Cuál fue el primer país en llevar a cabo bombardeos masivos a la población civil?
    Inglaterra; el 11 de mayo de 1940.
  14. ¿Cuántas cámaras de gas, para exterminar personas, hubo en Auschwitz?
    Ninguna.
  15. ¿Cuántos judíos había, antes de la guerra, en los territorios que posteriormente pasaron a ser controlados por los alemanes?
    Menos de cuatro millones.
  16. Si los judíos europeos no fueron exterminados por los nazis, ¿qué pasó con ellos?
    Después de la guerra, los judíos europeos seguían estando en Europa, con excepción de, quizás, unos 300,000 de ellos entre los cuales están quienes efectivamente murieron por una multiplicidad de causas durante el conflicto, y los que consiguieron emigrar a Israel, los EE.UU., la Argentina, Canadá, etc.. La mayoría de los judíos que abandonaron Europa lo hizo después y no durante la guerra; lo cual no obsta para que se les incluya en el supuesto Holocausto.
  17. ¿Cuántos judíos huyeron al interior de la Unión Soviética?
    Más de dos millones. Los alemanes nunca tuvieron a su alcance a esta población judía.
  18. ¿Cuántos judíos emigraron antes de la guerra quedando, por lo tanto, fuera del alcance de los alemanes?
    Más de un millón (sin contar los que fueron absorbidos por la U.R.S.S.).
  19. Si Auschwitz no fue un campo de exterminio, ¿por qué su comandante, Rudolf Höss (no confundir con Rudolf Hess), confesó lo contrario?
    Con Höss se utilizaron métodos muy eficaces para hacerle decir exactamente lo que sus captores querían escuchar.
  20. ¿Existe alguna prueba de que americanos, británicos y soviéticos emplearon la tortura para forzar «confesiones» por parte de oficiales alemanes después de la guerra?
    Hay pruebas en abundancia de que la tortura se empleó tanto antes como durante los famosos juicios de Nuremberg y aún después, en otros juicios por crímenes de guerra.
  21. ¿En qué medida el mito del «Holocausto» beneficia actualmente a los judíos?
    Los sustrae de toda crítica como grupo social. Les proporciona un «nexo común» que permite el control por parte de sus líderes. Es un instrumento útil en campañas de recolección de fondos y permite justificar ayudas económicas a Israel que totalizan más de 10,000 millones de dólares al año sólo por parte de los Estados Unidos.
  22. ¿En qué medida beneficia al Estado de Israel?
    Justifica los millones de dólares -en concepto de «reparaciones»- que el Estado de Israel ha recibido de Alemania Federal (Alemania Oriental se negó a pagar). Es usado por el grupo sionista israelí para controlar la política exterior norteamericana en sus relaciones con Israel y para forzar al contribuyente norteamericano a aportar todo el dinero que Israel desea. Y estos aportes son cada vez más voluminosos.
  23. ¿En qué medida beneficia a algunos clérigos cristianos?
    Correlaciona con la idea expuesta en el Antiguo Testamento en cuanto a que los judíos serían el «Pueblo Elegido» perseguido. También permite que la «Tierra Santa», controlada por los israelíes, siga siendo accesible a la clerecía.
  24. ¿En qué medida beneficia a los comunistas?
    Le permite al comunismo ocultar sus propias instigaciones bélicas y sus propias atrocidades; tanto las de antes como las de durante y después de la Segunda Guerra Mundial.
  25. ¿En qué medida beneficia a los británicos?
    En la misma forma en que beneficia a la Unión Soviética.
  26. ¿Existe prueba alguna de que Hitler haya ordenado o sabido de un exterminio masivo de judíos?
    No.
  27. ¿Qué clase de gas fue utilizado por los nazis en los campos de concentración?
    Zyklon-B; un gas hidrocianúrico.
  28. ¿Para qué usos fue -y sigue siendo- producido este gas?
    Para exterminar al piojo causante del tifus. Es empleado en la fumigación de habitaciones y vestimenta. Puede ser adquirido, sin dificultad, hasta el día de hoy.
  29. ¿Por qué se usó este gas y no otro más adecuado para exterminios masivos?
    Si los nazis hubieran querido usar gas para exterminar a seres humanos hubieran elegido algún otro entre los muchos que tenían a su disposición. El Zyklon-B es muy ineficiente, excepto en su uso específico como fumigante.
  30. ¿Cuanto tiempo se tarda en ventilar completamente un área fumigada con Zyklon-B?
    Aproximadamente unas 20 horas. Todo el procedimiento es sumamente complejo y técnico. Se tienen que usar máscaras antigas y sólo pueden ser empleados técnicos altamente capacitados.
  31. Höss, el comandante de Auschwitz, afirmó que sus hombres entraban en las cámaras de gas, para remover los cadáveres, diez minutos después de que los judíos habían muerto. ¿Cómo se explica esto?
    No se explica de ningún modo porque, si los hombres de Höss hubieran efectivamente hecho algo así, habrían terminado sufriendo el mismo destino que los judíos.
  32. En sus confesiones, Höss afirmó que sus hombres fumaban cigarrillos mientras sacaban a los judíos muertos de las cámaras de gas, diez minutos después de haber terminado la operación. ¿No es explosivo el Zyklon-B?
    Lo es, y en alto grado. La confesión de Höss resulta obviamente falsa.
  33. ¿Cuál fue exactamente el procedimiento que supuestamente habrían empleado los nazis para exterminar a los judíos?
    Las historias van desde dejar caer, a través de una perforación en el techo, contenedores de gas dentro de una habitación atestada de gente, hasta la inyección de gas a través de cañerías que terminaban en las duchas de las instalaciones sanitarias. Se alega que «millones» de judíos habrían muerto de esta manera.
  34. ¿Cómo pudo ser ocultado, a judíos que aún no habían sido arrestados pero que estaban destinados a ser exterminados, un plan masivo de estas proporciones?
    No hubiera podido ser mantenido en secreto de ninguna forma. El hecho concreto es que no existieron gaseos masivos de este tipo en parte alguna. Los rumores acerca de los mismos provinieron exclusivamente de fuentes judías.
  35. Si los judíos destinados a ser ejecutados conocían el destino que les esperaba, ¿por qué fueron a la muerte sin luchar ni protestar?
    No lucharon ni protestaron simplemente porque no existió intención de matarlos. Sencillamente se les internaba y se les obligaba a trabajar. (N.del T.: actualmente, las autoridades israelíes se han dado cuenta de esta grave falla en el mito del «Holocausto» y por ello es que, de unos años a esta parte, paralelamente al «Holocausto», ha surgido el mito adicional de la «heróica resistencia» supuestamente opuesta al «exterminio».)
  36. ¿Aproximadamente cuántos judíos murieron en los campos de concentración?
    Entre 300,000 y 500,000.
  37. ¿En qué forma murieron?
    Principalmente por reiteradas epidemias de tifus que causaron estragos en la Europa sumida en la guerra de aquella época. También murieron de inanición y por falta de atención médica, hacia el fin de la guerra, debido a que todas las comunicaciones por ferrocarril y por rutas terrestres habían sido destruidas por el bombardeo aliado.
  38. ¿Qué es el tifus?
    Es una enfermedad que siempre aparece cuando muchas personas se hallan encerradas juntas por largos periodos sin higienizarse. La enfermedad es portada por piojos que infectan el cabello y las ropas. Por ello es que las Armadas y los Ejércitos de todo el mundo tradicionalmente han impuesto cortes de cabello bien cortos a sus tropas. Irónicamente, si los alemanes hubieran usado mayores cantidades de Zyklon-B, muchos más judíos hubieran podido salir con vida de los campos de concentración.
  39. ¿Qué diferencia hay entre 6 millones y 300,000 judíos muertos durante este trágico período?
    ¡5,700,000! y aparte de ello -contrariamente a la propaganda del «Holocausto»- no hubo intención deliberada de exterminar a nadie.
  40. Muchos sobrevivientes judíos de los «campos de exterminio» afirman haber visto pilas de cadáveres amontonados en fosas y quemados. ¿Cuánto combustible hubiera hecho falta para llevar a cabo esta operación?
    Bastante más de lo que disponían los alemanes con la crónica falta de combustible que ya sufrían por aquella época.
  41. ¿Pueden los cuerpos humanos ser quemados en fosas?
    No. Es imposible que un cuerpo humano se consuma totalmente por las llamas de este modo ya que, en fosas abiertas, no puede ser generado el calor necesario.
  42. Los autores que afirman la existencia del «Holocausto» dicen que los nazis eran capaces de cremar un cuerpo humano en cerca de 10 minutos. ¿Cuánto tiempo se tarda en consumir un cuerpo humano, de acuerdo con el testimonio profesional de los operarios de crematorios actuales?
    Aproximadamente unas dos horas.
  43. ¿Por qué había hornos crematorios en los campos de concentración?
    Para disponer, eficiente e higiénicamente, de los cadáveres causados por las epidemias de tifus.
  44. Suponiendo un funcionamiento al 100% de TODOS los crematorios en TODOS los campos del territorio controlado por los alemanes, ¿cuál es la cantidad máxima de cadáveres que hubiera sido posible cremar durante la totalidad del periodo en que dichas instalaciones crematorias estuvieron operando?
    Unos 430,600.
  45. ¿Puede un horno crematorio operar al 100% en forma continua?
    No. Un 50% resulta ya una estimación generosa (12 horas por día). Los hornos crematorios deben ser limpiados regularmente y a conciencia cuando están en uso continuo.
  46. ¿Cuánta ceniza queda de un cuerpo cremado?
    Después de haber pulverizado completamente los huesos, aproximadamente la cantidad equivalente al contenido de una caja de zapatos.
  47. Si seis millones de personas fueron cremadas por los nazis, ¿qué pasó con las cenizas?
    Eso es algo que todavía tiene que ser «explicado». Seis millones de cadáveres producirían literalmente toneladas de cenizas. Sin embargo, no hay pruebas de la existencia de ningún enorme depósito de cenizas de estas dimensiones.
  48. Las fotos aéreas de Auschwitz (tomadas por los aliados durante el período en que las «cámaras de gas», supuestamente, se hallaban operando a pleno) ¿muestran la existencia de cámaras de gas?
    No. En realidad estas fotografías ni siquiera muestran indicio alguno de las enormes cantidades de humo que habrían existido en forma constante sobre el campo. Tampoco muestran las «fosas abiertas» en las que se alega que se quemaban cadáveres.
  49. ¿Qué disponían, esencialmente, las «Leyes de Nuremberg» alemanas de 1935?
    Prohibían el matrimonio y las relaciones sexuales entre alemanes y judíos de un modo similar al de las leyes que existen hoy en Israel.
  50. ¿Hay precedentes norteamericanos de esas leyes alemanas?
    Varios estados de los EE.UU. tuvieron leyes que prohibían el matrimonio y las relaciones sexuales entre personas de distintas razas, mucho antes de que surgiesen los nazis.
  51. ¿Qué fue lo que informó la Cruz Roja Internacional en relaci6n con la cuestión del «Holocausto»?
    El informe de un delegado de la Cruz Roja Internacional que visitó Auschwitz en septiembre de 1944 señalaba que a los internados se les perniitía recibir correspondencia y encomiendas, y que los rumores referentes a las cámaras de gas no habían podido ser confirmados.
  52. ¿Cuál fue el papel desempeñado por el Vaticano durante el período en que se dice que fueron exterminados los seis millones?
    Si hubiera habido un plan de exterminio, el Vaticano ciertamente se hallaba en posición de conocerlo. Pero, puesto que no existió plan alguno de este tipo, el Vaticano careció de razones para adoptar públicamente una posición contraria al mismo.
  53. ¿Qué prueba hay de que Hitler ordenó o supo que se estaba realizando un exterminio de judíos?
    Ninguna.
  54. ¿Hubo colaboración entre los nazis y los sionistas?
    Sí. Ambos estaban interesados en sacar a los judíos de Europa y mantuvieron relaciones amistosas durante la guerra.
  55. ¿Qué fue lo que causó la muerte de Ana Frank varias semanas antes del fin de la Segunda Guerra Mundial?
    Tifus.
  56. ¿Es auténtico el Diario de Ana Frank?
    No. Las pruebas recopiladas por Ditlieb Felderer en Suecia y por el Dr. Robert Faurisson en Francia prueban, definitivamente, que el famoso Diario es una falsificación literaria.
  57. ¿Qué pasa con las numerosas fotografías tomadas en los campos de concentración alemanes y que muestran pilas de cuerpos famélicos? ¿Son fotos trucadas?
    Las fotografías pueden ser trucadas, sin duda. Pero es mucho más simple agregarle una acotación o un comentario falaz a una foto o a un recorte fotográfico auténtico. Por ejemplo: una pila de cadáveres famélicos ¿es prueba de que se trata de gente «gaseada» o deliberadamente hambrienta hasta morir? ¿O es que la fotografía muestra a víctimas de una tremenda epidemia de tifus? ¿O a personas que murieron de hambre por la carencia de alimentos en los campos hacia fines de la guerra? Fotografías de pilas de cadáveres de niños y mujeres alemanas, masacradas por los bombardeos aliados, se han hecho circular como fotografías de víctimas judías.
  58. ¿Quién instituyó el término «genocidio»?
    Raphael Lemkin, un judío polaco, en un libro que se publicó en 1944.
  59. ¿Son documentales películas como la del «Holocausto» «Schindler’s List» o «The Winds of War»?
    No. Estas películas no son históricas sino basadas en novelas y ficciones basadas en la Historia. Desafortunadamente, es demasiada la gente que las ha tomado como representación fidedigna de lo que realmente sucedió.
  60. ¿Cuántos libros se han publicado en los que se refutan afirmaciones de la versión oficial del «Holocausto»?
    Por lo menos 60. Y hay más en proceso de elaboración.
  61. ¿Qué sucedió cuando el Instituto de Revisión Histórica ofreció 50,000 dólares a cualquiera que pudiese probar que hubo judíos gaseados en Auschwitz?
    No se aportó ninguna prueba que mereciese la recompensa ofrecida, pero el Instituto fue demandado por 17 millones de dólares por un sobreviviente del «Holocausto», quien alega que la oferta le ha hecho perder el sueño, lo ha perjudicado comercialmente y representa una «negación injuriante de hechos establecidos».
  62. ¿Qué hay de cierto en la afirmación de que quienes cuestionan el «Holocausto» son antisemitas o neonazis?
    Se trata de una infamia destinada a desviar la atención de hechos concretos y de argumentos contundentes. Entre los investigadores que han refutado los alegatos del «Holocausto» los hay de todas las ideologías: demócratas, republicanos, libertarios, socialistas, cristianos, judíos, etc… No hay correlación entre la refutación del «Holocausto» y el antisemitismo o el neonazismo. De hecho, cada vez son más los investigadores judíos que reconocen abiertamente que las pruebas referentes al «Holocausto» resultan altamente insuficientes.
  63. ¿Qué sucedió con los historiadores que cuestionaron la documentación del «Holocausto»?
    Han sido objeto de campañas difamatorias, expulsiones de puestos académicos, pérdida de pensiones, destrucción de sus propiedades y violencia física.
  64. ¿Ha sufrido el Instituto de Revisión Histórica (Institute for Historical Review) alguna represalia por sus esfuerzos en mantener el derecho a la libertad de palabra y a la libertad académica?
    El IHR ha sufrido atentados con bombas cinco veces y ha sido dos veces objeto de demostraciones por parte de representantes de la Liga de Defensa Judía (Jewish Defense League) que portaban banderas israelíes y proferían amenazas de muerte. Amenazas de muerte hechas por teléfono son, prácticamente, un hecho cotidiano. El 4 de julio de 1984, las oficinas y almacén del IHR fueron completamente destruidos en un delito de incendio.
  65. ¿Por qué hay tan poca publicidad sobre el punto de vista de ustedes?
    Porque, por razones políticas, el «Establishment» no desea ninguna discusión con profundidad sobre los hechos que rodean el mito del «Holocausto judío».
  66. ¿Dónde puedo obtener más información sobre la «otra cara» de la historia del «Holocausto», así como sobre hechos referentes a otras áreas del revisionismo histórico de la Segunda Guerra Mundial?
    Puede escribir a: Institute for Historical Review, Post Office Box 2739, Newport Beach, California 92659, U.S.A., que tiene una gran variedad de libros, casettes y videocasettes sobre importantes cuestiones históricas y que además publica una revista trimestral.

Fuente: http://www.stormfront.org/spanish/pregunt.htm

Informe oficial de muertos en todos los campos, en toda la guerra , según la Cruz Roja:
Numero de muertos en los campos de concentracion nazis

En Castellano traducido:

Casos de muerte certificados de presos en los antiguos campos de concentración

Sonderstandesamt Arlosen

Hasta el 31/12/1982 Desde el 1/01/1983 hasta el 31/12/1983 Suma hasta el 31/12/1983
Auschwitz 53 606 27 53 633
Bergen-Belsen 6 851 6 851
Buchenwald 20 671 20 671
Dachau 18 451 18 451
Flossenbürg 18 330 18 330
Gross Rosen 8 355 8 355
Lublin 7 425 7 671
Mauthausen 78 824 78 824
Mittelbau 7 463 7 463
Natzweiler 4 431 4 431
Neuengamme 5 706 5 706
Ravensbrück 2 138 2 2 130
Sachsenhausen 5 012 5 012
Stutthof 11 237 1 065 12 303
Theresienstadt 27 260 344 27 604
Verschiedene 4 643 4 643
——— —— ———
280 212 1 865 282 077
====== ==== ======

Número de fichas del fichero principal del registro (Sonderstandesamt) sobre casos de muerte registrados en el Sonderstandesamt y en otros registros: 363 468

Vídeo real grabado por los delegados de la Cruz Roja en campos de concentración nazi:

Los delegados de Cruz Roja Internacional que visitaron los campos de concentración nacionalsocialistas durante la Segunda Guerra Mundial testificaron que no encontraron evidencia alguna de que allí se estuviera exterminando a judíos y otras personas masivamente, así como que allí no había cámaras de gas.

https://cazadebunkers.wordpress.com/wp-content/uploads/2012/01/27.jpg?w=300

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Rapport de la Cruz Roja sobre los campos de Concentración Alemanes

En este articulo se expondra un trozo del libro «el mito de los 6 millones» de J. bochaca, en donde se menciona el Rapport Oficial de la Cruz Roja, que hecha por tierra muchos de los relatos del «Holocausto» Judio.

Existe un estudio de la cuestión judía en Europa en el transcurso de la II Guerra Mundial y de las condiciones de vida en los campos de concentración alemanes, que es casi única en su género por su honradez y su objetividad. Se trata del Rapport , en tres volúmenes, del “Comité Internacional de la Cruz Roja Internacional” sobre sus actividades durante la guerra. Ese Rapport fue publicado en Ginebra en 1948. Este informe exhaustivo, procedente de una fuente neutral completamente, incluye y amplía revelaciones contenidas en dos obras precedentes, también de la Cruz Roja, tituladas: “Documentos sobre las actividades del Comité Internacional de la Cruz Roja a favor de los civiles detenidos en los campos de concentración en Alemania, 1939—1945”, e “Inter Arma Caritas: la Obra del Comité Internacional de la Cruz Roja durante la Segunda Guerra Mundial”, editadas en Ginebra, respectivamente en 1946 y 1947. El grupo de autores, dirigido por un francés, Frédéric Siordet, hace constar, al principio del Rapport, que se ha redactado inspirándose en principios de una estricta neutralidad política, siguiendo la tradición de la Cruz Roja, y es ahí donde se halla su gran valor.

En Comité Internacional de la Cruz Roja consiguió hacer aplicar las convenciones militares de Ginebra, de 1929, para poder visitar a los detenidos civiles de los campos de concentración alemanes tanto de Europa Central y Occidental, como de Europa Oriental: en otras palabras, el C.IC.R. pudo visitar tanto los campos en que luego se reconoció que nunca hubieron “cámaras de gas” (Dachau, Belsen, Dora, Oranienburg, Buchenwald, etc.) como los que se afirmó que las hubo, especialmente Auschwitz. Huelga decir que el C.LC. R. visitó regularmente los campos de concentración que, en un principio se reservaban a prisioneros de guerra, y ello tanto en Alemania y las zonas de nuestro continente ocupadas por Alemania y sus aliados, como en la Gran Bretaña. En cambio, no le fué posible actuar de igual modo en la Unión Soviética, toda vez que ese país nunca ratificó los acuerdos de la Convención de Ginebra. Los millones de prisioneros civiles y. militares de la Unión Soviética, cuyas condiciones de vida eran, cual es público y notorio, las más penosas de todos, sin comparación alguna, estaban completamente desconectados del mundo exterior, no podían solicitar el amparo, ni siquiera teórico, de ningún control internacional y vivian en condiciones infrahumanas.

El Rapport es importantísimo porque, para empezar, aclara las circunstancias legitimas de la detención de judíos en los campos de eoncentración, como ciudadanos de un país enemigo. Al describir las dos categoría de civiles internados, el Rapport califica al segundo tipo como “civiles deportados por razones administrativas”. La expresión alemana es más exacta que la del texto francés del Rapport. Los alemanes lo llamaban Schutzhaftlinge, es decir, detención preventiva, refiriéndose a individuos que habían sido internados por motivos politicos o raciales, porque su presencia era considerada como un peligro en potencia para el Estado o para la tropa de ocupación.

El Rapport reconoce que los alemanes fueron, al principio, algo reticentes en permitir a la Cruz Roja entrevistarse con personas internadas por razones de seguridad del Estado (es decir, en un 98 %, judíos), pero afirma que a partir de Julio de 1942, el C.I.C.R. obtuvo concesiones muy importantes de los alemanes. Se permitió al C.l.C.R. que distribuyera víveres en los grandes campos de concentración a partir del siguiente mes, es decir, de Agosto de 1942. Esta concesión fué extendida a todos los campos a partir de Febrero de 1943 (233). El C.I.CR. estableció rápidamente contacto con los comandantes de los respectivos campos de concentración y puso en marcha un programa de envíos de víveres que funcionó regularmente hasta los últimos meses de la guerra, en 1945, y de ello dan fé las numerosas cartas de agradecimiento escritas por miles de judíos detenidos en esos campos.

El Rapport del C.I.C.R. menciona que “se enviaban 9.000 paquetes dianos. A partir del Otoño de 1943, y hasta Mayo de 1945, se mandaron aproximadamente 1.112.000 paquetes de vituallas, con un peso total de 4.500 toneladas (234). Además de los paquetes de víveres, se mandaron paquetes conteniendo productos farmaceuticos y vestidos. “Se mandaron expediciones a Dachau, Buchenwald, Sangerhau sen, Sachsenhau sen, Oranienburg, Flossenburg, Landsbergam, Lech, Floha, Ravensbruck, Hamburg—Neuengamme, Mauthausen, Theresienstadt, Auschwitz, Bergen—Belsen y a otros campos situados en el centro y sur de Alemania y en las cercanías de Viena. Estos paquetes estaban destinados sobre toda a judíos belgas, holandeses, franceses, italianos, griegos, polacos, noruegos y apátridas” (235). Estas mercancias habían sido recogidas o compradas por diversas organizaciones judías de beneficiencia en todo el mundo, y muy especialmente por el “American Joint Distribution Committee”, de Nueva York (236). Hasta la entrada en guerra de los Estados Unidos, este Comité fué autorizado por el Gobierno Alemán a ins­talar sus oficinas en Berlin.

A parte del citado “American Joint Distribution Committee”, fué la propia Cruz Roja quien compraba ingentes cantidades de víveres, sobre todo en Rumania, Hungría y Eslovaquia, estados, como se sabe aliados del Reich. El C.I.C.R. se queja, en su Rapport, de que su acción de gran envergadura de ayuda a los internados judíos fuera dificultada, no por los alemanes, sino por el estrechisimo bloqueo de Europa llevado a cabo por los Aliados occidentales (237).

Los delegados del C.I. C.R. pudieron visitar todos los campos de concentración alemanes. Es de destacar el elogio que se hace del campo de Theresienstadt (Terezin) en el que se hallaban exclusivamente judíos. “Este campo, en el que vivían unos 40.000 judíos deportados de diversos paises, era un ghetto relativamente privilegiado” (238). Según informes recogidos por el C.I.C.R. este campo había sido creado a título experimental por ciertos dirigentes del Reich que querían dar a los judíos la posibilidad de vivir en común en una ciudad administrada por ellos mismos y dotada de una autonomía interna casi completa… Los delegados pudieron visitar ese campo el 6 de Abril de 1945, semanas antes del fin de la guerra y doce días antes de su ocupación por los Aliados, y confirmaron la impresión favorable obtenida en su primera visita” (239).

El C.I.C.R. elogia, muy especialmente, la actitud humantaria del régimen de la Rumania fascista de Antonescu, que permitió y dió toda clase de facilidades al Comité para que socorriera a los 183.000 hebreos rumanos. Esta ayuda duró hasta la ocupación del país por las tropas soviéticas, lo que significó el fin de la misma, pues “el C.I.C.R no consiguió jamás mandar ni un sólo paquete de víveres, ni de correspondencia, a la Unión Soviética ni a los paises controlados militarmente o políticamente por ella (240). Es típico el caso de Auschwitz. El C.I.C.R. recibió una correspondencia voluminosa procedente de ese campo hasta la llegada de los soviéticos; entonces la correspondencia cesó de llegar. Una parte de los detenidos fué evacuada hacia el Oeste, a la zona ocupada por americanos e ingleses, instalándose en Oranienburg y Buchen wald, y el C.I.C.R. pudo continuar haciéndoles llegar víveres y medicamentos no así a los que quedaron en Auschwitz, con los que se perdió todo contacto.

Es curioso, por otra parte, que si los detenidos podían mandar, a través del C.I.C.R., una voluminosa correspondencia, y más concretamente desde el fa~ moso “campo de la muerte” de Auschwitz, no se filtrara, en la misma, ningún indicio acerca de los supuestos asesinatos masivos alli cometidos. Evidentemente en Auschwitz, como en todas partes, existía una rígida censura de correspondencia con sus propios co-nacionales, y a mayor razón con los internados políticos o por razones administrativas. Pero choca con el sentido común más elemental que ni una sóla de las misivas escritas desde Auschwitz consiguiera, por medios indirectos, comunicar a los Aliados la supuesta realidad de las masacres y de las cámaras de gas. Y raya en la imposibilidad pura y simple que los delçgados de la Cruz Roja que se pasearon por los campos de concentración alemanes durante el curso de la guerra, no se apercibieron de nada. Podrá argüirse qúe si se apercibieron pero guardaron silencio para no agravar aún más la suerte de los internados. Pero este argumento no es válido, por cuanto el Rapport del Comité Internacional de la Cruz Roja fué publicado en Ginebra, tres años después del fin de la guerra. Es más, teniendo en cuenta el clima político imperante en aquellas fechas, hubiera sido más popular para el C.I.C.R. afIrmar que había comprobado la existencia de cámaras de gas que guardar silencio sobre el tema. Y cuando fueron requeridos, los delegados del C.IC.R., a que se pronunciaran al respecto, manifestaron que les era imposible no oponerse a la irresponsable campaña con la que se pretendía acusar de genocidio al régimen nazi.

Uno de los aspectos más importantes del Rapport a que nos estamos refiriendo es que viene mucha luz sobre los motivos del aumento de los decesos en los campos de concentración hacia el final de la guerra. Por ejemplo, se afirma que “. . . en las condiciones caóticas en que se debatia Alemania hacia el final de la guerra, los tremendos bombardeos aéreos arruinaron no sólo la economía sino los transportes en el ámbito del III Reich. Los víveres no llegaron a los campos de concentración y hubo cada vez mas .detenidos que perecían de inanición” (241). Alarmado por tal situación, el Gobierno Alemán informó de ello a la Cruz Roja, en Febrero de 1945. A principios de Marzo de 1945, Kaltenbrunner se entrevistó con el Presidente del C.I.C.R. De resultas de tal entrevista, la Cruz Roja se encargó, a través de sus propios delegados, de tal distribución de los paquetes de víveres en los campos y un delegado del C.I.C.R. fué autorizado a permanecer en cada campo. Dicho delegado tenía plena libertad tic movimientos (242). Es decir, que en los dos últimos meses de la conflagración, cuando, según los apóstoles de la literatura concentracionaria, los alemanes llevaban a cabo, con toda su intensidad, su política de ge. nocidio, había un delegado de la Cruz Roja en cada campo. Y ninguno de tales delegados se dió cuenta de nada. Ninguno vió una cámara de gas. Ninguno vio un crematorio que no se utilizara para incinerar cadáveres de apestados o de tíficos. Ninguno tuvo la curiosidad para escuchar los rumores sobre el gaseamientos o cremaciones colectivas de seres vivos. Todos estaban distraí­dos ¿Tódos? ¿Es esto admisible?

Pero aún hay más. El C.I.C.R. protestó, el 15 de Márzo de 1944 contra “la bárbara guerra aérea de los Aliados” (243). Esta protesta se hizo oficialmente en el interés de los prisioneros de guerra y de los internados administrativos (es decir, en su gran mayoría judíos). El 2 de Octubre de 1944 el C.I.C.R. formuló una nueva protestas al “Foreign Office”, advirtiendo del inminente hundimiento del sistema de comunicación alemán y afirmando que traería como consecuencia inevitable el hambre para todos los que se encontraban entonces en Alemania, prisioneros incluidos (244).

En lo que concierne a la tasa de mortalidad en los campos, el Rapport precisa que se utilizaron los servicios de la mayor parte de los médicos judíos internados para luchar contra el tifus en el frente del Este, pero muchos médicos israelitas, estuvieron en los campos luchando contra las epidemias de tifus cuando éstas llegaron a su punto álgido en 1945 (245).

Por lo que se refiere a la alegación de que los alemanes habían camuflado las cámaras de gas en salas de duchas, el Rapport del comité lo desmiente tácitamente al declarar:

“Los delegados del Comité Internacional de la Cruz Roja visitaron no solamente los lavabos, sino las instalaciones de baños, las duchas y los talleres de lavado de ropas. Debieron intervenir a menudo para hacer reparar algunas instalaciones o para lograr mejoras”.(246)

Esto nos parece definitivo. Los delegados del C.I.C.R. visitaron los célebres baftos-ducha, y si debieron intervenir para repararlos o lograr mejoras, es porque los vieron en acción. Admitamos que a algún o algunos delegados lograran engañarles los alemanes, haciendoles “ver” que las “cámaras de gas” eran baños—ducha. Concedido. Pero, ¿a todos los delegados a la vez, y en todos los campos?. Precisamente el examen de este voluminoso Rapport en tres volumenes, con un total de 1.630 páginas de documentos oficiales demuestra que los delegados del C.I.C.R. no encontraron ningúna prueba, en los campos de concentración de Alemania y de los países ocupados o bajo su área de in. fluencia, de una política oficial, extra—oficial y deliberada de exterminio de los judíos. En ninguna de las 1.630 páginas se habla de cámaras de gas, ni de otros crematorios que los convencionales, destinados a incinerar cadáveres. El Rapport reconoce que los judíos, como muchos otros pueblos en el curso de la guerra, sufrieron privaciones y que la vióa en los campos de concentración, sobre todo en los últimos meses, fué penosa, pero el silencio total sobre una política deliberada de exterminio, refuta, por si sólo, la fábula de los Seis Millones.

El Volumen III del Rapport trata extensamente de la ayuda “prestada a los judíos de la población libre” (247). Se demuestra sin resquicio alguno a la duda razonable que no todos los judíos fueron internados en campos de concentración, sino que muchos miles de ellos, en ciertas zonas, permanecieron mezcladas con la población civil, aún cuando estuvieron sometidos a determinadas restricciones.

En Eslovaquia, por ejemplo, estuvieron casi todos libres, en un regimen parecido al de la “libertad vigilada”. En ese país actuaba el adjunto de Eichmann, Dieter Wisliceny (248), y los judíos que fueron enviados a campos de concentración sólo fueron los participantes en acciones de sabotaje y los afi­liados a los partidos marxistas. Esta situación se prolongó hasta Agosto de 1944, en que se produjo un conato de sublevación contra el regimen del Padre Tisso, aliado de Alemania; en esa sublevación los judíos eslovacos tomaron parte casi en masa y entonces, salvo raras excepciones, los judíos fueron inter­nados en campos de concentración (249).

Entre los tres millones o tres millones doscentos mil judíos que, según demostrado en el epígrafe “LOS DERECHOS DE LA ARITMETICA” se hallaban en Europa, en el curso de la guerra, en territorio controlado por Alemania, hubo no sólo muchos que no fueron internados y otros muchos que tomaron parte en los movimientos de partisanos, sino que además una parte de ellos pudo emigrar en el curso de la contienda, generalmente yía Hungría, Rumania y Bulgaria, hacia Turquía Europea. Esta emigración a partir de los territorios ocupados por los alemanes fué facilitada igualmente por el Reich. Es curioso el cáso de los judíos polacos que llegaron a Francia antes de la ocupación de este país. “Los judíos de Polonia que, hallándose en Francia, habían obtenido varias visados de entrada en los Estados Unidos, fueron considerados ciudadanos americanos por las autoridades alemanas de ocupación, que aceptaron ulteriormente reconocer la validez de unos tres mil pasaportes entregados a judíos por determinados consulados de países de América Latina” (250): Como futuros ciudadanos americanos, estos judíos fueron internados en el campo de Vittel reservado a ciudadanos americanos cuya presencia se consideraba “non grata” en la Francia Ocupada. Muchos de estos ciudadanos americanos eran, también, de origen racial judío.

La emigración de los judíos europeos a partir de Hungría, en especial, con­tinuó en el curso de la guerra, sintrabas por parte de las autoridades alemanas. “Hasta Marzo de 1944, los judíos que tenían el privilegio de haber obtenido visados ingleses para ir a Palestina fueron autorizados a abandonar Hungría, en dirección a Estambul” (251).

Incluso después de la caída del régimen de Horthy y su substitución por el de Szallasi la emigración de los judíos continuó. El C.I.C.R. recibió un mensaje personal del Presidente Roosevelt en el que se especificaba: “El Gobierno de los Estados Unidos reitera expresamente que hará todo lo necesario para ocuparse de todos los judíos que están siendo autorizados a partir enlas actuales circunstancias” (252).

Un hecho que ilustra claramente la profundidad del lavado de cerebro colectivo a que se ha llegado en nuestra triste época es que un documento de especialistas, como el Rapport de la Cruz Roja, sea prácticamente ignorado por el gran público, mientras la lacrimógena impostura del Mito de Anna Frank haya alcanzado alguna notoriedad mundial y hasta haya sido impuesto como libro de texto obligatorio en varios “lander” de la muy democrática República Federal Alemana.
(233) Rapport del C.I.C.R.. — Volúmen III, p.78.

(234) Ibid. Id. Op. Cit. Volumen III, p. 80.

(235) Ibid. Id. Op. Cit. Vol III, pág. 83.

(236) Ibid. Id. Op. Cit. Vol 1, pág. 644.

(239) Ibid. Id. Op. Cit. Vol 1 pag, 642.

(240) Ibid. Id, Op. Cit. Vol 1, pag, 62.

(241) Ibid. Id. Op. Cit. Vol. III, pag. 83.

(242) Ibid. Id. Op. Cit. Vol. III, pag. 83—84.

(243) Inter Arma Caritas, pág. 88.

(244) Inter Arma Caritas, pág. 79.

(245) “Rapport del C.I.C.R”. Vol. I. Pág. 204.

(246) Ibid. Id. Op. Cit. Vol. III; p. 594.

(247) Rapport del C.I.C.R. Vol I, cap. 3—1.

(248) Capturado por los comunistas checos fue “interrogado” en la prisión de Bratislava, donde, en Noviembre de 1946 firmó unas “confesiones” al estilo soviético, incriminandose a si mismo y a numerosos jerarcas nazis. Estas confesiones están, insólitamente, escritas en inglés y hablan de que la ocupación de Polonia incrementó en tres millones la cifra de judíos bajo control nazi —tesis comunista tiempo ha refutada— lo que da un indicio clarísimo de la identidad de los autores de su “confesión” (N.del A.)

(249) Rapport del C.I.C.R. Vol. 1, pág. 646.

(250) Rapport del C.I.C.R. VoL 1, pág. 645.

(251) Ibid. Id. Op. Cit. Vol. 1, pág 648.

(252) Ibid. Id. Op. Cit. Vol 1, pág. 649.

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CONCLUSION

Creemos haber demostrado, en las páginas precedentes, los siguientes puntos:

1) Los Nazis querían que los judíos emigraran; de Alemania, primero. De toda Europa después. Pero no querian liquidarlos físicamente. De haberlo querido, más de quinientos mil judíos no estarían actualmente en Israel cobrando indemnizaciones de Alemania Federal. Si algo les sobró a los Nazis para exterminar a los judíos fué tiempo. Seis años desde que empezó la guerra y doce desde que tomaron el poder, muy democráticamente por cierto.

2) Es un hecho histórico que los Nazis intentaron solucionar el problema judío a base de facilitar su emigración ordenada a otros paises. Las grandes “democracias”, que mantenían inexplorados y vacíos inmensos territorios no dieron ciertamente facilidades. El poderoso movimiento sionista no presionó tampoco para activar una emigración ordenada, tal como deseaba Hitler. A tal movimiento político incluso le convenía que algunos cientos de miles de correlegionarios suyos pasaran penalidades en Europa. Penalidades que luego se cobrarían al ciento por uno, política o económicamente, y ayudarían a mantener la cohesión del Judaísmo. Hitler ofreció una solución del problema judío en el discurso ante el Reichstag el 6 de Octubre de 1939, después de la campaña de Polonia. A parte de proponer la paz, el punto 3º de su discurso vetsó sobre “Un intento de ordenar y solucionar el problema judío”. Su propuesta no halló el menor eco en los gobiernos de las democracias occidentales.

3) Ni un sólo judío fué gaseado en Alemania y Austria, y cada vez hay más pruebas de que tampoco ocurrió en Auschwitz. Está demostrado que las pretendidas pruebas presentadas sobre los supuestos gaseamientos en Auschwitz son burdas mentiras, culminadas con el milagro atribuido a los Nazis, capaces de dinamitar las cámaras de gas, para hacer desaparecer las huellas de su crimen, sin que los crematorios, que se hallaban en el piso de encima, según las autoridades polacas, sufrieran daño alguno.
Hubo ciertamente crematorios para incinerar a los que habían muerto por diversas causas, incluyendo los genocidas raids aéreos de la aviación Aliada.

4) La mayor parte de los judíos que perecieron en pogroms lo fué a manos de las poblaciones civiles antes de la llegada de la Wehrmacht, la cual estaba interesada en el “manpower” que podían representar los judíos en la industria y la agricultura.

5) La mayor parte de los judíos que perecieron a manos de los alemanes eran elementos subversivos, espías o partisanos. En muchas ocasiones, también, los judíos eran víctimas de las represalias contra las actividades dé los citados partisanos. Las ejecuciones de rehenes, con todo lo lamentables que puedan ser, están previstas en todos los códigos militares del mundo, y su justificación radica en la existencia de los propios partisanos. Son éstos los que rompen la barrera entre combatientes y no—combatientes al no llevar uniforme y refugiarse en el anonimato de la población civil. Lo que pueda sucederle a éste será responsabilidad de los partisanos, que actúan fuera de las leyes de la guerra, y no del ejército regular.
También perecieron muchos judíos, en los campos de concentración, ejecutados por actos de sabotaje (298). La ejecución de saboteadores en tiempo de guerra está igualmente prevista en los códigos militares, y no sólo en el alemán.

6) Si fuera cierto que los Nazis ejecutaron, de hecho, a Seis Millones de judíos, el Judaísmo solicitaría subsidios y más subsidios para fomentar las investigaciones sobr el Genocidio, e Israel pondría sus archivos a disposición de los historiadores. Ni el Judaísmo ni el estado de Israel lo han hecho así. Muy al contrario, a todo aquel que ha intentado estudiar el problema seriamente lo han boycoteado, moral o materialmente. Esto constituye, a nuestro juicio, una prueba moral de que la cifra de los Seis Millónes es una estafa.

7) No hay ni una sóla prueba material del Genocidio. Hemos demostrado que la cifra de Seis Millones de gaseados es demográfica y materialmente imposible, así como técnicamente irrealizable. El modus operandi descríto por los autores del Mito es farragoso, innecesaria y ridículamente complicado y de un costoso prohibitivo en tiempo de guerra.
Los testimonio aducidos (Hoettl, Hoess, Eichmann, Gerstein) son inválidos: a) por haber sido, según es público y notorio, obtenidos bajo coacción. b) por no haber sido posible someterlos a contrainterrogatorio de la defensa, lo cual los descalifica automáticamente.

8) Son los acusadores los que tienen la obligación de presentar la prueba de que los Nazis gasearon a Seis Millones de judíos, y no los acusados Nazis. El fardo de la prueba recae, en todos los países civilizados, en el acusador, y no en el acusado. Demostrar una verdadera culpabilidad es mucho más fácil que demostrar una verdadera inocencia. ¿Cómo va a poder demostrar, el hombre más honrado del mundo, que nunca robó nada a nadie? Es el acusador quien tiene que demostrar sus cargos. Por tal motivo, los juicios contra antiguos SS, guardianes de campos de concentración, a los que se declara a priori miembros de organizaciones criminales y deben demostrar su inocencia sobre hechos que se suponen acaecidos hace treinta y cinco años, no son más que linchamientos legales.

9) Lademostración obvia de que la cifra de Seis Millones no tiene ningún fundamento nos la da el hecho de que los propios historiadores, escritores, publicistas y políticos judíos, sionista o no, presentan discrepancias verdaderamente ridículas en sus cálculos. Tras hacer firmar al desgraciado Gerstein (suponiendo que existiera) que los Nazis asesinaron a 45 millones de judíos, y luego, dos meses más tarde, reducir la cifra a 25 millones, para dejarla en “20 millones y pico” (sic) se descendió gradualmente a once millones, luego a ocho millones y finalmente se estabilizó la cuenta en la cifra de Seis Millones. Esta cifra perduró casi veinticinco años, en realidad aún perdura, pero coexiste con nuevas cifras. Por ejemplo, el Fiscal del Proceso Eichmann citó la cifra de 5.700.000, pero el Juez en sus conclusiones rehusó complicarse la vida con cifras y habló de “varios millones de inocentes judios”. (299) William Shirer el buda de los historiadores judíos, asegura que los Nazis asesinaron a cuatro millones de judíos (300). Josef G. Burg deja la cifra en 3.323.000 y aún se cubre con la frase de que “a tal cifra se llega tomando como ciertas las cifras de los más desenfrenados cultivadores de esa Mentira” (el supuesto Genocidio). El Padre Daniel Rufeisen corrige ligeramente las cifras de Burg y cifra el número total de judíos muertos en el transcurso de la contienda —por todos conceptos, incluyendo las causas naturales— en unos tres millones, como máximo. Aldo Dami —medio judío y casado con una judía— da la cifra de medio millón, también como máximo. Y el doctor Listojewski, un judío californiano, tras estudiar durante dos años el problema, afirma que el número máximo de judíos que perecieron durante el periodo hitleriano osciló entre 350.000 y 500.000 y remacha “Si nosotros, los judios, aseveramos que fueron Seis Millones, es una gran mentira (301). Finalmente, el judío americano, Doctor Freedman, como ya hemos visto, cree que la cifra de bajas judías no excedió de las 300.000 mientras niega en redondo la Mitología del Holocausto.

10) El mutismo de la Cruz Roja Internacional y del Estado Vaticano como institución, tanto durante la guerra como al final de la misma, sobre el plan genocida oficial u oficioso ideado y puesto en práctica por los Nazis para exterminar a los judíos, demuestra que tal plan no existió.

11) En número aproximado de bajas sufridas realmente por los judíos se sitúa, en nuestra opinión, entre 250.000 y 400.000. Esas cifras representan, para nosotros, el mínimo y el máximo. La razón de tan importante diferencia estriba en la absoluta falta de credibilidad de los testimonios emanados de fuentes rusas o polacas, y también del hecho de que a veces los judíos son catalogados como tales en las estadísticas, y a veces como rusos, polacos, etc,. No obstante, y remitiéndonos a lo que manifestamos en el epígrafe “¿CUANTOS MURIERON EN REALIDAD?” creemos que la cifra debe situarse alrededor de los 300.000. Damos por supuesto que un tercio de las personas muertas en campos de concentración eran judías (no debemos olvidar que los prisioneros de guerra rusos se contaban por millones), y si, según la Cruz Roja Internacioñal murieron en los campo de concentración unas 395.000 personas podemos desglosar las bajas de la siguiente manera, en lo que concierne a los judíos: unos 130.000 en los campos de concentración, a causa de infecciones, mala alimentación al final de la guerra, causas naturales, bombardeos aéreos, y, eventualmente, malos tratos de algunos guardianes, entodo caso, individuales y a espaldas del mando. Debe, además, insistirse en que las condiciones de vida de los internados empeoraron cuando los alemanes entregaron la administración interna de los campos a los “kapos”, es decir a los propios internados. Unos noventa mil en acciones bélicas a manos de los “Einsatzgruppen” (esta cifra es la máxima que se ha admitido por los propios judíos que pretenden ser historiadores). Y podemos cifrar el resto de los muertos judíos (a causa de su participación en los movimientos de resistencia occidentales; en el alzamiento armado del ghetto de Varsovia, de los bombarderos aéreos Aliados, por actos de sabotaje, subversión y espionaje y por causas naturales) en una cifra intermedia entre 50.000 y 100.000 personas. Es decir, en total, más o menos las que murieron en una noche en el bombardeo terrorista de la ciudad—hospital de Dresde, perpetrado por la aviación aliada, drama del que nunca se ocupan nuestros grandes medios de “información”.

12) La finalidad del Fraude tiene una doble vertiente: por un lado, impedir una auténtica unidad del bloque Occidental. Por otro, obtener fondos, mediante la operación de chantaje y difamación más monstruosa del toda la historia del mundo, para el estado de Israel.
(298) Los propios judíos se han enorgullecido de su labor de sabotaje. Por ejemplo, en el campo de Dora, donde se fabricaban las V—2, los judíos sabotearon su puesta a punto, de manera que un buen porcentaje de las mimas quedaron inutilizadas. En Sachsenhausen la dirección del campo debió solicitar, la ayuda de la Gestapo ante la magnitud de los sabotajes en la fabricación de motores Heinkel. (“Impossible Oubli”, Paris, 1970).
(299) En toda la Historia del Derecho, esta fué la primera vez que un acusado fué declarado culpable de un número indeterminado de crímenes. Incluso en los procesos contra las “brujas” en la Baja Edad Media se debía especificar, obligatoriamente, cantidad y calidad de los delitos imputados. Normalmente, el Juez del Proceso de Jerusalén debiera haber sido revocado, y el juicio anulado y repetido con otro juez, que se ajustara a derecho (N. del A.)
(300) William Shirer: “Rise and Fail of the III Reich”.
(301) Publicado en la Revista “The Broom”, de San Diego, California,el 11 de mayo de 1952.

Imagen del Rapport donde se menciona las victimas Judias en los Campos de Concentracción.

Alli se ve que el total de judios muertos fueron de 271.304 personas, bastante menos que los 6 millones que se dice.

«La primera víctima de la guerra es la verdad»

Winston Churchill

DOCUMENTAL: El Fraude del Auschwitz (1ª parte de 7)

Holocuento para inútiles ( 1/3 )

Los campos de concentración nazis y el mito de los 6 millones


Los llamados modernos medios de Información que, en honor a la Verdad, debieran ser apodados de “Desinformación”, han presentado una imagen convencional del problema. El contencioso germano-judío ha sido fallado por la Historia Oficial de la post-guerra de manera totalmente maniquea. Los nazis y, por extensión, los alemanes todos, eran unos brutos salvajes que encerraban a los judíos de Alemania y de los países que lograron ocupar militarmente en unos campos de concentración, con la finalidad de exterminarlos en crematorios y en cámaras de gas. Los judíos eran unas inocentes criaturas, que se dejaban llevar mansamente al matadero, entonando a coro el Cantar de los Cantares. Esa imagen ha sido reiterada, ad nauseam, en revistas y periódicos, por la radio y la televisión de todos los paises, beligerantes o no en la pasada guerra… Docenas, centenares de peliculas han aparecido y aparecen aún, pasados treinta años del final de la contienda, repitiendo obsesivamente el mismo leit motiv: alemanes estúpidos, nazis asesinos, judíos inocentes y holocausto infernal de seis millones de personas, perpetrado con refinamientos de crueldad inconcebibles en seres que se suponen civilizados.

Antes de entrar decididamente en lo que constituye el tema central de la presente obra, esto es, la demostración de que no existió un plan oficial aleman para la exterminación masiva de los judíos por el hecho de serlo y que, en cualquier caso, la cifra de bajas judías, por todos los conceptos, de resultas de la conflagración mundial, no pudo sobrepasar el 10 por ciento de la cifra oficial, hemos querido situar el problema en sus justos y exactos términos. Tal vez nos hayamos extendido excesivamente en los precedentes epígrafes, pero ello nos ha parecido impréscindible para una nueva evaluación precisa del problema.

Bien intencionados de la escuela revisionista se han sumergido de lleno en el tema, olvidándose de los antecedentes del mismo, y limitándose a señalar la imposibilidad material de la cifra de seis millones de exterminados. Un tal planteamiento, excluyendo las circunstancias que enmarcan el caso, parece dar por sentado que es lógico el internamiento de varios millones de civiles en campos de concentración.


Si se omite el mencionar lo que, basandonos en testimonios de parte contraria a los nazis o, simplemente, a los alemanes en general, hemos reseñado en los epígrafes anteriores, cualquier lector medianamente advertido notará una laguna que por fuera hay que colmar. A nuestro juicio, el planteamiento correcto del problema de lo que no dudamos en calificar como “el mayor fraude histórico de todos los tiempos” es el siguiente:

a) La tradicional amistad entre el Sionismo y el Pan-Germanismo quedo rota cuando, a mediados de 1917, aquél traicionó una alianza fáctica y propició la entrada de los Estados Unidos en la guerra, al lado de los Aliados, lo que originó la derrota de Alemania y el infausto Tratado de Versalles, en cuya redacción participaron numerosos e influyentes judíos, en muchos casos nacidos en Alemania

b) La masiva participación de los judíos en las revueltas comunistas ocurridas en Alemania entre 1917 y 1925, así como su papel de líderes de los movimientos disolventes y antinacionales, culminando todo ello en una posición de preponderancia política y económica contribuyó poderosamente al triunfo electoral del Nacionalsocialismo, cuyo programa preveía la asimilación de los judíos alemanes al estatuto de extranjería.

c) Tal como hemos visto en precedentes epígrafes, los judíos del mundo entero, incluyendo los nativos de Alemania y Austria, declararon, de hecho y oficialmente, la guerra a Alemania.

d) En el transcurso de la guerra, diversos judíos con pasaporte norteamericano, inglés, francés o apátridas (ex-alemanes) coadyuvaron al endurecimiento de la guerra contra Alemania y a la entrada de los Estados Unidos en la contienda.

e) Las actividades de los judíos en los diversos movimientos de resistencia, es decir, de francotiradores que combatían sin uniforme, han sido tan voceadas por los propios hagiógrafos de los judíos que huelga extenderse sobre ello. En dichos movimientos —de lucha ilegal según las Convenciones de Ginebra y La Haya, no se olvide— los judíos eran legión.

f) En tales circunstancias, y atendidos los citados precedentes, los civiles judíos constituían, tanto en Alemania como en los territorios que sucesivamente fue ocupando el Ejército Alemán en el curso de la guerra, un peligro potencial. Por consiguiente, se hizo necesario, en determinados casos, su internamiento.

g) Ese internamiento hubo de realizarse en campos de concentración, que hubo que improvisar en plena guerra, pues los construidos en preguerra para alberge de marxistas y elementos asociales no bastaban. Con la masiva llegada de prisioneros, especialmente procedentes del frente del Este, la situación en los campos de concentración empeoró, aumentando la tasa de mortalidad, ya normalmente elevada en los campos de prisioneros.

h) La tesis oficial pretende que, mediante gaseamientos, crematorios, fusilamientos en masa y sevicias de todo género, no menos de seis millones de judíos fueron deliberadamente ejecutados por los nazis, siguiendo un plan oficial del Gobierno Alemán.

i) Como vamos a demostrar seguidamente, no existió ningun programa oficial de exterminación de los judíos, no existieron cámaras de gas y los crematorios tenían como finalidad la incineración de los cadáveres. Finalmente la cifra de seis millones de judíos muertos representa de quince a veinte veces la realidad.
j) El “mito de los seis millones” es artificiosamente mantenido en vida por el interés mancomunado y convergente del Sionismo Internacional y de la Unión Soviética. Para ésta, la creencia en tal entelequia mantiene en pié un muro de horror entre Alemania Occidental y los demás paises de la Europa residual aún no sometidos al Comunismo. Si seis millones de judíos fueron exterminados, muchísimos alemanes debieron saberlo; si lo sabían y lo toleraban Alemania era —y debe continuar siendolo— un país de salvajes, indigno de la convivencia internacional. Así se mantiene una resquebrajadura permanente en el ya de por sí poco sólido edificio de la Alianza Atlántica. Para aquél, —para el Sionismo—, la pervivencia del mito representa la seguridad de poder continuar contando con la República Federal Alemana como enjuagador de los permanentes déficits del Estado de Israel.


Los campos de concentración para judíos y (no-judíos) estaban ubicados en las siguientes ciudades: Katzweiler, Dachau, Flossenburg, Buchenwald, Bergen-Belsen, Neuengamme, Ravensbruck, Sachsenhausen, Gross-Rosen, Theresienstadt, Mauthausen, Stutthoff, Chelmno, Treblinka, Sobiror, Maidanek, Belzec, Auschwitz-Birkenau, Vught, Dora, Beuchow, Drancy, Ellrich, Elsing, Gandersheim, Gurs, Herzogenbusch, Kistarcsa, Lublin y Wolzec.

Para empezar, he aquí una fantástica coincidencia. Según la literatura concentracionaria, aún cuando los malos tratos ejercidos con lunático sadismo se dieron en todos los campos citados, sólo fueron “campos de exterminación” propiamente dichos los de Auschwitz-Birkenau, Stutthof, Chehnno, Belzec, Treblinka, Maidanek y Sobiror, es decir, todos los situados en territorio actualmente controlado por los comunistas, rusos o polacos. Se ha podido probar que ni Dachau, ni Buchenwald ni Bergen-Belsen, todos ellos en territorio Alemán, fueron “campos de exterminación”; cuando se ha pretendido continuar las investigaciones en los siete campos restantes, actualmente en territorio controlado por los comunistas, éstos han declarado, bajo “palabra de honor” que la versión que los presenta como campos de exterminio es correcta, y el asunto se ha dado por zanjado. Así pues, la cuestión de los campos de exterminio se inicia, ya, con una coincidencia matemáticamente super-improbable. Pero de ello ya hablaremos más adelante, al estudiar el caso campo por campo.

Ahora creemos interesante hacer un inciso sobre la necesidad del internamiento de grandes masas civiles de halógenos potencialmente hostiles, llevada a cabo por paises en estado de guerra. Pero he aquí que según datos proporcionados por el mismo Congreso Mundial Judío, habían, en 1957:

– Judíos en la Unión Soviética…………………………………………………. 2 millones.
– Judíos en los Estados Unidos………………………………………………. 5,2 millones.
– Judíos en otros países…………………………………………………………4,6 millones.
– Lo que totabiliza: 11,8 millones.

Once millones ochocientos mil judíos. Es decir, 0,8 millones MÁS de los que debieran haber de acuerdo con el primer cálculo. Por consiguiente, un testimonio de tan excepcional calidad como el propio Congreso Mundial Judío admite, tácitamente, que el número de “victimas” no puede ser siquiera de 5,7 millones, debiendo rebajarse a 5,7 – 0,8: 4,9 millones.

Pero, según informa el demógrafo norteamericano Roland L. Morgan, en el censo de la población soviético de 1957, el número de judíos residentes en la URSS era ligeramente superior a los tres millones y no los DOS MILLONES mencionados por el Congreso Mundial Judío. Si substraemos ese millón “perdido” y ahora “hallado” en Rusia, de la cifra del párrafo anterior deberemos deducir precisamente “ese” millón: 4,9 millones – 1 millón: 3,9 millones.

Ahora bien, si el Congreso Mundial Judío pudo “arreglar” la población judeo—soviética en un tercio, ¿podemos admitir como aceptable la sospechosamente baja cifra de sólo 5,2 millones de judíos en los Estados Unidos…?

Roland L. Morgan lo niega resueltamente, razonándolo de la siguiente manera: “Según cifras oficiales del Comité Judeo— Americano la población judía de los Estados Unidos era, en 1917, el 3,27 % del total; en 1927, el 3,58 % y en 1937 el 3,69 %. Todos sabemos que, además del aumento natural normal se produjo, en las décadas de los años 40 y 50 un tremendo influjo de inmigrantes judíos — tanto ilegal como ilegalmente— a las hospitalarias tierras americanas. Pero, sorprendentemente, si hemos de creer las cifras del Congreso Mundial Judío, en 1957 el porcentaje había descendido hasta un 2,88 % del total (5,2 millones sobre 180 millones). Esto es imposible. No se puede admitir”.

En efecto: ¿cómo pudo ocurrir ese “milagro”?. No sería más lógico suponer que, según el demógrafo norteamericano Wilmot Robertson, a mediados de la decada de los cincuenta debieron haber en los Estados Unidos entre ocho y nueve millones de judíos, lo que llevaría su porcentaje con respecto al total de la población a un 4,5 %?. Porque, en todo caso el asumir que el porcentaje descendió por debajo del nivel de 1937 es sencillamente absurdo.

Examinemos esta cuestión desde otro punto de vista. La revista “Time”; citando el Anuario de las Iglesias Americanas informa de que hay, en los Estados Unidos, 5,5 millones de judíos “practicantes de la religión mosaica”. En otras palabras, si el número total de judíos oficialmente admitidos en el pais es de 5,2 millones, resulta que más del cien por cien de los judíos —apróximadamente el 106 por ciento— están inscritos en sus comunidades religiosas. ¿Otró milagro?… Que no todos los judíos residentes en los Estados Unidos son practicantes de su religión está corroborado por un artículo aparecido en el mismo semanario “Time” en el que se afirma que sólo el 10,6 % de la población neoyorquina profesa la religión mosaica, a pesar de que el porcentaje total de los judíos en esa ciudad es del 28%, aún cuando creemos, avalados por las obras de Robertson, entre otros, que esa cifra es inferior a la realidad, que más bien debe acercarse al 35%. En todo caso, una cosa es evidente: más de la mitad de los judíos neoyorquinos son religiosamente indiferentes y no se hallan registrados en las sinagogas. Según las estadísticas , el 38% de los americanos son ateos o agnósticos, y el 62% pertenece a una u otra de las diversas religiones. Dando por sentado —tratando, como siempre hacemos, de ponernos en la postura más favorable a la tesis oficial de los seis millones— que los judíos norteamericanos son más religiosos que sus compatriotas neoyorquinos, les aplicaremos, a todos ellos, el porcentaje general del 62%. De manera que si hay 5,5 millones de judíos “practicantes” (62%), deben haber, aproximadamente otros 3,3 millones de “no practicantes” (38 %). Sumando ambas cifras tendremos un total de 8,8 millones de judíos en los Estados Unidos, lo que cuadra con las cifras de Robertson. Además, esta cifra, que es el 4,9% de la población americana, coincide con nuestro anterior cálculo y es, indudablemente, mucho más plausible que la ridículamente baja cifra de 5,2 millones que, con fines evidentemente políticos facilitó el Congreso Mundial Judío.

Este exceso en la población judía de los Estados Unidos, es decir, 8,8 miIlones – 5,2 millones: 3,6 millones nos da derecho a acortar, por tercera y úl tima vez el número de victimas, pues resulta obvio a la luz de los precedentes cálculos que el número de los judíos americanos ha sido, igual que el de los rusos, “ajustado” en más de un tercio. Y resulta evidente que si no se hubieran producido tales “ajustes” hubiera sido imposible mantener tanto tiempo el mito de los SEIS MILLONES (ahora, ya 5,7 millones) de víctimas judías.

De modo que, finalmente, resulta: 3,9 millones – 3,6 millones “descubiertos” en los Estados Unidos: 0,3 millones. Y esta cifra, 300.000 judíos, es el número aproximado de muertos que tuvo esa comunidad a consecuencia de la II Guerra Mundial. Es posible incluso que la cifra haya sido algo más baja, o algo más alta, pudiéndose concluir que el número total de bajas judías debió escilar entre las 250.000 y las 400.000.

Creemos que las cifras y razonamientos presentados más arriba debieran ser mas que suficientes para demostrar que las reticencias y cautelas de la Encyclopædia con respecto al número de victimas judías estaban más que justificadas, pues la más bombástica y desvergonzada campaña propagandistica que han visto los siglos multiplicó, de quince a veinte veces, el numero real de bajas judías en la contienda mundial.

Aldo Dami, autor que dista mucho de ser un “pro-nazi”, con sangre judía en sus venas y casado con una judía, ha escrito un documentadisimo libro el que demuestra que el total posible de victimas judías en la guerra fué de seiscientas mil, aunque afortunadamente, dicho total posible no se alcanzó, pues hubo muchos individuos dados inicialmente por desaparecidos en las cámaras de gas y crematorios, que aparecieron, años después, en el nuevo Estado de Israel. Para Dami perecieron, como máximo, medio millón de judios, incluyendo los que murieron en la sublevación armada del ghetto de Varsovia y las victimas del terrorismo de los movimientos de “resistencia”, del consiguiente “contraterrorismo” y de los bombardeos aéreos.

Otro judío, el demógrafo Allen Lesser confesó que “el número de judíos fallecidos en la pasada contienda ha sido profusamente exagerado”, y también que, “según se divulgó durante los años de guerra, por parte de las agencias de prensa judaicas, el número de judíos muertos en toda Europa, asciende a varios millones más de los que los mismos nazis supieran jamás que hubiesen existido” .

De las cifras facilitadas por el escritor judío Jacob Letchinsky se deduce, igualmente, que, como máximo, de trescientos cincuenta a cuatrocientos mil israelíes perecieron en la contienda, por todos los conceptos, y aproximadamente, los dos tercios de esa cifra en los campos de concentración.

La cifra de trescientos mil judíos muertos ha sido sostenida por el periódico suizo “Die Tat”, de Zurich que tras un documentado estudio, basado en fuentes neutrales y judías, concluye que “el total de victimas judías en los campos de concentración alemanes durante la guerra es, de aproximadamente, unas 300.000”. Esa cifra incluye los fallecimientos a causa de todos los factores, epidemias, muertes naturales, inanición e, incluso, bombardeos de la Aviación Aliada. La propia Cruz Roja Internacional, en documentado estudio aparecido en el periódico suizo Bassler Nachrichten, y cuya reproducción adjuntamos (en la edición en papel del libro), afirmó oficialmente que el número de muertos en los campos de concentración fué de 395.000.

Esta cifra, emanada de la Cruz Roja, no ha sido, evidentemente, reproducida millones de veces por los periódicos y los locutores de radio y televisión del mundo entero. Al contrario, un espeso muro de silencio ha mantenido a la incómoda cifra en el más discreto de los anonimatos. La Verdad no siempre es cómoda, especialmente cuando contradice los dogmas oficiales. Pero… ¿no parece más digno de fé el testimonio de la Cruz Roja Internacional, al fin y al cabo entidad filantrópica y neutral, que las acusaciones del Congreso Mundial Judío y demás organismos paralelos, que son entidades políticas y no ciertamente neutrales en el caso que nos ocupa?.

Es importante mencionar que el “Guinness Bock of World Records”, publicación estadística que goza de buen renombre en el mundo de habla anglosajona, publicó que… “a pesar de haberse repetido frecuentemente que las victimas judías en la última guerra fueron seis millones de personas, de nuestros estudios resulta que el máximo de victimas que hubo fué de 1.200.000, de los cuales 900.000 en el campo de concentración de Auschwitz”. El Guinness Book simplemente manejó las cifras oficiales que le fueron facilitadas, y a través de las contradicciones de las mismas llegó a la antedicha cifra. Pero es preciso tener en cuenta que tales cifras oficiales estan muy sujetas a caución, especialmente las referentes a Auschwitz, emanadas, como se sabe, de las autoridades polacas.

Joaquin Bochaca
Capítulo del imprescindible libro: “El mito de los 6 millones”
Fuente: http://revisionismos.blogspot.com/2007/04/los-campos-de-concentracin-nazis-y-el.html

http://falsasbanderas.files.wordpress.com/2011/03/pledege_dees.jpg

HOLOCAUSTO
LA GRAN MENTIRA DEL SIGLO XX

El cargo más grave que se hizo a los líderes nazis fue el de haber cometido «crímenes contra la humanidad»; en otras palabras, ejecuciones de judíos. La parte acusadora, o sea los mismos israelitas, calcularon en seis millones el número de ejecutados. Una cantidad tan grande de fusilamientos es incuestionablemente injustificada, pero el delito no se configura con el simple dicho del acusador. Para probarlo se hubiera requerido el trabajo de un tribunal imparcial y de una investigación que no fuera practicada por los mismos acusadores, máxime cuando esos acusadores exageran siempre todo suceso que tienda a favorecerlos. Frecuentemente llegan incluso a desprestigiar como victimarios a quienes en realidad son víctimas de ellos.

Un gran sector de abogados británicos, por conducto de la revista «The Solicitor», de junio de 1946, hizo la siguiente observación: «Cuando un hombre insiste en ser juez de su propia causa hay que suponer inevitablemente que ésta no resistirá a la investigación. ¿No sacará la posteridad esta conclusión respecto a los juicios de Nuremberg?».

Antes de la guerra sólo había 600,000 judíos en Alemania. Y una vez terminada la contienda aún había tantos que pudieron asumir innumerables puestos públicos, montar tribunales de «desnazificación» y ocupar cargos directivos en el comercio, en la industria, en la banca y en general en todas las actividades públicas. Después de la guerra, la agencia noticiosa «France Press» informó cómo millares de judíos asistieron en Munich al entierro de Philipp Auerbach. Y en toda la prensa (incluso la israelita) se publicó asimismo cómo en el pequeño poblado alemán de Bielfeld una multitud de hebreos se opuso a la exhibición de una película interpretada por Weit Harlam, debido a que años antes éste había filmado una cinta anti-judía. De igual manera fue del dominio público que apenas el Dr. Eberhard Stern formó en Berlín un partido nacionalista, millares de judíos brotaron por doquier para asaltar su casa y protestar en contra suya. Todo esto sin contar las decenas de miles de israelitas que al terminar la contienda emigraron de Alemania a Palestina, a Estados Unidos y a otros muchos países, inclusive México.

Si antes de la guerra había sólo 600,000 judíos en Alemania; si al terminar la contienda su número era tan considerable que hacían sentir su influencia en todas partes, ¿cómo pues, se explica la ejecución de seis millones de israelitas?… ¿Se trataba acaso de una mágica resurrección?…

Una parcial explicación de estos misterios aritméticos, consiste en que los alemanes ejercieron dominio temporal sobre diversos países europeos en los que había judíos. Pero es el caso que en cada uno de esos países también se repitió el mismo prodigioso milagro de la resurrección. Apenas los ejércitos aliados penetraron en Francia, surgieron por todas partes los «ejecutados» israelitas y se encumbraron de nuevo en la política y las finanzas: Marie Claude, Vaillant-Couturier y Pierre Villain lograron hacerse diputados y junto con Madeleine Braun (también judía) encabezaron una nueva corriente prosoviética. Y apenas el ejército judío-bolchevique penetró en Rumania, Checoslovaquia y Hungría, surgieron israelitas por todas partes para hacerse cargo de la nueva administración pública marxista, de la alta estructura de las finanzas, de la industria y del comercio.

Antes de la guerra sólo había 6 millones de judíos en toda Europa, y de haber sido asesinados seis millones, no habría quedado ninguno, lo cual es absolutamente falso. En todos los países las tropas aliadas encontraron numerosas colonias de israelitas y a otros muchos se les libertó de los campos de concentración. Aun antes de que terminara la contienda, a fines de 1944, Himmler accedió a que emigraran a través de Suiza 1,200 hebreos semanariamente, y el 19 de abril de 1945 (antes que terminara la guerra) Norbert Masur, del Congreso Mundial Israelita, llegó a Berlín a gestionar ante Himmler que los judíos detenidos no fueran cambiados de campamento, a fin de evitarles posibles represalias durante su translado.

El cuento de los 6 millones de judíos muertos comenzó a ser fabricado por el israelita Poliakov, partiendo de las declaraciones del Dr. Wilhelm Hoettl y de Dieter Wisliceny, quienes dieron informes sobre evacuaciones, emigraciones, decrecimiento del judaísmo europeo, etc.. Poliakov barajó estos términos y a todos les dio la acepción de «liquidación». Echó a rodar la bola y luego otros le fueron agregando dramáticos retoques. Los comisarios judíos soviéticos capturaron el campo de Auschwitz y hablaron de 4 millones de judíos muertos con gas, lo cual es falso porque meses antes la Cruz Roja internacional había visitado ese campo y no existía tal exterminio ni cámaras de gas. Pero el embuste fue difundido mundialmente por las agencias internacionales de prensa (controladas por el judaísmo) y coreado por películas filmadas, documentales amañados, panfletos, libros, etc.. David Rousset, en Francia, y Eugen Kogon, en Alemania, dramatizaron la «liquidación de los 6 millones». El comunista húngaro Miklos Nyizli inventó la «confesión» del Dr. Mengele, y después de que fue ejecutado Rudolf Hoess (comandante del campo de Auschwitz, no confundir con Rudolf Hess) se inventó su «confesión» sobre las matanzas y se tradujo a todos los idiomas para «confirmar» en el mundo entero lo de los «6 millones de liquidados». (A esta lista hay que agregar en 1994 la amañada cinta «La Lista Schlinder» del productor y director judío Steven Spielberg.)

Todo esto tiene por objeto desplegar una enorme cortina de compasión hacia los judíos para encubrir los móviles políticos de sus jefes internacionales, empeñados en una lucha total contra el mundo no judío. Y como ganancia extra (cosa muy importante) el Estado de Israel se basa en este cuento para cobrarle a Alemania las indemnizaciones que ha venido exigiendo. En 1998 éstas importan más de 100,000 millones de dólares. Ningún otro país ha hecho negocio con sus muertos, ni menos con sus «muertos vivos». (Aquí es importante agregar que al enterarse de que Alemania iba a indemnizar a «sobrevivientes del holocausto», miles de judíos que jamás pisaron un campo de concentración se tatuaron números en los brazos para obtener el dinero).

Para elaborar el mito de los 6 millones de judíos muertos (todos los que habitaban en Europa) no se omitieron trucos. Por ejemplo, un bombardeo aliado había devastado la población alemana de Weimar, poco antes de que terminara la guerra, y eran tantos los muertos que el jefe de la policía, Walter Schmidt, optó por incinerarlos, de lo cual tomó fotos. Pues bien, esas fotos de alemanes muertos por los aviones aliados fueron luego exhibidas como si se tratara de israelitas asesinados. En Munich ocurrió algo parecido y el arzobispo y cardenal Faulhaber atestiguó que los cadáveres encontrados por los aliados en el crematorio de Dachau no eran de judíos, sino de alemanes muertos en el bombardeo de la ciudad. Agregó que en Dachau nunca existieron cámaras de gas, como ahora se dice que las hubo.

Por su parte, el abogado Stephen F. Pinter, de St. Louis, Mo., estuvo seis años en Alemania como funcionario del Departamento de Guerra de Estados Unidos, comisionado para investigar lo de los campos de concentración, y afirma que lo de las cámaras de gas para matar judíos carece totalmente de fundamento; en cuanto a los hornos crematorios, no eran para exterminar a nadie, sino para cremar cadáveres. Mr. Pinter agrega que él fue la primera autoridad aliada que recibió el campo de concentración de Flösenburg y precisó que ahí no habían muerto más de 200 personas, pero meses después se enteró con sorpresa que estaban celebrándose ceremonias en Flösenburg para honrar a los «tres mil exterminados».

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El doctor judío Benedikt Kautsky, que estuvo internado en Auschwitz y en otros campos, dice: «Yo estuve en los grandes campos de concentración de Alemania. Pero, conforme a la verdad, tengo que estipular que no he encontrado jamás en ningún campo ninguna instalación como cámara de gaseamiento». («La Mentira de Ulises».- Por Paul Rassinier, antiguo internado en campos de concentración.)

Solamente si se admite la creencia de que el judío es el elegido para dominar el mundo, y de que esa hipotética superioridad le permite multiplicarse en la tumba, puede aceptarse que durante la guerra perecieron seis millones de judíos, pues la inmensa mayoría de ellos vive ahora (1953, año de la 1ª edición de este libro) en Europa, en América y en la Palestina ocupada.

Es tan decidido el interés de mantener el mito de los seis millones que en Alemania se incurre en el «delito de opinión» si se niega el «holocausto». El general Otto Ernst Remer fue condenado el 26 de noviembre de 1986 a tres meses de cárcel y a una multa por decir que tal cosa era falsa. Y en Francia el líder Jean Marie Le Pen fue multado por afirmar que no había habido las famosas cámaras de gas (Sep. 24 de 1988).

Por otra parte, es rigurosamente cierto que muchos judíos fueron muertos o ejecutados, pero se omite decir que eran miembros de grupos sin uniforme y sin bandera, que a retaguardia de las líneas organizaba sabotajes, conspiraciones, espionaje y asaltos sorpresivos. Este encubierto sistema de combate ha sido siempre sentenciado en todos los países del mundo a la máxima pena de la ejecución. Es un principio de ley internacional que todo aquel que combate sin uniforme y sin insignias se priva automáticamente de garantías en el caso de caer prisionero.

Los escritores Goldsmith, Marik, Buch y Ruszicka han relatado cómo sus congéneres organizaban saboteadores a espaldas de las líneas alemanas en la URSS. En su barrio de Bialystock organizaron un gran levantamiento que empezó el 16 de agosto de 1943, encabezado por el líder judío comunista Daniel Moskovicz y por Mordechai Tanenbaum, dirigente del hechalutz. («Prensa Israelita», 2 de abril de 1964).

El periodista Edwin Hartrich reveló el 26 de febrero de 1948 que un tribunal militar norteamericano acababa de contradecir el principio básico en que se basaron los procesos de Nuremberg. El nuevo tribunal dictaminó que «los soldados alemanes eran víctimas de ataques por sorpresa, hechos por un enemigo con quien no podían batirse en combate abierto. Era práctica común la emboscada a las tropas alemanas. A menudo los soldados alemanes eran capturados, torturados y muertos. La mayoría de las fuerzas subterráneas no cumplían con los reglamentos de la guerra y por lo tanto carecían de todo derecho a ser tratados como beligerantes… Los miembros de estos grupos ilegales (añadió el tribunal militar norteamericano radicado en Francfort) no tenían derecho al privilegio de ser tratados como prisioneros de guerra al ser capturados, y en consecuencia los alemanes no pueden ser acusados de ningún crimen por haberlos fusilado».

Añadía el tribunal que la ejecución de quienes combaten sin uniforme era practicada por muchas naciones, inclusive la Gran Bretaña, los Estados Unidos, Francia y la URSS. Tanto así que el reglamento de guerra en tierra, del ejército norteamericano, establece como ilegales los actos de resistencia realizados por individuos «sin emblema, distintivo o uniforme por el cual pueda reconocérseles a distancia, ni porten sus armas abiertamente ni luchen de acuerdo con las reglas bélicas universalmente aceptadas». Tal era el caso de millares de fanáticos judíos que luchaban secretamente, como que de todo secreto han hecho un arte inimitable en los últimos cuatro mil años, desde que desafiaron el poder de los faraones. En realidad el movimiento político judío podría ahora proclamar con orgullo la temeridad de sus encubiertos combatientes de Europa, pero sin duda alguna le conviene más presentarlos como pasivas víctimas de una «inexplicable e incoherente furia hitleriana».

Otra acusación contra los alemanes se refería a la ejecución de rehenes. Este procedimiento, como medida represiva contra los ataques encubiertos de combatientes no uniformados, se halla previsto asimismo en el artículo 358 del reglamento de guerra norteamericano, y en los artículos 453 y 454 del código de justicia militar británico. Se acusó a las tropas SS alemanas de ejecutar a 10 rehenes por cada soldado alemán asesinado a mansalva, pero es el caso que los franceses tenían una cuota de 25 a 1, y los estadounidenses de 200 a 1.

El Dr. Judío Listojewski publicó en la revista «The Broom», de San Diego, Cal., el 11 de mayo de 1952: «Como estadístico me he esforzado durante dos años y medio en averiguar el número de judíos que perecieron durante la época de Hitler. La cifra oscila entre 350,000 y 500,000. Si nosotros los judíos afirmamos que fueron seis millones, esto es una infame mentira».

Aparte de los que fallecieron de muerte natural, de los ejecutados por espiar o sabotear y de los muertos en francos levantamientos armados en la retaguardia alemana como el de Varsovia, también es cierto que a veces ocurrieron crueles abusos contra rehenes israelitas. Las propias autoridades nazis descubrieron uno de esos abusos en 1944 cuando el juez Morgen, de la SS, comprobó que en el campamento de Bunchenwald habían sido asesinados numerosos judíos por el comandante Koch, que inmediatamente fue procesado y fusilado por las mismas autoridades nazis, en tanto que otros funcionarios quedaron presos. En la mentada película «La Lista Schlinder» se muestra al comandante Amon Goeth, que efectivamente maltrataba a los judíos (aunque no con la exageración con que se muestra en la amañada cinta). Lo que no se dice en ese filme es que dicho comandante fue encarcelado por las mismas autoridades alemanas por maltrato a los judíos y estaba esperando juicio al terminar la guerra.

Abusos semejantes fueron poco después descubiertos cerca de Auschwitz, al parecer solapados por el jefe de la policía Kaltenbrunner, y se les puso coto en octubre de 1944. Sin embargo, hasta los que morían de muerte natural están ahora considerados como víctimas del nazismo.

Pero lo de las cámaras de gas y la liquidación de 6 millones de judíos es un recurso publicitario, un fantasmón contra todo intento de poner en claro los móviles ocultos del movimiento político judío. (El mismo objeto tienen las grandes campañas psicológicas de prensa, como la desplegada acerca del ex coronel Eichman, secuestrado en Argentina por agentes del sionismo internacional, incomunicado en la Palestina ocupada y ahorcado sin un juicio imparcial; y como la espectacular maniobra publicitaria del teatro contra el Papa Pío XII, «El Vicario».)

Naturalmente que al tratar esto en Nuremberg sólo era una voz la que privaba y una versión la que se oía. En otros muchos juicios menos conocidos se utilizó hasta la violencia contra los acusados para sacarles «confesiones» , y esto dio origen a una investigación realizada por estadounidenses. El juez Edward Le Roy van Roden, jefe de una comisión investigadora, denunció el 14 de enero de 1949 «los salvajes métodos empleados por los agentes fiscales aliados… apaleamientos y puntapiés brutales; dientes arrancados a golpes y mandíbulas partidas».

Este juez (uno de cuyos hijos es aviador y estuvo prisionero en Alemania) acusó en particular a los fiscales del tribunal aliado de Dachau, que condenó a muerte a numerosos prisioneros alemanes.

Y así como los ahorcamientos de Nuremberg fueron un símbolo de la venganza judía, la prisión de Spandau, en Berlín, es otro símbolo de que esa venganza arde como una lámpara votiva. Allí estuvieron presos, durante períodos de diez a veinte años, Walter Funk, Ministro de Economía; Baldur von Schirach, jefe de las juventudes hitlerianas; Albert Speer, cuyo «delito» había sido elevar la producción de armamento, y otros jefes del Gabinete.

Von Schirach y Speer salieron en 1966 y quedó solitario Rudolf Hess, nazi número 3 que voló a Inglaterra a ofrecer la paz.

En el desquiciamiento de la derrota, algunos antiguos jefes nazis abjuraron de Hitler y de su lucha, como Frank y Von Schirach. Otros continuaron inalterables. El ministro de armamentos, Speer, condenado a 20 años, fue interrogado sobre qué haría al quedar libre y contestó: «Naturalmente que agitaré».
–¿Quiere usted decir que agitará para revivir la causa nazi?
–Por supuesto ¿por qué no?
–contestó.

El almirante Karl Doenitz, de 53 años, comandante de los submarinos y luego sucesor de Hitler, admitió que en septiembre de 1942 dio órdenes para que no se rescatara a los supervivientes, pero tuvo que hacerlo así porque después del hundimiento del barco inglés «Lakonia», varios submarinos alemanes acudieron a auxiliar a los náufragos y fueron atacados durante las operaciones de salvamento, de acuerdo con las órdenes de Churchill.
«En consecuencia» afirmó, «estoy convencido de la legalidad de la guerra submarina alemana y si dependiera de mí volvería a hacerla exactamente en la misma forma… En la guerra uno debe saber ganar y perder».

Rudolf Hess, representante del Fuehrer, que voló a Inglaterra para ofrecer la paz que Hitler proponía a Occidente antes de atacar al marxismo judío, declaró al ser condenado a prisión perpetua: «Tuve el privilegio de trabajar durante muchos años de mi vida bajo la dirección del hijo más grande que el pueblo alemán ha engendrado en miles de años de su historia. Aun si pudiera, no destruiría ese período de mi vida. Estoy contento de haber realizado mi deber como alemán, de haber cumplido mi deber para con mi pueblo como nacional socialista y fiel partidario de Hitler. Si tuviera que iniciarme nuevamente actuaría precisamente en la misma forma, aun sabiendo que mi fin consistiría en ser quemado en una pira. Siento la mayor indiferencia por las decisiones de los hombres; algún día compareceré ante el Eterno para rendirle cuentas y sé que él me dará la absolución».

El 17 de agosto de 1987 las autoridades aliadas anunciaron que Hess había muerto. Al día siguiente se dijo que se había estrangulado con un cable, lo cual no fue confirmado. El cirujano inglés Hugh Thomas afirma que Hess fue asesinado; que la autopsia practicada por el médico británico James Cameron revela que murió de asfixia, pero no mencionaba en su dictamen la palabra «suicidio». (Londres, 12 de marzo de 1988, AFP).

Los restos de Hess fueron inhumados en secreto, en un lugar no identificado. Existe la versión de que, sumamente debilitado, con 93 años de edad, no se quiso dejar la impresión de que fuera un mártir de la «justicia» aliada.

De cuatro millones de prisioneros hechos por el comunismo judío en la URSS, 185,000 fueron liquidados sumariamente y 2Ì615,000 murieron en cautiverio.

Respecto a los prisioneros hechos por americanos, ingleses y franceses, durante la guerra y poco después de terminada, el investigador canadiense James Bracque afirma que en los campos de concentración aliados, murieron 800,000, debido a las severas directivas del general Eisenhower. «Hubo prisioneros que fueron enterrados vivos con aplanadoras (las fotos y filmes de estos alemanes muertos son presentadas ahora como si se tratara de judíos asesinados por los nazis); otros murieron de hambre, de agotamiento, deshidratación, tifoidea, disentería o pulmonía. Se ocultaron deliberadamente esos hechos y los archivos» («Las Otras Pérdidas», por James Bracque. Toronto, 25 de agosto, 1989. AFP).
(Tomado casi en su totalidad de «Derrota Mundial» de don Salvador Borrego E.)
¿Qué importancia tiene para los mexicanos la cuestión del llamado holocausto?
Adolfo Hitler es el prototipo de hombre que ama a su patria, se sacrifica y finalmente da su vida por ella. Él es un ejemplo no sólo para los alemanes o los anglo-sajones, sino para todo hombre cabal en el mundo. El judaísmo internacional está utilizando el mito del holocausto para desalentar el resurgimiento del nacionalismo en cada país, inclusive México.

FRENTE NACIONAL, México, fns88@mailcity.com

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El fraude del diario de Ana Frank:

(….) ¿QUIEN FUE EL AUTOR DEL “DIARIO”?
Se dice que “inicialmente, la publicación del Diario fue rechazada por numerosos editores” (7). Desde 1952, en que fue editado por vez primera en París -la primera edición holandesa apareció en el verano de 1947 (8)-, se han hecho más de cincuenta ediciones en todos los idiomas importantes, contabilizando hasta la fecha más de 25 millones de ejemplares vendidos (9), muchos de ellos a la fuerza (10), amén de una hollywoodense película de gran éxito, obras de teatro y numerosas adaptaciones transmitidas por radio y televisión.


Pretende ser el verdadero diario íntimo de una niña judía de Amsterdam, de 12 años de edad, escrito durante la ocupación alemana, mientras permanecía escondida con su familia en los fondos de una casa; posteriormente fueron arrestados (4 de Agosto de 1944) y trasladados a campos de concentración, donde Anne Frank falleció a los 14 años de edad, en Marzo de 1945, víctima de una epidemia de tifus que se extendió en la zona (11).

Señalemos aquí que la detención de los Frank la llevó a cabo la policía holandesa (Policía Verde) y que Anne fue trasladada primeramente al campo de tránsito para deportados judíos de Westerbork (Holanda), posteriormente, el 2 de Septiembre de 1944, al campo de trabajo de Auschwitz-Birkenau y en Diciembre del mismo año a Bergen-Belsen (12), donde el fin de la guerra y el caos inherente producido por los bombardeos aliados sobre ciudades y los medios de comunicación y avituallamiento llevarían al hambre y el tifus. Es decir que fue paseada por toda Europa. Uno se pregunta si no suponía todo esto un esfuerzo por perder la guerra, puesto que en un momento de máxima necesidad, los alemanes se dedicaban a trasladar a los presos de naciones enemigas de campo en campo, con el consiguiente consumo del escaso combustible que hacía falta en el frente y utilización de numerosos trenes útiles en otros menesteres. Y si la intención de los alemanes era “exterminar” a la población judía, tampoco se comprende que Anne pasara tres meses en Auschwitz sin ser “gaseada” para ser trasladada a Bergen-Belsen, que en ningún caso era un campo de exterminio (según el Institut für Zeitgeschichte de Munich, instituición paraoficial del gobierno alemán, ni en Bergen-Belsen ni en todo el antiguo territorio del Reich existieron cámaras de gas para el exterminio de seres humanos) (13). Añadamos que el padre, Otto Frank, fue hospitalizado en Auschwitz para ser curado de sus dolencias (14). Resulta en cualquier caso sorprendente este interés de los alemanes para que los teóricamente destinados a la cámara de gas entraran en ella gozando de salud.

Según Otto Frank, el “Diario” fue encontrado por casualidad, por él mismo, escondido en una cavidad que, casualmente, se hallaba entre la viga y el techo del lugar donde habían estado recluídos, antes de caer en poder de los alemanes. Ese encuentro fortuito ocurrió, según Otto Frank, bastante después de finalizada la guerra, en 1952 (15), si bien esta fecha no coincide con la de publicación de las primeras ediciones (1947) (16). Para Wolfgang Benz (44) el diario fue hallado por Miep Gies, una vecina de los Frank en las Prinsengracht 263 de Amsterdam, el mismo 4. 8. 44, día de la detención. Se dice que Anne Frank escribió su diario a escondidas. Así lo afirma en su prólogo George Stevens, quien afirma no sólo que el diario era pequeño, sino también “que del pequeño diario sólo Anne tenía conocimiento” (17).

Aquí surge un problema, ¿cómo es que un libro que, según las ediciones, tiene unas 230, 240 ó 290 páginas, puede ser incluído en un diario pequeño que podía ser escondido detrás de unas libretas de apuntes del colegio? A pesar de hallarse en un desván relativamente pequeño, ninguno de los acompañantes la vió escribir (18), lo cual no deja de ser difícil, teniendo en cuenta que se trataba de un escrito voluminoso. Otros autores no coinciden sobre este punto (19). Según el historiador catalán J. Bochaca, que una niña de doce años escriba, en la segunda página de su diario, un ensayo filosófico sobre las razones ontológicas que la impulsan a hacerlo; así como que una niña de tan corta edad sea capaz de redactar una historia de la familia Frank, sin notas a la vista; que confinada en una buhardilla esté al corriente de la legislación y las medidas antisemitas de los “nazis”, incluyendo fechas, números de decretos y nombres propios; supone un caso impar en la historia de la literatura universal (20).

El mismo autor hace notar que las ediciones inglesa y alemana del “Diario” difieren tan fundamentalmente, que las diferencias no pueden ser atribuídas, racionalmente, a criterios de traductor. La verdad sobre el diario de Anne Frank fue revelada, inicialmente, por la publicación sueca “Fria Ord”, en 1959, en una serie de artículos diarios aparecidos en marzo. En Abril de aquel mismo año, la revista americana “Economic Council Letter” (15 de Abril de 1959) resumió los artículos de su colega sueco, con la siguiente gacetilla: “La historia nos proporciona muchos ejemplos de mitos que tienen una vida más rica y más larga que la verdad, y que, sin duda, pueden llegar a ser más efectivos que la verdad” (21).

Nuestras dudas aumentan cuando leemos en el “New York Times” del 2 de Octubre de 1955, que en el diario de Anne Frank “sólo figuraban aproximadamente 150 inscripciones” donde se consignaban “cronológicamente las sensaciones e impresiones de una adolescente” (”mamita me trata a veces como un bebé, lo que no puedo soportar”) y “adicionalmente muy pocas que no podrían considerarse como pertenecientes a esa categoría” (”temo mucho que nos descubran y que seamos fusilados”) (22). No obstante ello, continúa Richard Harwood, el “Diario” publicado consta de 293 páginas y su texto no concuerda con la relación, que acabamos de citar, entre numerosas inscripciones propias de una adolescente y “muy pocas” de mayor o menor referencia política. De hecho, no sólo las observaciones de carácter político del diario, sino su contenido general y su estilo, presuponen un conocimiento de interrelaciones históricas, juicio y arte de la expresión poco comunes incluso entre adultos. La edición “original” del Diario nunca fue publicada, puesto que el padre, Otto Frank, decidió expurgar el mismo de fragmentos escabrosos de una adolescente o de críticas a la madre de Anne. Más tarde este debió admitir que además de la escritora judía Anneliese Schütz e Isa Cauven “para colmar algunas lagunas en el diario debió requerir los servicios del periodista holandés Albert Cauven” (23). Incluso el poco sospechoso semanario “Der Spiegel”, instrumento principal en la “reeducación” del pueblo alemán, debía admitir que “el ‘Diario’ en su conjunto no es auténtico”. Para el Spiegel queda claro que “aquello que ha hecho emocionar al mundo, no proviene enteramente de la mano de Anne Frank. En la edición el ‘Diario’ ha sido transformado por numerosas manipulaciones…” (24). La investigación oficial llevada a cabo por la Dra. Hübner deduce que el “Diario” publicado está compuesto de 177 capítulos (cartas), que proceden de cuatro diferentes fuentes: 4 del Diario, 5 de un libro de relatos, 69 de dos diarios, que la Dra. Hübner define como primera elaboración del Diario, 99 procedentes de hojas sueltas, que la investigadora define como segunda elaboración del Diario.

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JUICIO ESCLARECEDOR
Mayores sospechas nos asaltan, lógicamente, al estudiar el pleito en que se enzarzaron el conocido escritor judío norteamericano Meyer Levin y el padre de Anne Frank. El juicio transcurrió entre 1956 y 1958 ante el County Court House de la ciudad de Nueva York, obteniendo el demandante Meyer Levin un fallo a su favor que condenaba a Otto Frank a abonarle una indemnización de 50.000 dólares de la época por “fraude, violación de contrato y uso ilícito de ideas”; el pleito, que se arregló privadamente después de la sentencia por obvio mútuo interés, versaba sobre la “dramatización escenográfica” y venta del “Diario”. El juez, así mismo judío, era Samuel L. Coleman, quien dictó sentencia en el sentido de que Otto Frank debía pagar a Meyer Levin “por su trabajo en el diario de Anne Frank” (25).
Para cualquier interesado, todo lo referente al caso Levin-Frank está archivado en la Oficina del Condado de Nueva York (N. Y. Country Clerk’s Office) con el número 2241-1956 y también en el New York Supplement II, Serie 170, y 5 II Serie 181 (26). Así pues, la sentencia del juez -y juez judío- en el sentido de que el autor del Diario es Meyer Levin y no la niña, existe (27).

Lo que interesa hacer notar es que de la lectura de la numerosa correspondencia privada de Otto Frank y de Meyer Levin que fue aportada al juicio como prueba de las partes, surge la grave presunción “juris tantum” de que el “Diario” “es substancialmente una falsificación” (28), y que el autor material de esa falsificación fue el igualmente judío Meyer Levin. Levin, en legítima defensa de sus derechos de autor, además de demandar al Sr. Frank por cuatro o cinco millones de dólares por su labor de parafrasear el manuscrito “para el fin que tenía que cumplir…”, pleiteó igualmente contra el productor de cine Kiermit Bloombarden, pues en la película -del mismo título que la obra- aparecen también escenas escritas por él y que no estaban contenidas en el Diario original (29).

Meyer Levin había sido corresponsal en España durante la guerra civil de 1936 a 1939 y más tarde enviado de la Agencia Telegráfica Judía durante los enfrentamientos con los palestinos entre 1945 y 1946. La Enciclopaedia Judaica le reconoce como “el primer escritor en poner en escena el Diario de Anne Frank (1952)” (Vol. 11, pág. 109) (30).

El milagro inexplicado de los cambios de letra de Anna Frank

en dos documentos fechados el mismo año: el famoso

“diario” (arriba) y una carta dirigida a una amiga (abajo).

UN BOLIGRAFO PREMATURO
Pero no acaba aquí todo, y nuestra duda se convierte en decepción cuando descubrimos, como lo ha hecho el historiador británico David Irving tras su investigación (31), que en el “Diario” de Anne Frank había tinta de bolígrafo. Así lo determinaron unos expertos que acudieron expresamente a Suiza para comprobar el manuscrito original en posesión de Otto Frank. Según estos, parte de los diarios habían sido escritos con bolígrafo -inventado en 1949 y cuya aparición en el mercado data como temprano de 1951- algo imposible al haber fallecido Anne Frank de tifus (32) en 1945. Dos ciudadanos alemanes, Edgar Geiss y Ernst Roemer, pusieron públicamente en duda, una vez más, la autenticidad del famoso “Diario”. Ante ello el Tribunal del Distrito de Hamburgo encargó a la Oficina Federal Criminal Alemana (BKA) un examen de los textos para determinar científicamente si la escritura de éstos se había llevado a cabo durante los años 1941 a 1944, basándose en los análisis del papel y la escritura del manuscrito original. Este análisis químico-técnico fué llevado a cabo en abril de 1981, bajo la dirección del Doctor Werner (33).
A pesar de su publicación, la ley del silencio de los “mass-media” intentó dar la menor publicidad posible a los resultados de los análisis. Sí lo hizo el “New York Post” del 9 de Octubre de 1980 mencionando el hecho.
Según este análisis, las correcciones, comentarios y añadidos en las hojas de parte del manuscrito fueron hechas en tinta azul, negra, roja, a lápiz y en BOLIGRAFO de tinta negra, verde y azul. Como comentarios y texto principal son de una misma mano, recordémoslo, el libro fue escrito por alguien después de la guerra o cuando menos lo finalizó pasada la contienda. El original consta de tres libretas encuadernadas y 324 páginas sueltas (34)

Reproducción del artículo del “New York Post” del 9.10.1980 donde

se confirma que Anne Frank no pudo haber escrito con tinta de boligrafo

su Diario, porque todavía ¡no había sido inventado el bolígrafo!

DIFERENCIAS EN LA ESCRITURA
Un calígrafo pudo comprobar, además, que todo había sido escrito por la misma mano y que, por tanto, no podía ser la de Anne Frank. Se trata de Minna Becker, perito calígrafo judía, quien afirmó ante el juez, repetidamente, que toda la escritura del diario pertenece a una misma mano (35). Para dilapidar este tema sólo ha hecho falta acceder a las cartas auténticas que Anne Frank escribió de niña a unas amigas, publicadas en los Estados Unidos; la letra de estas cartas sí tiene el aspecto normal de una niña de 10 ó 12 años, lo que no es el caso del “manuscrito original”, que nos revelan a un autor de mayor edad. Las cartas fueron adquiridas por el “Instituto Simon Wiesenthal” y, siempre según David Irving, sí son auténticas, no así el diario (36). Bochaca confirma asímismo, como han hecho posteriormente otros autores, refiriéndose a Paul Rassinier, que la escritura que se afirma es la de Anne Frank, reproducida en el libro “Spur eines Kindes”, de Ernst Schnabel, difiere totalmente de la escritura de Anne Frank en el manuscrito original.

El Profesor Faurisson, de la Universidad de Lyon, cuya especialidad es la crítica de textos y documentos, y que mantuvo varias conversaciones personales con el padre de Anne Frank, insiste en este tema otorgándole el peso suficiente para llevar al escepticismo sobre el “Diario” de Anne Frank. Su primer trabajo sobre el caso fue publicado en francés en 1980. Una traducción del mismo apareció en el verano de 1982 en el volúmen del “The Journal of Historical Review” con el título “Is the Diary of Anne Frank Genuine?” (págs. 147 – 209). Entonces señalaba dos ejemplos de la letra manuscrita atribuida a Anne Frank, ambos escritos cuando esta contaba aproximadamente 13 años, pero extrañamente la primera (datada el 12 de Junio de 1942) parece mucho más madura y similar a la de un adulto que la supuestamente escrita sólo cuatro meses más tarde (10. 10. 42). Respondiendo a dicho escepticismo sobre la autenticidad del “Diario”, el State Institute for War Documentation de Amsterdam (Rijksinstituut voor Orloogsdocumentatie – RIOD), publicaba un libro en 1986 que incluía el facsímil de una carta supuestamente escrita por Anne el 30 de Julio de 1941.

El descubrimiento en los EE.UU. de otros varios ejemplos de la letra manuscrita fue anunciado en 1988. El mismo incluía dos cartas fechadas el 27 y el 29 de Abril de 1940 y una postal, escritas a alguien en Danville (Iowa). Estas últimas, como las del 12. 6. 1942 y 10. 10. 1942, creaban un nuevo problema al Instituto de Documentación de Guerra de Amsterdam, dado que la letra manuscrita que aparece en ellas es completamente diferente que la escritura de adulto de la carta del 30 de Julio de 1941, así como la mayor parte del manuscrito en cuestión. Estos descubrimientos confirman la creencia del Prof. Robert Faurisson de que la letra manuscrita de “adulto” atribuída a Anne es, en realidad, muy parecida a la letra manuscrita de una de las personas que oficialmente “ayudaron” a Otto Frank a preparar el “Diario” para su publicación después de la guerra.

Para María Paz López y su artículo en “La Vanguardia”, estas diferencias de escritura son normales (!) en un adolescente. Igualmente soslaya, al tratar el tema del informe pericial encargado por el RIOD, el tema de la escritura a bolígrafo, mencionando exclusivamente las anotaciones a lápiz del padre. Podemos concluir pues, que no se trata de un “Diario”, sino de una novela, basada en un manuscrito escrito después de la guerra por Otto Frank o sus colaboradores, y redactado por Meyer Levín, con algunos añadidos posteriores del holandés Albert Cauven (38). El historiador alemán Udo Walendy es definitivo: “El Diario de Anne Frank -durante años lectura recomendada tabú para escuelas y público- es una falsificación” (39).

ANNE FRANK A LA FUERZA
Conviene advertir aquí que para evitar dudas y desbancar las crecientes sospechas sobre la autenticidad del libro, fue impuesto por las autoridades alemanas actuales como “lectura obligatoria” en las escuelas (¡increíble negocio para los propietarios de derechos -Fondo Anne Frank- y editores!) y se llegó al extremo de adoptar medidas disciplinarias (retiro de la “venia docendi”) contra maestros y profesores que osaran manifestar sus dudas al respecto (40). El Profesor Stielau, de Hamburgo, fue expulsado de su cátedra, en 1957, por el mero hecho de haber osado poner en duda la autenticidad del Diario. ¡Increíble!.


Todavía en 1976, el padre de Anne, Otto Frank, lleva a cabo acciones y denuncias contra Heinz Roth, de Odenhausen, en un juicio tendiente a prohibir publicaciones que sostengan que el diario, tal como se publicó, no puede haber sido escrito por una niña de 12 años. Ejemplos éstos que demuestran cuán estrecho es el margen de la libertad de pensamiento cuando se rozan ciertos temas tabú (41).

UN TIMO MORAL
Richard Verrall (que publica bajo el nombre literario de Harwood) advierte que la falsedad del mito de Anne Frank va mucho más allá, es muchísimo más profunda que la eventual falsificación del texto. Reside en la “unilateralidad” y en la “recurrencia infinita” del tema: una perfecta aplicación política de la propaganda actual del viejo tema de la niña inocente atrapada por la maldad exclusiva de los otros, pero que triunfa incluso después de muerta. El mito de Anne Frank, por la fuerza de su impacto sobre la sensibilidad colectiva, se convierte no sólo en símbolo de la “inocente” nación judía perseguida, sino más aún y contra todas las reglas de la lógica, en “prueba indiscutible” de la maldad intrínseca, inmedible, de los perseguidores.

Reconozcámoslo pronto, en efecto, no importa desde un punto de vista humano que el “Diario” de Anne Frank sea una falsificación o no. Esta niña falleció, víctima del tifus -y no en una “cámaras de gas” inexistente en Bergen o convertida en “pastillas de jabón” que se han revelado una falacia, todo hay que decirlo-; y el padecimiento y muerte de cualquier niño es siempre lamentable. Pero es importante constatar que los posibles sufrimientos de una niña judía de 14 años, en tiempo de guerra, no son más significativos por el “hecho” de que hubiese escrito un diario, que los sufrimientos tanto o más terribles de otros posibles niños judíos; o que las desgracias infinitamente más numerosas de otros niños alemanes, italianos, japoneses, polacos, rusos o de otras nacionalidades que han sufrido horriblemente por muchos otros motivos en esa misma guerra: despedazados, quemados vivos a millones, mutilados o inválidos para toda la vida a causa de los bombardeos masivos de población civil efectuados por los aliados contra ciudades abiertas alemanas; abandonados en medio del caos ante la muerte o desaparición de sus padres; violados, corrompidos por la barbarie de buena parte de las tropas enemigas. Sólo en el Holocausto alemán de Würzburg, durante los últimos días de la guerra, fueron quemadas 5.000 personas, de entre las cuales más de 100 niñas y mujeres se llamaban Anna, convertidas en cenizas durante la noche del 16 de Marzo de 1945 (44).

¿Pero quién se acuerda de tal suma de horrores sufridos por los no judíos? ¿Quién llora por el niño alemán que, en Dresde, junto a otros 250.000 civiles, mujeres y niños principalmente, corre aullando envuelto en el fuego inextinguible del fósforo líquido? ¿Quién por la niña alemana violada varias veces hasta la muerte por una sucesión de bestias animadas a ello por el judío soviético Ilya Ehrenburg? ¿Quién escribe novelas lacrimógenas por los no menos reales e inocentes niños japoneses de Hiroshima y Nagasaki? ¿Quién por los niños de la misma edad de Anne Frank, masacrados en Paracuellos del Jarama, que en su propio país tampoco cuentan con una calle?. Nadie.

No hay “best sellers” para ellos, no hay “dramatizaciones”, ni 50 ediciones, ni cine, ni teatro, ni bombardeo televisivo, ni campañas en su nombre, ni recogidas de firmas, ni movilizaciones entre los partidos políticos del sistema y sus parlamentarios, ni manifestaciones públicas cincuenta años después, ni nadie que quiera recordarles cambiando el nombre de una calle, por pequeña que esta fuera. ¿Por qué? ¿Tal vez porque no cuentan con un lobby que haga del dolor un negocio sin precedentes? ¿Porque les falta la conveniente orquestación de los “mass-media”, que hacen del sufrimiento ajeno un arma política, con la intención de desarmar moralmente a quienes denuncian semejante hipocresía? ¿O deberíamos ser más atrevidos y decir que, simplemente, porque no son judíos?. Entonces habría que denunciar y perseguir igualmente a aquellos que por dinero o por oscuros intereses políticos y personales hacen, con los niños que han padecido en el pasado, discriminaciones en razón de su raza, religión o ideas políticas de los padres y sólo se acuerdan de unos niños muy concretos y minoritarios, soslayando a los demás. Se trata, sin duda, de un agravio comparativo.

Por Pedro Varela

NOTAS(1) y (2) WEBER, Mark: Anne Frank. Publicado en “The Journal of Historical Review” de Mayo/Junio de 1995, pág. 31.(3) “Daily Telegraph” 24.3.1933 y “Daily Express” de misma fecha.(4) IRVING, David: Pruebas contra el Holocausto. Conferencia en el Hotel Majestic de Barcelona, el 17 de Noviembre de 1989.(5) FELDERER, Ditlieb: Il Diario di Anna Frank: una Frode. Edizioni La Sfinge, Via Marchesi, 30, Parma (Italia), 1990, pág. 6.(6) HARWOOD, Richard (Richard Verrall): ¿Murieron realmente seis millones?. Historical Review Press, Inglaterra, 1977.(7) Enciclopaedia Judaica, citada en FELDERER, opus. cit. Pág. 14.(8) BENZ, Wolfgang: “Legenden, Lügen, Vorurteile: Ein Wörterbuch zur Zeitgeschichte”. DTV Deutscher Taschenbuch Verlag. 2ª Edición, 1992 y FELDERER, pág. 13:Enciclopedia Brockhaus, Vol (6-450).(9) PAZ LOPEZ, María: La niña que contó lo inexplicable. “La Vanguardia” de Barcelona, el Miércoles día 15.3.95, pág. 2 de “Revista”. Según BENZ opus. cit., esta cifra en 1992 era de 16 millones.(10) BOCHACA, J.: El mito de Anne Frank. Revista Cedade Nº 170 de Marzo de 1989. Págs. 18 a 20.(11) Anne Frank “Diary” a fake. Publicado en el periódico “Holocaust News” Nº 1, pág. 3, del Centre for Historical Review. P.O. Box 446, London SE23 2LS. Así mismo Enci. Judaica pág. 53 y Felderer op. cit.(12) Enciclopaedia Judaica, pág. 53. Jerusalén, Israel, 1971-1972.(13) ROTH, Heinz: Anne Frank’s Tagebuch, ein Schwindel., 1979.(14) Enciclopaedia Britanica. Citado por Felderer.(15) BOCHACA, opus cit.(16) y (17) FELDERER, opus. cit. pág. 13 y pág. 22.(18) BOCHACA, opus cit.(19) PAZ LOPEZ, opus. cit.(20) BOCHACA, J.: El mito de Anne Frank. Revista Cedade p.18-20.(21) BOCHACA, J.: El mito de los seis millones. Ed. Bausp, Barcelona, 1978; pág. 100.(22) HARWOOD, opus. cit.(23) BOCHACA, opus. cit. y también FELDERER, opus. cit. p. 14.(24) Citado por “Kommentare zum Zeitgeschehen”. Folge 269. September 1993, p. 65.(25), (26), (27) y (28) BOCHACA, J.: El mito de Anne Frank. Revista Cedade. Págs. 18 a 20.(29) GIL MUGARZA, Bernardo: Requiem por Anne Frank.. “Arriba” 9.5.59.(30) FELDERER, opus. cit. Pág. 15.(31) IRVING, David: Pruebas contra el Holocausto. Hotel Majestic, Barcelona, 17.11.89.(32) PAZ LOPEZ, opus cit.(33) BOCHACA, opus. cit. (34) “New York Post” del 9 de Octubre de 1980.(35) BOCHACA opus cit.(36) IRVING, opus. cit.(37) Ver FAURISSON, Prof. Robert: Anne Frank’s Handwriting. Publicado en el “The Journal of Historical Review”, Volume Nine, Numer One, Spring 1989. Pag. 97 a 101. IHR, California 92627. Pruebas caligráficas.Y Vol. 3, Nº 2, summer 1982: “Is the Diary of Anne Frank Genuine?” así como “Le Journal d’Anne Frank est-il authentique?” en “Vérité Historique ou Vérité Politique?”(38) BOCHACA, opus, cit.(39) ROTH, Heinz: Anne Frank’s Tagebuch, ein Schwindel. Odenhausen, Julio de 1979.(40) BOCHACA, opus cit.(41) HARWOOD, opus. cit.(42) GIL MUGARZA, opus cit

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DIARIO DE ANA FRANK

La falsificación literaria más grande del siglo XX

Por: Grupo de Estudios RT 791

El denominado Diario de Ana Frank es el punto más sensible de lo que constituye una auténtica «industria de la lástima», que gira en torno del mito del «holocausto». El contraste de la imágen inocente e infantil de la protagonista, frente a sus intrínsecamente perversos captores, ha convertido a esta obra no sólo en un best-seller mundial (con innumerables ediciones, traducciones, teatralizaciones y adaptaciones cinematográficas), sino además en otro muro de los lamentos, donde toda refutación sobre la veracidad del «holocausto» es respondida con una bien estudiada campaña de histeria y sensiblería.

El historiador británico de renombre mundial, David Irwing, el ex profesor de la Universidad de Lyon 2 (Francia), Robert Faurisson, y el estudioso austríaco nacionalizado sueco, Ditlieb Felderer, han demostrado públicamente hasta el cansancio la falsedad de los pretendidos manuscritos que se atribuyen a una niña judía llamada Ana Frank, fallecida por una epidemia de tifus en 1944 en el campo de Bergen Belsen.

Según se dice, el comerciante judío Otto Frank de la ciudad de Frankfurt (Alemania), huyó junto a su familia en 1933 a la ciudad holandesa de Amsterdam, debido a la llegada de Hitler al poder. Cuando durante la II Guerra Mundial los alemanes ocupan Holanda, los Frank deciden refugiarse en un escondite para salvarse de la «persecución nazi». En 1944, toda la familia es arrestada y deportada por la Gestapo, siendo el único «sobreviviente» Otto Frank, quien fue enviado a Auschwitz, donde en vez de ser «gaseado», es hospitalizado a causa de una enfermedad. Terminada la guerra, Frank retorna a Amsterdam donde le entregan los originales del Diario y publica su primer edición holandesa en 1947.

En la presente nota, pondremos a consideración del lector los principales argumentos y dudas que existen acerca de la autenticidad y veracidad de lo contenido en dicho Diario. Es importante señalar que el mismo siempre ha sido empleado como el más eficaz golpe bajo de la propaganda sionista contra el Nacionalsocialismo alemán.

Pruebas y Fundamentos

En un artículo del investigador Enrique Aynat Eknes, publicado en la revista española Revisión, encontramos los principales argumentos que aquí citaremos. Destaquemos que este trabajo de Eknes tiene como base el excelente libro de Dietleb Felderer titulado «Anne Frank’s Diary, a Hoax» («El Diario de Ana Frank, una mentira»). Nos detendremos en primer lugar en análisis externos del manuscrito, para luego introducirnos en el texto propiamente dicho.

Ante todo, se debe saber que el estudio que un historiador hace de un documento, como puede ser un diario personal, se realiza con mucho detenimiento, con una pormenorizada descripción de sus características externas tales como tamaño, tipo de papel, cantidad de hojas, cantidad de páginas escritas, espacios en blanco, elemento de escritura, encuadernación y múltiples detalles más. Todo ello permite verificar — entre otras cosas –, si realmente fue redactado en el tiempo y lugar que se le atribuyen, y no caer ingenuamente en un fraude. Este minucioso trabajo, verdaderamente científico, es lo que nadie, hasta la llegada de los revisionistas, había efectuado con los documentos vinculados a los hechos de la Segunda Guerra Mundial.

Respecto del llamado Diario de Ana Frank es necesario saber que:

1. Con significativa obstinación, Otto Frank (fallecido en 1980), siempre se negó a que el manuscrito fuera sometido a un análisis exhaustivo a los efectos de verificar su autenticidad.

2. En 1980, a consecuencia de un juicio contra Ernst Roemer — un jubilado de setenta y seis años que se atrevió a negar la autenticidad del Diario –, la Caja Alemana de Defensa Legal logró a pedido del Dr. Rieger que el Departamento Criminal Federal sometiera a análisis los textos y constató que parte de los mismos habían sido escritos con bolígrafo, invento introducido en 1951, es decir, cuanto menos siete años después de la muerte de Ana Frank.

3. Sin embargo, ya veinte años antes, en 1960, la perito calígrafa Minna Becker había dictaminado judicialmente que todos los textos manuscritos del Diario provenían de una sola caligrafía. Por lo tanto, quien hizo el manuscrito puso los agregados con bolígrafo… lo que en términos claros significa que ANA FRANK NO FUE LA AUTORA DEL DIARIO.

4. Una de las pruebas presentadas por David Irving, fue el contraste entre dos documentos, uno conteniendo la caligrafía auténtica de Ana Frank, correspondiente a las cartas enviadas por ella en esa misma época, y otro con las anotaciones del Diario, cuya caligrafía que no se corresponde en absoluto con el de la niña de trece años.

5. Un folleto de la «Fundación Ana Frank de Amsterdam», afirma que los amigos holandeses de la familia hallaron un cuaderno de ejercicios con tapas de cartón y de pequeño tamaño. El diario sueco Expressen del 10 de octubre de 1976, publica una fotografía de Otto Frank sosteniendo un volúmen considerable que en nada se parece al cuaderno mencionado. Con relación al texto en sí mismo, éste es un mar de contradicciones. El historiador Felderer hace unas atentas observaciones que permiten puntualizar:

6. Resulta poco creíble que en un estrecho refugio, en el que permanecieron durante casi dos años, ninguna de las ocho personas que se encontraban en él supieran que Ana Frank redactaba un diario durante ese lapso (junio 1942 – agosto 1944). El padre dice que se entera después de retornar de Auschwitz.

7. La necesidad de silencio en el refugio, para no llamar la atención y evitar ser capturados (23/3/43), se contrasta con las descripciones de las «riñas terroríficas» (2/9/42), «peleas escandalosas», «gritos y alaridos, golpes e insultos que habría ni que imaginarlos» (29/10/43), así como las prácticas de danza de Ana cada noche (12/1/44).

8. Es curioso, según el Diario, que los Frank para escapar a la persecución hayan elegido las mismas oficinas y el mismo almacén de Otto Frank para esconderse (9/7/42).

9. También es contradictorio cuando dice que Lewin, «un pequeño judío químico y farmaceútico, trabaja para el Sr. Kraler en la cocina» (1/10/42). ¿Cómo?, ¿Un judío trabajando pacíficamente cuando se pretende que los judíos sufren una brutal persecución por parte de las autoridades?…

10. Son reveladoras, nos dice E. Aynat, las tendencias sexuales de esta niña de ¡trece años!: «Recuerdo que cuando he dormido con una amiga, he sentido el fuerte deseo de besarla… No he podido dejar de ser terriblemente inquisitiva sobre su cuerpo… Le pregunté, si como prueba de nuestra amistad, podíamos acariciarnos mutuamente los senos, pero rehusó. Llego al éxtasis cada vez que veo la figura desnuda de una mujer, como una Venus, por ejemplo. Me afecta de tal modo que me es difícil impedir que me caigan las lágrimas. ¡Si por lo menos tuviera una amiga!» (5/1/44) En fin, ¿un poco de pornografía para una mejor venta?… ¿Es éste el lenguaje y las inquietudes de una niña de trece años?… ¿Es ésta una niña sana?…

11. Según una entrevista a Otto Frank en 1956, las persianas siempre estuvieron bajas y las ventanas nunca se abrieron, pero Ana afirma que mirar el cielo «es mejor que las píldoras Valeria y el bromo» (15/6/44) contra la ansiedad y la depresión.

12. Finalmente, queda en evidencia el objetivo de este Diario: su germanofobia manifiesta: «Serán permitidas todas las lenguas civilizadas, excepto el alemán» (17/11/42). «Los alemanes son las bestias más crueles que han pisado la faz de la tierra» (19/11/42).

Esto no ha impedido que las autoridades «alemanas» de posguerra hayan introducido el Diario como libro de lectura obligatoria en las escuelas, para autodenigración de las nuevas generaciones.

El Instituto de Revisionismo Histórico de los Estados Unidos (IHR), ofreció nuevamente U$S 25.000.- de recompensa a quien pruebe que el Diario de Ana Frank fue escrito por ella. Ni la propia fundación constituída sobre este fraude literario se animó a reclamar tan generosa oferta.

¿Quién llora por estos niños?

Desearíamos cerrar esta nota — que solamente ha ilustrado los principales detalles de esta gigantesca mentira publicitaria — con las certeras palabras del revisionista británico Richard Harwood, quien a propósito del Diario dijo lo siguiente:

«Es justo reconocer que las consideraciones que exponemos son hasta cierto punto ociosas. En efecto, no importa demasiado que el Diario sea falso o verdadero. Los eventuales sufrimientos de una niña judía de doce años no son más significativos por el hecho de que haya escrito un diario, que los sufrimientos tanto o más terribles de otros niños judíos; o que las desgracias de los infinitamente más numerosos niños alemanes, italianos, japoneses, polacos o de otras nacionalidades que han sufrido horriblemente, despedazados o quemados vivos, mutilados o inválidos por toda la vida a causa de los bombardeos aliados a ciudades abiertas; abandonados en medio del caos por la muerte o desaparición de sus padres; violados o corrompidos por la barbarie de las tropas enemigas. ¿PERO QUIEN SE ACUERDA DE ESTOS HORRORES?, ¿QUIEN LLORA POR EL NIÑO ALEMÁN QUE CORRE AULLANDO ENVUELTO POR EL FUEGO INEXTINGUIBLE DEL FÓSFORO LÍQUIDO?, ¿QUIÉN POR LA NIÑA ALEMANA VIOLADA HASTA LA MUERTE POR UNA SUCESIÓN DE BESTIAS?, ¿O POR LOS NIÑOS JAPONESES DE HIROSHIMA Y NAGASACKI?…»

«Porque de todos estos innumerables casos horrendos nadie habla. No hay best-sellers, no hay dramatizaciones, no hay 40 ediciones, no hay cine, ni teatro, ni radio ni televisión. La falsedad del mito de Ana Frank va mucho más allá, es muchísimo más profundo que la eventual falsificación del texto. Reside en la unilateralidad y en la recurrencia infinita del tema. Una especie de Bolero de Ravel de la propaganda, una perfecta aplicación política del viejo tema de la niña inocente atrapada por la maldad, pero que triunfa aún después de la muerte: Blancanieves perseguida por la madrasta perversa, la débil doncella prisionera en el torreón medieval o la inocente heroína que en los filmes del Far West el cow-boy bueno salva en la cabalgata final. Y así, el mito de Ana Frank, por la fuerza de su impacto sobre la sensibilidad colectiva, se convierte no sólo en símbolo de la inocente nación perseguida, sino más aún y contra todas las reglas de la lógica, en prueba indiscutible de la maldad intrínseca, irredimible, de los perseguidores…»

Continuaremos en próximas ediciones.

Grupo de Estudios RT 791

Libertad de opinion, Año II – Nro. 10, Julio 1998, Buenos Aires.

<www.libreopinion.com>

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El dibujo dice: “PREGUNTÓ POR LA PRUEBA DE LOS 6 MILLONES DE JUDIOS GASEADOS”.

LAS MAS RIDICULAS Y BIZARRAS AFIRMACIONES SOBRE LAS ATROCIDADES DEL HOLOCUENTO

Una gran cantidad de las afirmaciones de los holocaustofilos sobre los «horrores» que habrian tenido lugar en los «Campos de la Muerte», resultan desde el principio tan descabelladas y absurdas que no puede evitarse emitir una pequeña sonrisa al leerlas, ya que la incredulidad fluye por si sola.

La existencia de miles de afirmaciones ridiculas sobre las supuestas atrocidades del Holocuento se explica por el hecho de que cada «historiador» dice y escribe lo que quiera (al menos hasta antes de que el Revisionismo cobrara la fuerza de hoy), como quien arroja una piedra a un tmulo para formar entre todos una montaña, muchas veces elaborando tremendos tratados en base a las fantasticas declaraciones de «testigos» que, en realidad, nunca estuvieron en los campos y no tienen ni la cultura ni el criterio para medir la logica de sus aseveraciones. Es producto, ademas, del entusiasmo por escribir el mayor nmero de atrocidades holocausticas posibles, sin reparar en medir lo razonable o creible que pueda ser cada una de ellas. Los argumentos que se han usado para comprobar el Holocuento son los mismos que se han presentado para comprobar la existencia de ovnis o del Monstruo del Lago Ness, o sea fotografias y testimonios, pudiendo ver el lector la direferencia de criterios que se ha tenido para aceptar un tema y negar otros por «fantasticos». Casualmente, entre los holocaustofilos tambièn abundan los testimonios comprobadamente falsos y las fotografias trucadas tan comunes en esos temas «fantasticos».

A continuacion, exponemos algunas (y solo algunas, por razones de espacio) de las mas estpidas y ridiculas afirmaciones «historicas» que se han hecho sobre el mito del Holocausto y la coleccion de crueldades y salvajismos que habria tenido lugar:

SALADOS HASTA MORIR: La supuesta declaracion de Diekls sostiene que los SA encargados de los primeros campos se «divertian» por las tardes de verano dandole a beber «salmuera y jugo de bacalao» a los presos, para luego ponerlos al sol del patio en donde perecian por deshidratacion. Cuando recordo que en el invierno no habia sol, Diekls denuncio nuevas reglas para el juego: ahora, lo hacian colocandoles un «cigarrillo encendido en la boca», por el lado de las brasas contra la lengua, y se les obligaba a tragarlo de un par de mascadas.

FENOMENOS SISMICOS POR TANTA MUERTE: Elie Wiesel, uno de los mas «autorizados» historiadores del Holocausto, Premio Nobel y presidente de la comision de los Estados Unidos que investigo las atrocidades por orden de Jimmy Carter, escribio en 1982 que en algunos campos era tal la cantidad de muertos en el dia que caian en un mismo lugar que «durante meses y meses» despuès de una ejecucion, el suelo «no dejaba de temblar» y que, a veces, «gèisers de sangre brotaban del piso».

PRIMERO QUEMADOS, LUEGO GASEADOS: Tambièn vienen del «sobreviviente» Elie Wiesel afirmaciones extrañas. Hasta 1959 sostuvo como «testigo» que los judios eran asesinados ARROJANDOLOS AL FUEGO, y de ahi se bautizo al supuesto genocidio como «holocausto», en referencia a la quema ritual. Pero sorpresivamente, aparecio despuès afirmando que los judios habian sido asesinados «en camaras de gases», mito sostenido hasta hoy y que èl nunca antes habia citado.

PRIMERO ELECTROCUTADOS Y LUEGO GASEADOS, VERSION RUSA: Tal como en el caso de Eli Wiesel, los rusos tampoco mencionaron «gaseamientos» como la forma de exterminio usada por los alemanes. Los primeros informes de 1945 de las tropas rusas, antes de ponenerse de acuerdo todos los aliados en difundir la mentira de las ejecuciones por medio de camaras de gas, reportaron tener pruebas de que en el campo de Padua a los internos se les ejecutaba «con descargas mortales de electricidad», a veces incluso dentro de una picina con agua electrificada… Porque claro, øquè iban a hacer picinas instaladas en los Campos de Concentracion si no eran para matar a los presos en vez de tenerlas para sus actividades recreativas?.

PRIMERO ELECTROCUTADOS Y LUEGO GASEADOS, VERSION EXPORTADA A AMERICA: Los norteamericanos tambièn cayeron en la fantasia del holocuento de que los Judios eran electrocutados en masa en Auschwitz, antes de sustituir el mito por el de las camaras de gas. Periodicos americanos tomaron las citas de un «testigo soviètico liberado de Auschwitz», en febrero de 1945, segn el cual se empleaba «una banda transportadora elèctrica en que se podia electrocutar simultaneamente a cientas de personas y de ahi conducirlas a los hornos crematorios. Eran quemadas casi al instante, produciendo un fertilizante para los campos cercanos».

EL DR. «FRANKENMENGELESTEIN»: Una serie de revistuchas, como la Enciclopedia Popular Magazine, han afirmado que Josef Mengele hacia atroces experimentos con los niños que llegaban a los campos, y que, en una oportunidad «trato de crear siameses cosiendo juntos a gemelos normales». Y por si esto fuera poco, agrega seguidamente: «Otro testigo conto que intentaba cambiarle el color de los ojos a los prisioneros con inyecciones que los cegaban o mataban».

CACERIA DE PRESOS EN DACHAU: Uno de los «sobrevivientes» que declararon sobre Dachau (campo en el que hasta Wiesenthal reconocio que no hubo muertos, antes de arrepentirse) en los juicios y las investigaciones, y cuyo testimonio ha sido creido por muchos historiadores a pesar de que nunca hubo otra declaracion que lo corroborara, afirmo que en el campo habia una linea divisora trazada en el suelo y que ningn interno podia pasarla. Algunos guardias alli «jugaban a la caza», lanzando sus gorros al otro lado del limite y exigiendo a algn preso que fuera a buscarselo, para dispararle en la distancia tan pronto como atravezara la linea prohibida.

LA MAQUINA DEL TIEMPO: Rudolf Hss, primer comandante del campo de trabajo de Auschwitz, fue torturado o obligado a declarar en N¸remberg una serie de incongruencias usadas en los juicios, como el haber visitado el campo de Treblinka en junio de 1941 (Treblinka fue inaugurado en julio de 1942, o sea UN A-O DESPUES), que en Auschwitz se calcinaban completamente (incluyendo los huesos) tres cadaveres por crematorio cada 20 minutos y que, a penas termiaban de ser ejecutados los prisioneros de las camaras de gas, los funcionarios del campo solian «entrar fumando» a retirar los cadaveres (a pesar de que el HCN es tremendamente explosivo y de que se afirme que «entraban con mascaras antigas»).

EL RIFLE MAGICO DE A. GOETH: El cineasta Steven Spielberg, basandose en los «testimonios de los sobrevivientes», postula en su pelicula «La Lista de Schindler» que en el campo de Plawzog, cada mañana, el comandante Ammon Goeth se lenvantaba con un rifle de alta precision y se divertia disparandole a la cabeza de los presos en la distancia que andaban por los patios, cual moderno francotirador loco. Lo curioso es que Goeth simpre andaba armado, PERO CON UNA ESCOPETA, como lo demuestran todas las fotos que de èl existieron, con la que es imposible realizar sus tiros de precision y distancia expuestos en la pelicula. Ademas, los Revisionistas han demostrado que el balcon de Goeth estaba bajo el nivel del terreno del campo de los patios, de modo que desde alli no podria haber tenido a su alcance a los presos.

LAS SARDINAS DE REVENSBRUCK: Un «testigo» de Ravensbruck, tambièn tomado en cuenta por innumerables historiadores, declaro que los recièn llegados al campo eran encerrados en piezas tan estrechas y en tal cantidad que, por lo apretados que quedaban, los que se desmayaban o morian asfixiados «seguian de pie, mantenidos verticalemente entre sus compañeros».

MAS SARDINAS: Otro «sobreviviente» de Mauthausen dejo en actas que en los blocks del campo eran metidos «225 presos en una pieza de 10 por 14 metros».

CONTINUAN LAS SARDINAS: El famoso «informe Gerstein» dice, para Nuremberg, que un numero de «750 a 800 personas de pie eran apiladas sobre unos 25 metros cuadrados y dentro de 45 metros cbicos de espacio». En otro lado asegura que la cantidad de muertos de los campos de Belzec y Treblinka sumaria ENTRE 20 Y 25 MILLONES DE EJECUTADOS.

PROTOCOLOS DE BIENVENIDA: Un individuo identificado como el «Preso N 62204 de Mauthausen», declaro en las invetigaciones que al llegar al campo, los gendarmes metian a los presos a golpes de garrote y mordidas de los perros a «una ducha hirviendo», luego «una ducha de agua helada», luego metidos «cinco horas en un sauna», luego encerrados en una «pieza fria» y bajo «un chorro brutal de agua helada». Agrega a la patètica descripcion que, de este modo, «algunos recièn llegados morian en la desinfeccion».

DESNUTRIDOS, PERO DEL PLANETA KRIPTON: La Coleccion Laser de la Segunda Guerra, 1974, en su capitulo «Los Campos de Exterminio», señala lo siguiente, a proposito de la vida en los campos: «Para subir de carrera el comando de Ebensee (un campo), es necesario remontar 150 escalones. Cada hombre lleva una piedra de 20 KILOS en el hombro. A la pasada, un SS, por jugar, lanza un cachiporrazo sobre uno de los que suben. El desgraciado titubea, y cae precipitadamente hacia el fondo con el estrèpito de su piedra y de su cuerpo, que rodan juntos. Muere todo quebrado».

ASESINATOS CANIBALES: El Profesor Richet escribio con recogimiento y horror que, siendo tanta el hambre a la que eran sometidos los internos por los SS de Ravensbruck, que en una oportunidad algunos de ellos «mataron a 4 de sus camaradas» para robarles sus tarjetas para recibir pan. En otros casos se dice que algunos detenidos «robaban trozos de carne humana y los asaban», llegando a comerse a un hombre entero en un dia.

ERROR DE SUMATORIA: Segn la pelicula «Nuit et Brouillard» del director de cine francès Alain Resnais, filmada en 1955 y basada en «testimonios reales y declaraciones veridicas», los prisioneros que perdieron la vida en Auschwitz sumaban la aterradora cifra de 9.000.000 DE EJECUTADOS.

EL GRIFO MILAGROSO DE BIRKENAU: Segn en Doctor Desirè Hofner, en Birkenau habia exactamente una y solo una llave de agua para proveer del liquido vital a «los 13.000 prisioneros que habian en este campo en julio de 1942».

JUGANDO CON BALANCINES DE MUERTOS: David Russet testimonio que, en el campo de Dora, eran colgados del cuello los presos, para luego ser agitados como muñecos por los oficiales de la Gestapo, quienes obligaban ademas al resto de los reclusos a pasar entre los cuerpos balanceandose, como medida de escarmiento, todos los dias.

APRENDIENDO CIRUGIA ESCOLAR: En las «confesiones» de Braumktter sobre el campo de Sachsenhausen, en 1947, se le obligo a declarar por tortura y fuerza (hoy lo sabemos) afirmaciones tan descabelladas como la siguiente: «Se practicaban cortes en los muslos de los presos designados y los cortes se rellenaban con viejos trapos y paja sucia. Todo esto traia como consecuencia la prevista septicemia, de la cual morian gran parte de los individuos inoculados».

LA CRUEL COMPASION DE GRAY: El estafador y falsificador de arte Martin Gray, al que muchos historiadores le han dado tribuna, aseguro que en Treblinka se le destino a la tarea de sacar a los muertos de las camaras de gas recièn usadas. Con un tono de congoja, señala que si en el proceso encontraba algn niño o bebè todavia vivo, lo estrangulaba con sus propias manos, por razones humanitarias, «para que no sufriera». Hoy se sabe que Gray jamas estuvo en Treblinka.

LAS LAMPARAS DE PIEL HUMANA: La declaracion de uno de los «sobrevivientes» de Buchenwald, expuesta en N¸remberg durante el juicio contra Ilse Koch, esposa del comandante del campo, dice lo siguiente: «Todos los prisioneros que tenian tatuajes recibieron la orden de presentarse en el dispensario… Despuès que fueron examinados, los que llevaban tatuajes mas interesantes y mas artisticos fueron muertos por medio de inyecciones. Sus cuerpos fueron en seguida enviados al servicio patologico donde los pedazos de piel tatuados fueron extraidos y remitidos a la mujer de Koch, quien hizo fabricar con esta materia prima algunas pantallas y otros objetos de ornamentacion».

500 HOMBRES A LA TINA HELADA: En el libro «Los Campos de Concentracion», se expone el testimonio del «sobreviviente» Martin Winterberger, segn el cual 32 presos murieron en diciembre de 1941 a causa de un paquete de tabaco que alguien robo a un guardia. Segn su declaracion, fueron obligados a desvestirse 500 sospechosos del robo, a 8 bajo cero de temperatura ambiente, empezando algunos a morir de frio hasta el mediodia. Como nadie admitio ser responsable, y al ver que algunos transpiraban por la fiebre, uno de los guardias grito «°Estos tienen calor, y bien… Se les va a refrescar!». Acto seguido, LOS 500 HOMBRES fueron metidos en «bañeras llenas de agua helada», donde se desvanecian o simplemente se ahogaban.

UN VAPORIZADOR DE HOMBRES EN AUSCHWITZ!!!: Este relato debe estar entre los primeros lugares de idotez y ridiculez… En el Tribunal de N¸remberg, el fiscal mayor de los Estados Unidos, señor Robert Jackson, seguramente desesperado por agregarle mas muertos imaginarios a las listas, aseguro que los guardias de Auschwitz contaban con un moderno «invento» con el que «vaporizaron» a 20.000 judios prisioneros, segn sus palabras, «en una forma tal que no quedaba ningn rastro de ellos».

CIANURO INTELIGENTE QUE ELIGE SU VICTIMA: El «sobreviviente» polaco Oscar Bergen declara que, luego de ser ubicado en Treblinka, se le encargo bajar los muertos gaseados en los vagones de los trenes (muertos alli para ahorrar tiempo) que eran conducidos asi directamente desde los ghettos hasta el crematorio. Bergen dice que los cadaveres acababan de ser ejecutados, y los sacaba cuando todavia tenia olor al cianuro, sin que èl resultara intoxicado jamas.

LA ULTIMA CENA: En 1953 se «encontro» por casualidad y enterrado un supuesto manuscrito anonimo de un detenido de Auschwitz, dentro del mismo campo, en el que se lee que a los presos que eran conducidos a las camaras de gas se les ofrecia un «ltimo favor», y ellos solo solicitaban deseperados «un pedazo de pan».

HITLER FUE UN «HOMBRE LOBO»: El «prestigioso» antropologo inglès Robert Eisler, escribio en 1951, en «Man into Wolf», que a Hitler le encantaba pasear entre los cadaveres de los campos de batalla y de los centros de exterminio, agregando que esto se debe a un sadismo derivado de una licantropia severa, pues ERA UN HOMBRE LOBO. De ahi su decision de matar judios en masa (como corderos). Eisler señala como prueba de su teoria que, en una oportunidad, encontraron a Hitler en cuatro pies mordiendo una alfombra en su despacho.

PELEANDO POR AIRE: El Doctor Nyiszli, supuesto mèdico legista hngaro, describio las ejecuciones de gas agregando detalles patèticos como que «al abrir las puertas de las camaras, los cadaveres no estaban diseminados por todas partes, sino que apilados hasta el techo de la pieza». Y luego agrega explicando el fenomeno: «Es que el gas subia desde las capas inferiores hasta arriba, obligando a los desgraciados a pisotearse y encaramarse unos sobre otros». Hoy se sabe que este tal Nyszli jamas existio, siendo un invento de los periodistas judios franceses, entusiasmados con sumarse a la ola de escritores de horror holocaustico.

ALGUNAS SIMILITUDES ALEMANIA 1940 – ISRAEL 2012


Y como colofón las tres preguntas de Ahmadinejad sobre el mito del Holocausto judío (observad la cara del periodista de NBC)

http://cetaceo.files.wordpress.com/2011/04/letiziosmuseoholocuento2011.jpg

398 comentarios en “¿Por qué está prohibido negar el Holocausto en 30 países con duras penas de cárcel?.

  1. Liliana Anguiano

    Suponiendo que efectivamente el holocausto nunca existió: un país como Alemania se ha dejado convencer de esta «mentira» y así tan fácilmente se ha dejado «extorsionar» sin averiguar? Así nomás por nomás se ha dejado ver ante el mundo como genocida, sabiendo que el exterminio que le achacan nunca ocurrió? Si los judíos son entonces tan poderosos para manipular, porque no son ellos la primera potencia mundial? La personalidad y todo lo que se le ha atribuido a Hitler ha sido entonces inventada por los judíos? Si Alemania es inocente, entonces por qué ha pedido perdón? Sólo son simples dudas.

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    1. Liliana, dele un vistazo al plan marshall y al proceso de desnazificación de Alemania en la postguerra, la señora del video que le dejo a continuación, quien vivió en esa época y trabajo el Auschwitz, entrega interesantes apreciaciones en el mismo, apreciaciones que hoy la tienen cumpliendo condena .

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      1. A esta mujer solo le faltan los bigotes de Hitler. Repugna escucharla
        Que puede decir una mujer que justifica a Hitler , y es ella nazi por si misma.
        Lo lleva incorporado visceralmente. ¡¡¡Y TRABAJO EN AUSCHWITZ!!!!
        Le falto decir que los nazis eran buenísimos, y que Polonia invadió Alemania
        Bien presa esta, y que no salga mas

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          1. Alejandro Muñoz Hernández

            Para Edmen
            El prejuicioso eres tu. Para tu conocimiento esa «santa» señora fue condenada a prisión por negar el Holocausto. Si trabajó en ese campo, resulta increíble que no se halla dado cuenta de lo que todos vieron. Ignoro si todavía esté en prisión. Otros ancianos que han sido condenados en últimas fechas son Oskar Gröning de 96 años conocido como el «contador de la muerte», quien fuera el contador del campo de Auschwitz y seleccionaba, registraba y contabilizaba los objetos robados a los judíos en aquel campo, ya que los nazis no sólo fueron los más grandes homicidas de la historia, sino también los más grandes ladrones de todos los tiempos. ¡Vaya record! Gröning realizó una petición de clemencia que le fue rechazada -reconociendo de este modo la realidad de los crímenes realizados en dicho campo-. Otro «espécimen» juzgado en últimas fechas fue Hubert Zafke, también de 96 años, uno de los médicos del campo y colega del trístemente célebre Dr. Josef Mengele. Éste individuo se salvó de ser condenado, no porque se demostrara su inocencia, sino debido al estado de demencia senil en el que se encontraba.

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            1. Pablo

              Como podes ser tan sádico!! Sabes muy bien que es una mujer inocente y que está pagando con cárcel su libre expresión, por contar la verdad!! quizás se muera en prisión sabes??
              Solo el diablo sabrá que tiene deparado para los hermanos israelitas, tras explotar, dominar y esclavizar seres humanos, no debe ser nada bueno.
              Feliz eternidad en el infierno!!!!
              Judíos herejes

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        1. Cualquiera con sentido común justifica a Hitler y comprende que solo defendió a su país del poder tiránico judío. Que además le habían declarado la guerra y estaban boicoteando a escala mundial los productos alemanes. Conque Hitler tuvo que reaccionar. Aquel hombre, a diferencia de los políticos de hoy, se preocupaba por su país.

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          1. Alejandro Muñoz Hernández

            Si en efecto, ante la «declaración de guerra» de los judíos del mundo, Hitler tuvo que responder invadiendo Polonia, Dinamarca, Noruega, Holanda, Bélgica, Francia, Yugoslavia, Grecia y la Unión Soviética. Además el poder tiránico judío había «boicoteado» a escala mundial los productos alemanes que ya nadie les compraba nada a los pobres, y entonces tuvo que llevar a cabo o por lo menos aprobar, actos tan «legítimos» como la Kristallnacht, en la que cientos de comercios judíos fueron destruidos, sinágogas incendiadas, decenas de judíos fueron asesinados y cientos más encarcelados en campos de concentración. Por si fuera poco, los mismos judíos tuvieron que pagar a las aseguradoras por las propiedades destruidas por los nazis. Ante esto, jamás se supo de algún comercio alemán destruido o incendiado fuera de Alemania por los judíos ni por nadie antes de la guerra. Por otro lado, tienes razón al decir que aquel hombre se «preocupaba tanto por su país», y se preocupó tanto por Alemania que gracias a su política exterior agresiva, a su imprudente diplomacia y a su incompetencia para la guerra, dicho país fue destruido, invadido, vilipendiado y disminuido como nunca lo había sido en su historia.

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          1. Alejandro Muñoz Hernández

            Para Carlos Antonio

            Ya lo hice. He leído a los investigadores e historiadores ‘no judíos’ más serios y conocidos – Harrison E. Salisbury, John Toland, Walter Laqueur, Joachim C. Fest, Allan Bullock, Gerhard Ritter, Robert Kempner, Hans Hönhe, Walter Görlitz, Christian Gerlach, Ian Kershaw, Laurence Rees, Friedrich Zipfel, entre otros- alemanes incluidos, historiadores laureados y con un gran prestigio internacional. Y ninguno niega el Holocausto. Más bien el enfermizo e ignorante eres TU.

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    2. Que te las conteste el autor de este panfleto. Como él sabe tanto y es un erudito, un experto en el tema del Holocausto y de la Segunda Guerra Mundial…ah, verdad que esa guerra nunca existió. Es otro fraude histórico.

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      1. Carlos Antonio

        Lee DERROTA MUNDIAL o MI LUCHA,no nada mas lo escrito por judios,se de mente abierta,comprende que nosotros para los judios solo somos animales,y si siguen los sionisas,no tardan en exterminarnos a 95% de la poblacion mundial.Fraude y mentiras son las contadas en libros,peliculas,t.v.radio,periodicos,todo es de ellos y nos manipulan.Holocausto JAMAS existio!

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        1. Alejandro Muñoz Hernández

          Alejandro Muñoz H.
          Soy historiador profesional, no judío ni sionista, he leído ambos libros y francamente desde el punto de vista historiográfico son bastante pobres. Cargado de odio, ideas racistas, prejuicios y teorías absurdas el primero; lleno de contradicciones, omisiones, inexactitudes y loas hacía el nazismo el segundo. Jamás los he tomado como referencia y por el contrario en mis artículos si he citado a autores serios que han abordado el tema del Holocausto como John Toland, Joachim C. Fest, Allan Bullock, Robert Kempner, Hans Hönhe, Walter Görlitz, Ian Kershaw, Friedrich Zipfel y muchos otros -alemanes no judíos incluidos- que hablan sobre la Segunda Guerra Mundial en general, pero que también abordan el tema del genocidio judío en algún capítulo de sus obras o en estudios dedicados exclusivamente al tema. Ninguno niega el Holocausto. Como bien mencionan Liliana Anguiano y elena, me parece fantástico que los gobiernos del mundo, empezando por el de Alemania, se dejaran engañar por una mentira creada por los judíos para ser indemnizados millonariamente, para que les crearan su propio estado y finalmente para que se penalize la negación de la peor persecución y matanza de su historia. Tendría que ser una «mentira monumental» y los miembros de dichos gobiernos tendrían que ser estúpidos o retrasados mentales para no darse cuenta del engaño. Tuve la paciencia para leer el anterior panfleto y su contenido sólo refuerza mi creencia de que el Tercer Reich y Hitler -temas que he estudiado por más de veinte años, por lo que nadie me va a venir a enseñar nada al respecto, menos los negacionistas- han sido respectivamente uno de los regímenes más nefastos y negativos de la historia y uno de los megalómanos más ridículos y sanguinarios de todos los tiempos.

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          1. Pablo

            Historiador profesional?? Donde te recibiste fantasma!
            Si realmente sos quien dices ser, porque no encuentro información acerca de ti en Internet? Haceme un favor judío….
            matate! Por dios matate!!

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            1. Alejandro Muñoz Hernández

              Para Pablo
              En la UAM (Universidad Autónoma Metropolitana) campus Iztapalapa, Cd. de México, tanto la licenciatura y la maestría en Historia en el período de 1991-1998. Mi cédula profesional es la 2846646. He escrito artículos precisamente desacreditando al negacionismo, al nazismo y a gente como tu, en una página llamada ‘Enlace Judío’ -sería bueno que la buscaras en internet, ya que a pesar de su nombre, es una página en la que también se acepta la autocrítica- pero para tu información no soy judío, ni profeso esa religión -a últimas fechas estoy escribiendo algunos artículos sobre historia cultural y preparando un libro sobre la arquitectura colonial en el centro histórico de la Ciudad de México. También me he dedicado la docencia a nivel medio-superior y un interinato a nivel superior, durante más de veinte años. Pasando a otra materia ¡Se nota que te dolieron los latigazos que te he dado! No tengo que ser una figura conocida mundialmente para desacreditar un artículo premeditadamente falso y malintencionado como el que escribió el «negacionista desconocido» -ese si es un fantasma ya que ni siquiera deja su nombre y sin embargo ¡lo admiras! eso habla muy mal de ti- por otro lado yo te pregunto ¿Tienes título? ¿Has realizado alguna carrera universitaria? ¿Has realizado estudios históricos a nivel profesional?¿Has publicado algo, aunque sea en una página negacionista? Me gustaría que respondieras las anteriores preguntas. Si has publicado algo, me gustaría leerlo, inclusive si fuera algún artículo neonazi o negacionista. Creeme que si tu artículo estuviera bien escrito, yo sería el primero en reconocerlo. Yo no odio. Sólo los mediocres odian. En tus opiniones siempre buscas herir, ofender e insultar y das razones muy pobres. Hay más insultos que razones en tus intervenciones y eso da de que pensar sobre tu salud mental y emocional. Procura calmarte. Finalmente, yo no te deseo ningún mal. Ni siquiera la muerte, lo cual tu si me deseas a mí, a los que se oponen a tus comentarios y a los judíos. Si en ocasiones te he dicho tus verdades, es por que te lo mereces. Y te lo repito, no soy judío. Si lo fuera no estaría perdiendo el tiempo haciendo entender a necios y fanáticos como tu la realidad de un proceso histórico más que comprobado.

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              1. Pablo

                Me molesta mucho como actúan ustedes desde las sombras, llevando a cabo planes maquiavelicos de dominio mundial, son tan sádicos… Lamento decirte que no puedo creerte, cualquier persona que se tome el tiempo de estudiar seriamente este tema nunca jamás llegaría a la conclusión de que el holocuento sucedió como lo relatan los libros. Nunca! Imposible! hay demasiadas pruebas que demuestran lo contrario

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              2. Pablo

                Además siempre hacen lo mismo, seleccionan las preguntas que responden. Por que no me decís nada acerca del censo?? te lo mencioné en varias ocasiones y no me respondes.
                Después de tanto estudio sobre el tema, no tenes nada para decirme que contradiga lo que estoy exponiendo?? He??

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  2. EL HOLOCAUSTO CLARO QUE ES REAL, LEAN LA TORA O VIEJO TESTAMENTO A LOS JUDIOS MATANDO HOMBRES COMO SACRIFICIO A SU DIOS JEHOVÁ, DESPUES DE HACER LIMPIEZA ETNICA PARA QUEDARSE CON EL TERRITORIO DE LA «TIERRA PROMETIDA», ESTE ES EL CUENTO JUDIO, QUE NO PUEDEN EXPLICAR SI PARA LOS AÑOS DEL 30 AL 45 NO HABIAN 6 MILLONES DE JUDIO EN EUROPA, COMO LOS NAZI, MATARON 6 MILLONS DE ESTOS BICHO, CUANDO SE SABE QUE ADOLFO HITLER ERA JUDIO Y ERA PARTE DEL PLAN JUDIO PARA TENER UNA PATRIA ISRAEL

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    1. Patricio

      Tu comentario está completamente basado en la des-información. No hay ninguna prueba empírica de Adolf Hitler tuviese descendencia Judía. Creo que te falta más lectura, y objetividad en la investigación o las conclusiones, Pobres que están compartiendo. Lo único cierto, es que NUNCA HUBO GASEO, NI CREMACIÓN, NUNCA HUBO UN PLAN DE EXTERMINIO, solo una excusa para parar y desprestigiar las políticas del Nacional Socialiasmo: EXTIRPAR LA CULTURA DECADENTE DEL JUDAISMO INTERNACIONAL PARA LO GENTILES, Y BORRAR LA USURA BANCARÍA, QUE SI PODÍAN EJERCER LOS JUDÍOS, TANTO CON EL LIBERALISMO, COMO EL MARXISMO. ese es el objetivo que tuvieron los SIONISTAS-JUDÍOS, no otro. Lo demás, es des-información.

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        1. Gandhi-amigo de Hitler

          Yo me he dejado engañar por la propaganda anti-Hitler durante varias décadas. Seguramente alguno se dejará engañar por la propaganda anti-nacionalsocialista durante 50, 60 o 100 años más.Pobre

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          1. Alejandro Muñoz Hernández

            Para Gandhi
            Y sólo Dios sabrá cuantas décadas más vivirás engañado por la propaganda negacionista. Así de influenciable, crédulo e ignorante pareces ser.

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      1. gabrielle

        nadie dijo que Hitler tuviese descendencia, se dice ascendencia, y sí la tuvo, fue hijo de Evelyn de Rostchild, al que le falta mucha lectura es a ti.

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  3. Luis

    La mas grande mentira Judía y los Españoles que paso con el holocausto que hicieron en América, sin embargo no se castiga renegar, aquí vale el dicho mas papistas que el papa………

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    1. Que los españoles hicieron un Holocausto en América? Que diezmaron la población indígena a su paso? Que saquearon?
      El autor de este panfleto seguramente dirá algún día que éso nunca existió, que es un invento histórico con quien sabe qué oscuros fines. Habrá que esperar a ver qué razones le dicta su fértil, maquiavélica y perversa imaginación

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  4. Sm0k1nJ0eFr4z1eR

    Este «artículo» es una verdadera farsa, además de una infamia que no sólo va en contra de los judíos, va en contra de la humanidad,hay decenas y decenas de datos falsos, para empezar, apunta a que «solo» murieron dos millones de soldados, cuando Alemania, y solo Alemania perdió más de 3millones, y la URRS perdió entre 5-10millones de soldados, o más.
    El señor que ha escrito esta basura, debería ser procesado judicialmente.
    Gran parte del argumento, esta basado en la cruz roja, pues bien, esta demostrado que la Cruz roja alemana, estuvo totalmente a la disposición de los nazis, añado que también está probado que guiaron a miembros de Cruz roja por algunos campos de concentración en visitas organizadas que ocultaban los atroces hechos que ahí se cometían, el holocausto judío es real, quizás hubieran más víctimas de las que ya sabemos, los nazis (que no es todo el pueblo alemán, ni la wermacht)cometieron actos atroces (no fueron los únicos)y ha medida que la guerra en el este se complicó y se hizo más dura e inhumana, los nazis empezaron a tomar medidas completamente abominables e indefendibles (por ejemplo, eximir a generales y tropa de todos los crímenes de guerra)
    Además, unos dirigentes totalmente alejados de la realidad,cegados por el odio y llenos de crueldad, que fueron capaces de masacrar a su propio pueblo, y declarar que si no aguantaban en el «festung de Berlín» no serían merecedores de su liderazgo y por lo tanto el pueblo alemán se haría merecedor de su propia extinción (casi nada lo que acabo de decir)solo con esto, se ve que fue un régimen abominable, y que conforme la guerra se hizo más dura y cruel, fueron intensificando su ya infame crueldad, no le tiene que extrañar a nadie que fuesen capaces de llegar a ese punto (ojo, se conoce poco, pero los japoneses también se les podría considerar culpables de genocidio a los chinos)todo esto por mucho que intente decir que todo es un montaje y demás chorradas el creador de este infame artículo, esta muy bien documentado, con todo tipo de documentos civiles, militares, declaraciones de políticos, soldados, generales, civiles, fuerzas extranjeras, y todo esto está muy bien revisado por todo tipo de historiadores de todos los países, todos los importantes…..entonces según el personaje que ha creado esta basura todos mienten
    Documentos oficiales de los nazis, ejército del aire, de tierra, la marina, documentos civiles de numerosos ámbitos, generales de origen prusiano para los que el honor personal y el legado de sus antepasados es lo más importante(que por lo general, detestaban a los nazis), generales más jóvenes de origen no prusiano(más en sintonía con los nazis)soldados, gente del ámbito estatal, como alcaldes, funcionarios, etc.todo tipo de testigos, des polacos a franceses, alemanes,etc..tropas de los aliados y sus gobernantes, y después amigo Cruz roja (y no Cruz roja alemana, que es de quien sacas los datos….de verdad hay que tener muy poca vergüenza, para hacer el artículo que has hecho, lleno de mentiras y de infamias)es decir, todo el mundo miente (incluidos los alemanes que se pasaron casi 5años luchando sin descanso) todos mienten, menos usted y cuatro gatos aburridos que lo único que buscan es, dinero y atención a costa de mentir y escupir a la historia de la humanidad, no soy creyente y tampoco le deseo mal a nadie, pero ahora mismo pienso que ojalá existiese el infierno, porque usted iría de cabeza por todo lo que está haciendo.
    PD:un par de cosas más, ese dato de 2millones de soldados muertos en toda la guerra me chirría, siendo bastante conocedor de los aspectos militares no me hace falta revisar nada, para saber que es una mentira mayúscula, otra más.
    Como se explica entonces, que en una sola batalla «Stalingrado»las fuerzas del eje (2 y 6 ejércitos Alemánes, 3ejercito Rumano 8ejercito Italiano, 2ejercito Húngaro)tuviesen más de 1millón de bajas (es cierto que se cuenta como bajas los muertos, heridos y desaparecidos)y los soviéticos el doble…..y para acabar, yo no soy anti alemán ni antijapones, es más aunque Adolf Hitler consiguió levantar el país y prepararlo bastante bien para la guerra (un poco por casualidad, pero eso es otro tema)otro líder que le hubiese dado más libertad a sus generales, hubiera conseguido otro resultado más beneficioso para Alemania

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      1. Pablo

        No hay correlación entre la refutación del “Holocausto” y el antisemitismo o el neonazismo.
        Por lo tanto tu comentario es racista y ofensivo, metertelo en tu judío y usurero trasero

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    1. Es cierto que lo de los 2 millones es totalmente debatible, pero eso no indica que todo lo demás también lo es y suponiendo sin conceder que todo lo que dices es cierto, tengo curiosidad en varios puntos, así como pides que «El señor que ha escrito esta basura, debería ser procesado judicialmente», porque con ese mismo ímpetu no pides que sea procesado y sancionado EL ESTADO DE ISRAEL, por NO cumplir con mas de 25 resoluciones de la ONU, esto sucede HOY, EN TU DÍA A DÍA, «se ve que fue un régimen abominable», PARA MUCHOS JUDÍOS tenemos el statu quo de GENTILES lo cual para ellos debo imaginar justifica su accionar en PALESTINA, que régimen hay hoy en ISRAEL?, esta expresión «además de una infamia que no sólo va en contra de los judíos, va en contra de la humanidad» en contra de la humanidad es que millones de personas en el mundo han cometido suicidio por cuestiones de perder sus hogares, empleos, seres amados, por ese grupo de JUDÍOS que manejan grandes emporios, medios de comunicación, arte, instituciones, guerras y hasta gobiernos, no se cual sea tu nacionalidad pero si eres JUDÍO, ISRAELITA «FELICIDADES» haces tu trabajo NO LLORES POR QUE LOS DEMÁS TAMBIÉN HAGAN EL SUYO y si NO lo eres «ahora mismo pienso que ojalá existiese el infierno, porque usted iría de cabeza por todo lo que está haciendo»
      PD: un par de cosas, esa forma intolerante en la que niega la posibilidad de DEBATIR que el holocausto sea en GRAN PARTE UNA FARSA, y a cambio AMENAZA y OFENDE me hace pensar que es de ese grupo de JUDÍOS FANÁTICOS QUE MONITOREAN TODO y por obviedad hasta el Internet, Y SIENDO BASTANTE CONOCEDOR DE LOS ASPECTOS HUMANOS NO ME HACE FALTA REVISAR NADA, PARA SABER QUE ES UN ESTÚPIDO MAYÚSCULO, OTRO MAS, JEJEJEJEJE. (no esta totalmente analizado y respondido) SALUDOS.

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      1. Alejandro Muñoz Hernández

        Bien, si quieres pruebas acude al Centro de Documentación de Ludgwisburg, Alemania, o bien al de Arolsen, Suecia, en donde las encontrarás por miles -no te aconsejo que vayas al Centro Wiesenthal, en Los Ángeles, Cal., ya que es manejado por judíos y aunque poseen gran cantidad de documentos originales probatorios, estás tan fanatizado y prejuiciado, que pensarás que se trata de información falsa. En dichos centros hallarás documentos originales realizados y firmados por los criminales nazis -de las SS, SD, Gestapo, Kripo, RSHA, RUSHA y muchas otras organizaciones- encargados de llevar a cabo la «solución final» del problema judío -si no puedes viajar, que es lo más seguro, es muy probable que por Internet encuentres información al respecto. También puedes consultar las declaraciones de los criminales nazis encausados, en donde niegan su participación, la suavizan o relativizan, o bien inculpan a colegas muertos o desaparecidos, pero no niegan el hecho histórico del Holocausto. Por otro lado, para que el estado alemán pudiera hacer el enorme desembolso que supuso el pagar las millonarias indemnizaciones a los supervivientes del Holocausto, individuos que lo habían perdido todo menos la vida, se tuvieron que llevar a cabo forzosamente, toda una serie de investigaciones al respecto por parte de auténticos expertos e investigadores para que no dejaran pie a dudas. Resulta absurdo pensar que el estado alemán, particularmente la Alemania Federal hasta 1990, desembolsara millones sólo por que miles de judíos «inventaron una matanza masiva» perpetrada por el régimen nazi para ser indemnizados y «vivir de sus rentas». Para las cuestiones de las bajas militares en la guerra se nota tu terrible ignorancia: los dos millones de bajas las tuvo el ejército soviético solamente en el primer mes del lanzamiento de Barbarroja, la invasión hitleriana a la URSS, según se desprende de los partes dados por los mismos comandantes alemanes. Dos millones de muertos solamente fueron las bajas totales del Japón en la guerra, y cerca de dos millones de muertos militares tuvo también la Alemania nazi entre junio de 1944 y mayo de 1945, el peor momento de la guerra para esa nación. También se nota tu desconocimiento atroz de la situación en Medio Oriente: comparar el frío asesinato de casi seis millones de personas con «los sufrimientos» de los pobres palestinos -los cuales así como reciben también dan- quienes en gran número acuden a hospitales y centros de ayuda israelitas, reciben millones de dólares por parte de E.U. en ayuda de todo tipo y en ocasiones prefieren al estado israelí que a su propia «Autoridad Palestina» -cuya creación fue auspiciada por Israel- es un verdadero desatino de tu parte. Si bien la ONU ha dictado resoluciones contra «los crueles israelitas», ¿Porqué no las ha dictado en contra de organizaciones terroristas palestinas, culpables de miles de muertes como Hammas o Al’ Fatha? Es una estupidez mayúscula acusar al Estado de Israél y dejar incólume a organizaciones asesinas como las mencionadas, a las cuales no les importa nada, ni la ONU, ni los derechos humanos, ni siquiera la paz. El gran mamotreto escrito por el «negacionista anónimo» que ni siquiera deja su nombre -por algo será, a lo mejor teme amanecer desollado en una alcantarilla, dado el «tremendo dominio» de los judíos en los medios de comunicación- es una enorme farsa encaminada a engatusar bobos -no digo que tu lo seas, pero debe preocuparte que te dejes engañar por un individuo que lanza 66 preguntas previamente preparadas y él mismo se contesta. Y además una legión de ignorantes le aplaude. Tu «gran conocimiento de los aspectos humanos», no se nota por ninguna parte. El que creas a pie juntillas, lo dicho arriba por «el negacionista y antisemita desconocido» te convierte en un estúpido mayúsculo más, JEJEJEJEJE (todo está analizado y respondido) SALUDOS.

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        1. Alejandro Muñoz Hernández

          Una aclaración: el centro de documentación sobre víctimas del nazismo y personas extraviadas durante la IISM, se encuentra en Arolsen Alermania y no en Suecia, como lo había mencionado en el comentario anterior. Mil disculpas.

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    2. Miguel

      De todas formas tu tampoco das contraargumentacion, es mas, el acusado no debe presentar las pruebas de su inocencia, sino que el acusador debe presentarla. Te imaginas, si un tipo que es la persona mas buena del mundo debe demostrar a los demás que efectivamente nunca ha robado?. Por lo cual, iluminanos con tus pruebas y demuestra que efectivamente ocurrió tal cual se nos plantea que ocurrió el «Holocausto», ademas, si tienes como demostrarlo aprovecha de cobrar la recompensa ofrecida a quien presente las evidencias. Todos conocemos tu punto de vista, porque es lo que se nos enseña en la educación formal, por lo cual es tu trabajo leer la informacion que lo refuta: http://www.vho.org/aaargh/fran/livres9/silenciodeHeid.pdf

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      1. Alejandro Muñoz Hernández

        Para Miguel
        La recompensa de 50,000 us dólares ya fue cobrada por un judío sobreviviente de Auschwitz, llamado Mel Melmerstein, quien logró comprobar la existencia de las cámaras de gas en dicho campo. Además, ante la amenaza de incumplimiento del ofrecimiento por parte del «Instituto revisionista» que ofreció la recompensa, un juez de California los obligo a desembolsar otros 40,000 dólares que se embolsó el suertudo y sagáz sr. Melmerstein. ¡Pobres negacionistas tan estupidos! No cabe duda de que son los únicos «animales» que se tropiezan dos veces con la misma piedra, ya que hace más de una década le pasó algo muy parecido a un «héroe» negacionista, el muy conocido «historiador» David Irving, el cual sólo hizo el ridículo cuando demandó -y perdió la demanda- en contra la historiadora judía Deborah Lipstadt, quién lo dejó -literalmente- en la calle. Ten cuidado con tus declaraciones Miguel, mejor «hecha tus barbas a remojar», no te vaya a pasar lo mismo. Saludos.

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        1. Pablo

          Mentira!!!!!! No mientas más judío!!!! Nadie cobro nada!!!!
          No se aportó ninguna prueba que mereciese la recompensa ofrecida, pero el instituto fue demandado en 17 millones de dólares por un sobreviviente del “Holocausto”, quien alega que la oferta le ha hecho perder el sueño, lo ha perjudicado comercialmente y representa una “negación injuriante de los hechos establecidos.”

          Jajaja perder el sueño… Típico de un judío, no tiene una prueba de nada, sin embargo quiere dinero, y mucho más que la recompensa ofrecida por el instituto, alegando una mentira que contradice los derechos de libertad de expresión universales.
          Porque no caerá una bomba atómica sobre el estado de Israel y a otro tema loco

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    3. De acuerdo contigo, este articulo pseudohistórico es una basura.
      Si el ignorante que lo escribió quería polémica en su blog para ganar notoriedad y protagonismo pues lo consiguió pero no a favor suyo.
      No he leído un blog más negativo y desinformador que éste. Debieran clausurarlo.
      No más información basura en la red!!!!!

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      1. Pablo

        Por que?? Se puede negar abiertamente lo que sea en esta vida y no hay drama, por ejemplo podes decir en Internet que lo del caso 9/11 fue montado, que Osama bin ladden esta vivito y coleando en algún lado del mundo , que tal gobierno son ladrones, inclusive que dios no existe, y esta todo bien.
        El ÚNICO TEMA DEL MUNDO con duras penas de cárcel para el que no entienda que el derecho de libertad de expresión ya no existe es la negación del Holocuento.
        Por que este tema, encima tan flojo de pruebas es el único del mundo repito con coronita?
        No queda más nada que decir después de eso , no tiene sentido leer más nada al respecto, se cae de maduro que el HOLOCUENTO NUNCA EXISTIO, Y HACEN LO QUE SEA NECESARIO PARA MANTENER ESA GRAN MENTIRA que año a año les genera miles de millones de dólares en indemnizaciones

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        1. Alejandro Muñoz Hernández

          El hecho de que consideres la gran cantidad de información dada en el panfleto anterior como «tan detallada y concisa» sólo muestra tu ignorancia y desconocimiento del tema. El autor, que como todos los cobardes no deja su nombre verdadero y ni siquiera su alias, sólo está utilizando una de las estrategias más usadas por los negacionistas, neonazis y antisemitas: la de sumergir literalmente al lector con una gran cantidad de información, supuestamente verídica y confiable, omitir fuentes o pasajes que puedan ser «peligrosas» para los fines negacionistas, tergiversar la información cuando sea menester, falsearla en caso necesario, aumentarla o disminuirla también en caso necesario y en otras ocasiones negar gran cantidad de datos cuando son incómodos o contradicen las «verdades negacionistas». Te daré sólo algunos ejemplos de ello: la supuesta recompensa de 50,000 dólares que cierto instituto revisionista con sede en California ofreció a quien demostrara fehacientemente la existencia de las cámaras de gas fue reclamada por un judío sobreviviente de Auschwitz y residente en EE.UU. de nombre Mel Melmerstein, quien no solamente comprobó el hecho histórico de las cámaras, sino que, aprovechando la estupidez e imprudencia de que casi siempre hacen gala los negacionistas y neonazis, también demandó a dicho «instituto» y el juez -que no era judío- le dio la razón y los negacionistas, «con el rabo entre las patas» se vieron obligados a pagar otros 40,000 dólares y abstenerse de volver a hacer ofrecimientos tan imprudentes que les pudieran costar tan caros.

          También dice en su mamotreto de que no existen, ni existieron «pruebas materiales concretas como pilas de ropa, o de ceniza, ni lámparas hechas con piel humana,etc.» Para información de este individuo, cuando los soviéticos liberaron el campo de Auschwitz, encontraron, fotografiaron y filmaron pilas no sólo de ropa; sino también de zapatos, maletas, gafas, orinales, cabello humano, etc, los que en algunos casos llegaban hasta el techo de las habitaciones en que se encontraban. Gran cantidad de estos objetos todavía se encuentran en exhibición en el campo. En lo que se refiere a las pantallas y pisapapeles hechos con cabezas y piel humana, si existieron y se tiene registro gráfico en fotos y películas de dichos objetos, hoy día perdidos. Fueron realizados por órdenes de la ‘comandause’ Ilse Koch, esposa del comandante de Buchenwald Karl Koch, quien era «coleccionista» de tatuajes, entre más raros mejor y que fue procesada después de la guerra, siendo condenada a cadena perpetua y terminó ahorcándose en su celda.

          Cuando menciona de que las únicas pruebas son los testimonios de los sobrevivientes comete un grave error: durante el proceso de Nuremberg y en otros procesos posteriores realizados tanto en Alemania como en otros países, pudieron verse pruebas documentales -que los nazis no tuvieron tiempo de destruir- en las que se utilizaba un lenguaje por demás ambiguo y críptico referente al proceso del genocidio de judíos: a la transportación de los judíos a los campos se les llamaba «traslados», a las eliminaciones ya sea mediante fusilamiento o en las cámaras de gas, se les conocía como «operaciones especiales» y a la muerte por hambre o debilitamiento extremo en los campos se le llamaba, muy en el estilo del neodarwinismo social, «muerte por selección natural», por sólo citar algunos ejemplos. No cabe duda de que el usar este tipo de lenguaje en vez de hablar directamente de matanzas masivas, fue un truco infantil de los mismos solucionistas para desorientar a futuros pesquisidores de sus crímenes. Lamentablemente para ellos no les funcionó. El mismo Adolf Eichmann, durante su juicio en Jerusalén en 1961, reconoció haber sido testigo -sólo testigo, no participante según su testimonio- de diversas «operaciones especiales» en Lodz, Kulmhoff y Lublin, por órdenes de su superior, Hans Müller, jefe de la Gestapo. En dicha ocasión, dio escalofriantes detalles de los gaseamientos en camiones especiales -antecesores de las cámaras de gas- e inclusive dijo haberse sentido «horrorizado por lo que vio».

          Otros nazis llevados a juicio en los años 40, 50, 60 y 70 como Arthur Nebe, Otto Olhendorf, Franz Stangl, Joseph Klehr, Hermann Höffle -quien se suicido en su celda antes de su juicio-, Josef Kramer, Paul Blobel, Oswald Kaduk, Gustav Wagner -otro que también se suicido-, Horst Schumann, Wilhelm Boger y muchos otros, al ser confrontados con los testigos de sus crímenes y con pruebas documentales declararon de forma general, lo mismo que todos los criminales nazis declararon de manera estereotipada, como loros «yo sólo obedecí órdenes», es decir, trataron de minimizar su participación en los hechos, pero ninguno negó el Holocausto. Tampoco lo negaron sus abogados. Si como el charlatán que escribió el panfleto anterior y las legiones de negacionistas, antisemitas y neonazis sostienen que «el Holocausto fue una mentira inventada por los judíos», ¿Porqué gran número de perpetradores del mismo, en número de miles huyeron de Alemania, se escondieron y adoptaron identidades falsas? ¿Porqué otros se suicidaron nada más terminar la guerra o al ser descubiertos en fechas posteriores? En ambos casos ¿A que le temían, si según los negacionistas, no hubo crímenes, ni matanzas ni mucho menos un genocidio de judíos ni de ningún pueblo o grupo humano en especial? ¿Porqué estos asesinos simplemente no negaron los hechos de manera general, en bloque, dado que supuestamente los acusaban de algo que simplemente no existió? Preguntas difíciles de responder por parte de todos los que creen actualmente que «el Holocausto fue una invención de los judíos».

          Finalmente, en su pueril cuestionario de 66 preguntas y respuestas, no habla ni una sola palabra de los trístemernte célebres Einzatzgruppen, comandos asesinos SS que actuaron en Polonia y Rusia -principalmente en esta última- en donde por si sólos, los cuatro grandes comandos, A,B,C y D liquidaron a mas de 1,200,000 judíos entre junio de 1941 y mayo de 1942, ante miles de testigos -soldados y oficiales de la wermacht, quienes en ocasiones protestaban por tal horror, civiles alemanes, médicos, ingenieros u oficinistas que estaban de misión en Rusia y civiles rusos de todas las edades, los cuales en ocasiones «ayudaban» a los nazis en su tarea con la esperanza de lograr algún botín- además de que se conservaron gran cantidad de documentos sobre tales acciones. Cada uno nos habla de miles de asesinatos. Al final de la guerra, dichos criminales, excepto uno que se suicidó «misteriosamente», al ser encausados, ante el peso de las evidencias presentadas, no tuvieron otra que reconocer sus culpas.

          Bien, esta sólo es una pequeña muestra de la falsedad de algunas de las cuestiones expuestas por ese «negacionista sin nombre» que incurrió en gran cantidad de absurdos y mentiras, como todos los negacionistas y antisemitas que se aferran a negar el hecho histórico del Holocausto. Podría hechar abajo todas o casi todas sus aseveraciones, pero basten estos ejemplos para dejar bien claro de que no siempre la información «bien detallada y concisa» es fidedigna. La alevosia y mala fe de los negacionistas metidos a historiadores sale a relucir cuando sus falsedades son confrontadas con un auténtico método históriográfico.

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          1. Pablo

            Usted únicamente desinforma! Anexe algún enlace, link o provea información concreta de lo que exponga, sino sólo está contando una historia.
            Sino tiene dichas pruebas, no tiene nada que hacer en este sitio, esta contradiciendo todo el material fehaciente y con bases sólidas que se recolectó para exponer esta verdad con un cuento.

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      1. Alejandro Muñoz Hernández

        Para Jordi
        ¿De donde sacaste tus cuentas? ¿De los datos amañados por los negacionistas? Sólo te diré que en la actualidad la población judía mundial difícilmente rebasa los 16 millones de individuos. No pudo haber aumentado solamente un millón en más de sesenta años. Checa los datos en cualquier página de Internet. No seas tan crédulo. La credulidad extrema es el primer paso a la imbecilidad.

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    4. Alejandro Muñoz Hernández

      Alejandro Muñoz H.
      ¡Bravo Sm0k 1n! Se nota que tu si estas bien documentado, no como el autor del panfleto. Francamente dijiste muchas de las verdades históricas que pocos se atreven a decir, empezando por la existencia de otras matanzas perpetradas por los nazis durante la guerra, además del hecho comprobado del Holocausto. En dichas matanzas, los esbirros de Hitler asesinaron a alrededor de diez millones de individuos de todas las edades y de todas las naciones de los países ocupados por los alemanes: Rusos, ucranianos, bielorrusos, letones, estonios, lituanos, yugoslavos, polacos no judíos, griegos, franceses, holandeses, belgas, italianos,etc., lo que hace de la maquinaria homicida nazi, la más letal de la historia. Ya que hablaste también de la batalla de Stalingrado, me gustaría agregar que fue ahí en donde se inició el principio del fin de la Alemania nazi y también en donde el «genio» de Hitler como «estratega» fue, en gran parte, culpable de la derrota. Fue una bendición para el bando aliado y para la humanidad que el führer se hiciera cargo del mando supremo del ejército alemán. A partir de ese momento, las torpezas de Hitler, junto con el creciente poderío aliado, aceleraron la derrota de Alemania.

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  5. Isabella

    Este articulo es una sublime mentira y estupidos descerebrados se lo tragan
    Porfavor no nieguen la verdad ahora tambien vamos a decir que las dictaduras en Chile , Argentina y muchos países de America Latina es un invento y que PINOCHET levantó Chile y lo salvó del marxismo???
    Porfavor antes de hacer artulluchos «chantas» informense con fuentes fidedignas.

    Como dijo el preseidente Salvador Allende en su último discurso «Tienen la fuerza, podrán avasallarnos, pero no se detienen los procesos sociales ni con el crimen… ni con la fuerza. La historia es nuestra y la hacen los pueblos»
    y la historia es la memoria colectiva que este tipo de artículos no pueden estropear

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    1. alan

      de acuerdo! es un fraude… es el riesgo del internet, que ocasiona un oasis de información y cultura falsa en un desierto de ignorancia. Le dan voz a los necios, arrogantes, incultos, y la gente que estudia toda su vida y puede hablar con autoridad está desacreditada, uff, a veces pienso que este mundo virtual nos separa más del conocimiento…

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    2. Muy bien argumentado Isabella. Ahora resulta que nada de nada sucedió. La humanidad siempre ha vivido en un paraíso eterno, en una Edad de Oro!!!!!!
      Me pregunto qué autoridad tiene el autor de este panfleto para desvirtuar lo sucedido?

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    3. Muy bien argumentado Isabella. Ahora resulta que nada de nada sucedió.
      Segun esta sarta de mentiras, la humanidad siempre ha vivido en un paraíso eterno, en una Edad de Oro!!!!!!
      Me pregunto qué autoridad tiene el autor de este panfleto para desvirtuar lo sucedido?

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      1. Pablo

        No se que autoridad tendrá, lo que seguro tiene son pruebas, de todo tipo y de bases sólidas, con fundamentos, a diferencia de la otra versión que carece de ellas.
        Y de que paraíso eterno me estas hablando,?? si hace aproximadamente 100 años atrás la esclavitud estaba latente en este mundo. Y eso si que no fue un invento

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        1. Alejandro Muñoz Hernández

          Eso de bases sólidas, con fundamentos, sólo lo vez tu y los negacionistas y antisemitas. Después de la guerra se descubrieron miles de documentos que hablaban de las matanzas nazis de judíos y otros grupos como los gitanos, los prisioneros de guerra rusos, civiles rusos, etc. Sólo para el Proceso de Núremberg se clasificaron alrededor de 16 000 documentos -de los que un tercio se relacionaban directa o indirectamente con el Holocausto- y en ese proceso y en todos los procesos ulteriores sobre crímenes de guerra, los procesados nazis no negaron el Holocausto, solamente trataron de eludir su responsabilidad en el mismo con la misma consabida frase, repetida miles de veces «yo sólo obedecí órdenes» o bien hacían recaer la culpa sobre sus camaradas nazis muertos o desaparecidos. Ya para que los directamente implicados en el proceso reconozcan el mismo, da que pensar a cualquiera. La «otra versión» más bien es la que tiene más fundamentos y bases sólidas.

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    4. gabrielle

      si vas a refutar el artículo, expón argumentos en contra, sino, cállate. Qué tiene que ver Chile con todo esto, se está desarmando una farsa, si tienes algo que decir SOBRE ESO , dilo, negar el holocausto, no te hace negador de todo lo demás, no seas menso.

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      1. Alejandro Muñoz Hernández

        Chile fue una de las naciones sudamericanas que abrieron sus puertas a algunos de los peores criminales nazis que «por razones desconocidas» habían escapado de Alemania al término de la guerra. En ese país se instauró a partir de 1973 uno de los regímenes militaristas de más triste memoria que se recuerden en el mundo, el del usurpador dictador Augusto Pinochet, una especie de führer reciclado y más pátético que el mismo Hitler. Que la de Pinochet fue una dictadura de corte fascista, con muchos puntos en común con la Alemania nazi no es un secreto para nadie. De ahí la analogía entre ambos regímenes.

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      1. Jordi

        A ver. ¿Cuántas evidencias necesitas? Porque del «holocuento» no hay NINGUNA.
        Y este señor te ha dado 66 razones, aunque con 10 yo creo que vas servido.

        ¿O es que eres una cerrada de mente? Analiza, ¡Piensa por ti msima y deja de repetir como un loro!

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        1. Alejandro Muñoz Hernández

          Según tu dices que del llamado «holocuento» no hay ninguna prueba. En el Centro de Compensación y Documentación de víctimas de Ludwigsburg, Alemania, las hay y por miles. Como señalé en un comentario anterior, de los 16 000 documentos clasificados para el proceso de Núremberg, casi un tercio se relacionaban directa o indirectamente con el exterminio judío. Además de los testimonios de los supervivientes, también están los testimonios de los criminales, los cuales el cobarde ignorante autor del mamotreto no menciona. Criminales como Hans Frank, Rudolf Hoess, Arthur Nebe, Otto Olhendorf, Adolf Eichmann, Paul Blobel, Alois Brunner y muchos otros, aunque en algunos casos reconocieron su propia culpa y otros la negaron, reconocieron el hecho histórico del Holocausto, ya sea a través de sus confesiones ante los tribunales o bien de manera abierta y cínica, en completa libertad como en el caso de Brunner, desde su chalet en Siria, donde vivía despreocupádamente. El autor del insufrible pasquín de 66 «supuestas razones» se erige en juez y parte y no se da cuenta de las terribles inconsistencias, mentiras y contadicciones en las que incurre. El cerrado e IGNORANTE eres tu.

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      2. Alejandro Muñoz Hernández

        El artículo en cuestión es una auténtica farsa de principio a fin. No aclara absolutamente nada. Lo único que deja en claro es lo fácil que es manipular a la gente con un mamotreto pseudo histórico en donde el autor no escribe su nombre y él mismo se contesta sus preguntas.

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    1. Alejandro Muñoz Hernández

      En realidad no se ha aclarado nada. El autor del mamotreto comete una serie de errores, omisiones, tergiversaciones, contradicciones y falsedades que no escapan al ojo de los que medianamente conocen el proceso histórico del Holocausto. A lo largo de este espacio de opinión he desenmascarado al o los farsantes autores del mamotreto y sus falsedades. En realidad el autor y esta página en sí no pueden disimular su antisemitismo.

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  6. Lautaro

    Un paquete informativo que pretende relativizar el holocausto y quizás lo logre. Línea argumentativa que no aminora en nada la naturaleza criminal del nacionalsocialismo alemán en su intento de imponer una dictadura que cruzó sus fronteras invadiendo diversos otros territorios nacionales y violando por tanto su soberanía.

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      1. Alejandro Muñoz Hernández

        Para Jordi
        Pues yo he leído bastantes libros sobre el Holocausto y de autores no judíos, alemanes inclusive -Kurt Zentner, Andreas Biss, Hans Bucheim, Hans Adolf Jacobsen, Joachim C. Fest, Gerhard Ritter, Jürgen Thorwald y muchos otros- además de no alemanes ni judíos -Hugh Trevor Roper, Eddy Bauer, William L. Shirer, Comer Clarke, Gordon Williamson, Ian Kershaw, Laurence Rees y Anthony Beevor, por sólo mencionar algunos- ¿Quieres más o con esos te conformas? Todos ellos, historiadores reconocidos, serios y laureados a nivel internacional -todo lo contrario a los «historiadores e investigadores» negacionistas (je je)- los cuales han abordado, de manera directa o indirecta, el proceso del Holocausto en sus obras y ninguno lo niega. Sería estúpido que negaran un hecho histórico más que comprobado.

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      1. gabrielle

        no es envidia , no seas tarada ,es conocimiento, algo de lo que careces. Qué sabes tú de nada ! se nota que no conoces nada sobre el linaje judío.

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        1. Hija, búscate una vida fuera de esta página. Tus argumentos no son inteligentes ni estructurados, te limitas a atacar a lo comentaristas si no están de la orilla de tu pensamiento antisemita y discriminatorio.Pero con qué argumentos? No esgrimes ninguno.

          Anda, apúrate a terminar la secundaria. Asi me superas porque yo no pude avanzar más allá de a primaria. A duras penas leo, escribo, sumo y resto. Y pierdo el tiempo leyendo estupideces como las que tu escribes. Mea culpa!

          No vale la pena desasnar a personas como tu.Los burros son tercos.Obcecados. Intransigentes. En fin: burros.

          Vamos, apaga tu pc o tu celular y a estudiar, hija mía, que la vida es algo más que perder tiempo en sitios como éste rebatiendo argumentos que son tan válidos como tu supones que son los tuyos…o quien te los dictó? Te los sopló alguien al oido? Copiaste lo que te iban diciendo? Lo digo por tu forma de escribir lo que pobremente razonas. Pero qué me asombra! Estás a la altura de la página. Enana mental. Y por tanto sin posibilidades de crecer, qué pena me das!!!

          Se feliz, Gabrielle y agradece la vida que tienes por miserable que sea y no envidies lo que los demás son o tienen.

          Hasta nunca. Que seas feliz. Y apúrate que las horas pasan y vas a llegar tarde a la escuela básica o al trabajo…ahhhhhhhh de pronto ni lo uno ni lo otro, ya eres erudita en estos y supongo que en otro sin número de temas, pues entonces dedícate a descansar y a rascarte la panza mientras sigues «analizando» temas históricos y dando tus brillantes opiniones sobre los mismos. Cambia ya de tema y sorpréndenos con tu erudición y brillantez de pensamiento en otros posts.

          No me interesa volver a leerte, que lo sepas.

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  7. grover

    los puntos son debatibles, pero si algo no es debatible es el hecho de comparar tu trabajo con el gran documental «SHOAH» de claude lanzman. 9 horas que explica el metodo y la ejecucion de millones de judios en los campos de exterminio(auswitch, belzec,chelmno,treblinka,sobibor). Si tu trabajo al menos fuera comparable a este documental, pero no, tus argumentos son como caca de mosca en comparacion a dicho documental.

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    1. Poncho

      Y podrían ser 1000 horas si tu quieres…. todo el holocausto de exterminio judío es una mentira!!!! Crees que porque te hartaste con un documental de 9 largzs horas de mentiras, engaño y exageraciones ya te las sabes todas????? Hay personas que llevan toda su vida dedicadas a desinformar y a seguir inventando libros, películas, «documentales», enciclopedias, noticias…..etc… pura basura judía!!!! Me das lástima, has de ser un asqueroso judío y sino pobre de ti, de mi y del resto que nos tienen con el pie en el cuello mientras ellos se carcajean…. lo único bueno que puedo decir de los malditos judíos es que han sabido lograr sus fechorías a costa de mantenernos en la ignorancia…..y tu eres un gran ignorante, sigue repasando las mismas mentiras escritas por ellos… atáscate de sus documentales y sigue creyendo en cámaras de gases y campos de exterminio…. no dejarás de ser un repugnante «goyim» para los judíos….

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      1. Jordi

        Poncho, sé respetuoso. No voy a faltar al respeto a nadie porque llevo toda la vida creyendo la mentira judía. Todos no somos iguales y habrá gente que necesite más tiempo para asimilarlo. No me quita el sueño si quieren seguir engañados. ¿Aunque sabes qué sucede? Que no saben pensar por sí mismos…

        Salu2, amigo.

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      2. reycardo

        Tienes toda la razón. Un ejemplo de alguien (judío) que se ha hecho rico haciendo películas de ciencia ficción sobre el falso holocausto: Spielberg y la madre que lo parió. Dios los cría y ellos se juntan. También en España andan los comunistas criticando a diario a Franco y acusándolo de lo que jamás hizo. Da dinero, y mucho: es bastante para quienes detestan el trabajo y quieren quitar a los demás lo ganado con su sudor.

        Ahora quizá salga la experta de turno, la enterá, la bien pagá, para llamarme a mí también basura y resentido. Estoy acostumbrado a que los inferiores me insulten.

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      3. Alejandro Muñoz Hernández

        Resulta enfermizo de tu parte negar la evidencia mostrada en toda clase de fuentes sobre el Holocausto. Si el exterminio judío es una mentira, ¿Porqué todos y cada uno de los nazis encausados por crímenes de guerra, ante la evidencia aportada, terminaron por confesar lo que tu niegas? ¿Porqué algunos de esos nazis -Frank, Hoess, Ohlendorff, Wisliceny, Eichmann, entro otros muchos- no sólo no lo negaron, sino que dieron detalles escabrosos del genocidio judío, en ocasiones aceptando su propia culpa y en otras, arrojando la culpa sobre otros nazis muertos o desaparecidos? ¿Acaso inventaron toda esa información? ¿Porqué todos, sin excepción, siempre contestaban lo mismo, como loros amaestrados, «yo sólo obedecí órdenes superiores», «yo sólo cumplí mi deber», aceptando indirectamente el hecho histórico del Holocausto, más no su propia culpabilidad? ¿Porqué al final de la guerra, gran cantidad de criminales nazis, curiosamente relacionados con el genocidio de judíos, -Himmler, Globocnick, Höffle, Clauberg, Ley, Glücks, etc.- cometieron suicidio? si el exterminio judío es una mentira y ellos eran inocentes ¿Que los movió a tomar tan fatal determinación? Sería bueno que contestaras las anteriores preguntas. Si no puedes sólo, lo que es más seguro, pide ayuda a los negacionistas, pero seguramente ellos son igual de ignorantes que tu. Por otro lado, yo también he visto documentales negacionistas y son bastante pobres, perores inclusive que la literatura negacionista, sin sustancia ni sustento, contradictorios, exagerados, maniqueos y ostensiblemente antisemitas.

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        1. Pablo

          Porque los torturaron, y a los que se bancaban la tortura los mataron. Quizás alguno se mató realmente, pero haber.. atrapado, entre torturas diarias y sabiendo que vas a ir al matadero, no te quedan
          muchas opciones

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      4. Alejandro Muñoz Hernández

        Para Poncho
        Tu que mencionas que el Holocausto judío es una mentira y que el documental mencionado también lo es, porqué no investigas en las obras de los autores serios que han investigado dicho proceso -y cuyos nombres podrás encontrar en mis intervenciones a lo largo de este espacio de opinión- para darte cuenta que quienes están equivocados en realidad son los negacionistas y antisemitas. Si tu crees que el mencionado documental es una invención, además de que fue dirigido por un judío, te recomiendo que veas entonces ‘Noche y niebla’ de Alain Resnais, quien para la realización de su documental tuvo acceso a imágenes verídicas de los archivos gubernamentales de Francia, el Reino Unido, E.U. e inclusive la entonces República Federal Alemana. Juzga tu si las imágenes son falsas o están trucadas. Además el documental sólo dura 30 minutos. Si después de todo lo anterior sigues en tu posición negacionista y antisemita mejor pégate un tiro.

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    2. gabrielle

      típico del endeble mental, agrede a la persona, no rebate la idea. Si son tan debatibles, porqué no los debates y de pasada te enteras de que tu grandioso documental, está hecho por un judío, jajaj qué esperabas ! qué menso eres.

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  8. Pingback: Censura sionista en la red: | alertanacionalistas

  9. ME QUEDA CLARO PORQUE ESTA PROHIBIDO NEGAR EL HOLOCAUSTO…SIMPLEMENTE ESTE ARTICULO DEJA TODO ALA ESPECULACIÓN..NO CABE DUDA QUE EL QUE NO CONOCE INCLUSO NIEGA LA HISTORIA EVENTUALMENTE SE REPETIRÁ….. QUE PRUEBA HAY QUE HITLER ORDENO EL EXTERMINIO? SEGÚN DICEN NINGUNA…. YO PREGUNTO QUE PRUEBA HAY QUE HITLER USABA CALZONES?.. SEGUN HE LEÍDO TAMPOCO HAY….
    EN CONSECUENCIA NO USABA CALZONES.. PORQUE NO HAY PRUEBAS AUNQUE LA QUE LAVA LA ROPA DIJERA QUE SI ( COMO CIERTOS MANDOS DIJERON QUE ERA ORDEN DEL FUHRER EL EXTERMINIO) …. Y AUNQUE ES CLARO QUE NO COINCIDEN LAS CANTIDADES POSIBLES EN LOS HORNOS..TAMBIÉN ES CLARO QUE PARA MATAR A ALGUIEN HAY MAS DE UNA MANERA… SI NO VEAN A STALIN EN UCRANIA SIN ARMAS SOLO LES QUITO LA COMIDA…

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    1. Insoportable la cantidad de asnos e ignorantes que gastan su tiempo negando lo inegable. Más vale pónganse a estudiar y a documentarse sobre Historia, dejen de repetir como loros lo que otros resentidos van pregonando por ahí solamente con el afán de difamar.

      No les dice nada la cantidad de fosas que se encontraron llenas de cadáveres y de esqueletos?
      Y los prisioneros liberados casi en los huesos? Las confesiones de los acusados?

      Claro, fueron tan estúpidos que confesaron crimenes no cometidos porque estaba aburridos de vivir y no eran capaces de suicidarse entonces buscaron la manera de que los mataran o los encerraran en prisión.

      Supongo que uds, negacionistas, tienen cerebro. Escribi «supongo»… asi que úsenlo…nadie ha podido demostrar que fue una farsa total pero si se ha podido demostrar que fue una triste realidad llevada a cabo por personas como ustedes. Ustedes son los responsables de que este mundo no sea mejor, de que siga siendo a ratos la pocilga que es. Lástima que no haya nadie que organice otro Holocausto para llevarlos a uds a embriagarse con Zyclon B…son uds los que merecen estar en una cámara de gas. Púdranse!!!!!!

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    2. Alejandro Muñoz Hernández

      Exacto, no coinciden los números porqué antes de que comenzaran a trabajar las cámaras de gas y los hornos crematorios, en el verano de 1942, en Auschwitz, Birkenau, Treblinka, Sobibor, Maidanek, Belzec, Chelmno y Struttohf, los cuales, hasta donde se sabe, eran los únicos campos que contaron con este tipo de instalaciones; los nazis ya habían exterminado a casi dos millones de judíos valiéndose de diferentes medios: por hambre, ejecuciones, enfermedades y hacinamiento en los ghettos de las principales ciudades de Polonia, por ejecuciones masivas y malos tratos en los campos de la misma Alemania -Dachau, Buchenwald, Oranienburg, Gross Rossen, Bergen-Belsen, Ravensbrük, Natzweiler, Mauthausen (Austria) y Theresienstadt (Checoslovaquia)- campos de concentración en donde no hubo cámaras de gas pero si se asesinaron judíos por millares; por medio de camiones especiales, herméticamente cerrados, cuyos tubos de escape lanzaban sus emisiones de monóxido de carbono hacía el interior de una caja en la parte posterior del vehículo en donde se habían apretujado a un gran número de judíos, y finalmente por los grupos especiales o comandos asesinos especialmente adiestrados para aniquilar judíos, los trístemente célebres einzatsgruppen, quienes fusilaron, ametrallaron, quemaron y ahorcaron a un estimado de entre 1,200,000 a 1,300,000 judíos en Ucrania, Países Bálticos, Bielorrusia y la Rusia Europea entre 1941 y 1942. Soy historiador profesional y he investigado la Segunda Guerra Mundial, el nazismo y el hecho, históricamente comprobado del Holocausto, durante más de veinte años. El artículo no sólo deja todo a la especulación, sino que es falso de principio a fin y sólo los muy estúpidos o muy ignorantes -o las dos cosas juntas- se lo creen.

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  10. Madre de Dios… y que todavía se niegue el holocausto, me parece increíble. ¿Sólo en películas? te remitiría a cientos de pruebas fotográficas y audiovisuales de personas esqueléticas y a muertos amontonados en fosas comunes. Mira que soy conspiracionista yo, pero hay algunas teorías que rozan el ridículo. Ésta es una de ellas.

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    1. Si, que existan negacionistas es increíble. Los animan el odio y el resentimiento, la xenofobia, la mala voluntad contra los judíos, por ejemplo. Porque es contra ellos que se enfilan baterías siendo que no fueron las únicas victimas del Holocausto.
      Pero más increíble aún es que hayan personas que les den crédito y vaya repitiendo lo que leen sin documentarse primero.
      O será que las fotos son puro photoshop? A ver, qué dicen los negacionistas de los miles de testimonios gráficos. Los quiero leer.

      No le creamos a los sobrevivientes. Podrían mentir (segun uds) pero las fotos? Los documentales? Donde está el truco?

      Hay cosas que se caen por su propio peso y estas pseudoteorías negacionistas son un excelente ejemplo.

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      1. Gandhi-amigo de Hitler

        Creo que das argumentos muy pobres. Ahora entiendo por qué los revisionistas (algunos llaman negacionistas) cada vez son más y más. Porque los que defienden en Holocuento dan argumentos un poco infantiles.
        Gandhi, el amigo de Hitler, ya dijo «creo que usted no es el monstruo que nos quieren vender».
        Sin embargo el bando contrario aniquiló a los indios norteamericanos, o a millones de nativos en el Imperio británico. Y luego tiró las bombas atómicas contra inocentes. De esos, mejor no creerte nada.
        Pero vamos, como argumentos, está el documental que desmonta la película de la «Shoah», minuto a minuto, y otros enlaces similares… Aparte que este artículo está muy bien detallado.
        Suerte, y que no te confundan!

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        1. Alejandro Muñoz Hernández

          Para «Gandhi-amigo de Hitler»

          Yo también creo que das argumentos más pobres aún. Ahora entiendo porqué los negacionistas -yo los llamo negacionistas, no merecen el epíteto de revisionistas- cada día se desprestigian más y más. Convencer a gente ignorante sobre el hecho histórico más que comprobado del Holocausto judío, es una tarea bastante árdua. El antisemitismo, el fanatismo, la estupidez galopante, la ignorancia y los prejuicios de los que hacen gala los negacionistas son obstáculos muy difíciles de vencer. Gandhi llamó a Hitler «amigo» en una carta, por el simple hecho de que según sus propias palabras, él no tenía enemigos, es decir, consideraba a todos los hombres sus amigos, inclusive a individuos de la calaña de Hitler. Siempre fue un pacifista enemigo de la violencia y su lucha incruenta, mediante la desobediencia civil y no con las armas en contra de los colonialistas británicos es un ejemplo de ello. Nunca conoció a Hitler en persona y la carta que le escribió en 1942 fue para hacerle un llamamiento por la paz, un intento para que aquel renunciara a su política bélica agresiva. En ese año todavía no se tenía conocimiento sobre el genocidio judío fuera de la Europa ocupada y menos en la India amenazada por una invasión japonesa. El hecho de que el gran pacifista dijera «creo que usted no es el monstruo que nos quieren vender» sólo prueba que, al igual que la inmensa mayoría en el mundo, desconocía la política de exterminio de Hitler en contra de los judíos y de otros pueblos como los gitanos y los eslavos, a los que creía «untermenschen» o subhumanos. Por otro lado, el gobierno norteamericano lanzó -no tiró- las bombas atómicas contra inocentes para terminar la guerra, lo cual consiguió. El haber arrojado las primeras bombas atómicas sobre el Japón, lo cual fue un hecho más que discutible, evitó que los E.U. invadieran ese país y murieran no decenas de miles de inocentes como en el caso de los muertos por los bombardeos atómicos, sino millones de japoneses y algunos cientos de miles de americanos, según estimaban los analistas militares aliados. Hubiera sido una hecatombe sin parangón en la historia y hubiera dejado al Japón más destruido de lo que ya estaba por la acción de los B-29 sobre su territorio, ya que está comprobado que dicho país no se pensaba rendir y además estaba preparando a la población civil -niños incluidos- para resistir a la invasión aliada. Es por ello que la acción de las bombas atómicas junto a la declaración de guerra de la URSS, motivó al Japón a aceptar la rendición y le evitó una calamidad mucho peor. No está de menos que estudies más profundamente los procesos históricos arriba mencionados, y no es por ofender, pero se nota que tus conocimientos son bastante endebles al respecto. ¡Suerte, y que los negacionistas ya no te engañen ni confundan!

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    2. gabrielle

      no entendíste el articulo ? leelo otra vez, tus pruebas de personas esqueleticas, muertos amontonados no pertenecen al hecho, son fotos de muertos , debes aprender a leer las cosas para no hacer comentarios tan babosos.

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    3. reycardo

      El artículo, señora, este y otros muchos, explica sus «pruebas» fotográficas y audiovisuales, y los muertos amontonados, y las personas esqueléticas. No voy a repetirlo: búsquelo usted.

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        1. Pablo

          Sos insoportable mujer, no tiene nada bueno que decir la judia, ni una mísera prueba de nada, y pretende marear con sus comentarios insulsos, siempre repitiendo las mismas tonterías como si no hubiera entendido nada al respecto. dejate de opinar, a nadie le importa lo que pensas judia! Si tenes pruebas exponelas, subi links o orienta de cualquier forma a los que buscan la verdad. Sádica

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      1. Alejandro Muñoz Hernández

        Para Gabrielle
        Se han hecho estudios más completos y exhaustivos sobre el Holocausto, que el que presenta el «negacionista desconocido» autor de este infame artículo. Sólo basta con leer la bibliografía y las fuentes documentales utilizadas por los autores serios -no negacionistas obviamente- que he venido mencionando a lo largo de este espacio de opinión y que además NINGUNO es judío, para que te des cuenta de que existen muchísimo más fuentes que apoyan la existencia de los campos de exterminio y la historicidad del Holocausto, que los que lo niegan. Te invito a que los consultes y abras por fin los ojos.

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  11. Felicito al autor del artículo. A los que lo maldicen, critican y desean verlo en la cárcel o muerto, les digo que no es el único artículo amplio sobre la falsedad indecente del rentable holocausto: hay libros enteros sobre el asunto. La «prohibición» de negarlo obedece solamente al asqueroso poder judío que gobierna el mundo.

    Ah, se me olvidaba. Soy español y, aunque España sea uno de los países (gobernado desde siempre por el sucio dinero judío) donde las leyes prohíben negar el peliculero holocausto, yo no lo pongo en duda, como hace el autor: yo directamente LO NIEGO.

    Desde Gerona.
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    1. Alejandro Muñoz Hernández

      Para Ricardo Glez. Nieto

      Pues felicitas a un cobarde antisemita que ni siquiera tiene el valor de firmar su «artículo» con su propio nombre, ni con su alias y esa simple razón habla muy mal de tí. Bien dice un famoso refrán, «dime a quien admiras y te diré que tan mediocre eres». Al autor de esta farsa no lo maldigo ni quisiera verlo en la cárcel, pero si le critico el cinismo y la desfachatez de que hace gala con sus mentiras descaradas y su impreparación, pero son más dignos de compasión los bobos e ignorantes que se lo creen. Utilizando tu mismo lenguaje, este «artículo» no es el único sobre la falsedad indecente de los que niegan el Holocausto, ya he leído otros igual de falsos, pero este ha sido tal vez el más cínico y desvergonzado,-quizá por eso el autor no deja su nombre- además de ser el más largo e insufrible.
      Lee a los autores alemanes y no alemanes -no negacionistas ni judíos- que han abordado, directa o indirectamente, el tema del Holocausto- Kurt Zentner, Allan Bullock, Paul Carell, Hugh Trevor Roper, John Toland, Eddy Bauer, Michael Todd Allen, H. E. Salisbury, Walter Laqueur, Ian Kershaw, Lawrence Rees, Anthony Beevor, Heinz Hönhe, Walter Görlitz y muchos otros más los cuales no incluyo por razones de espacio y verás que ninguno lo niega. Investigadores serios y laureados, con un gran prestigio internacional detrás de ellos. Y ninguno es sionista o projudío. Y ya que eres «europeo», podrías ir en cualquier fin de semana a los centros de documentación de Ludwisburg y Arolsen, ambos en Alemania, en donde podrás ver y consultar documentos auténticos sobre el Holocausto por miles. Si después de consultar las fuentes mencionadas, sigues manteniendo tu antisemitismo enfermizo -se te nota a leguas- entonces no tienes remedio mi estimado. Eres un caso perdido.

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  12. Gandhi-amigo de Hitler

    Se puede investigar libremente sobre lo que quieras, menos sobre el Holocuento. Bajo penas incluso de cárcel. ¿Qué quieren evitar que se sepa?
    Es la nueva Inquisición represora. Y tiene legiones de fanáticos seguidores.
    Eso ya deja claro a quién no hay que creer. Cualquier información de la parte contraria será bienvenida y estudiada. Sólo con una mente abierta y sin tabúes se vence la represión y se construye la Verdad.

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    1. reycardo

      Quieren evitar que se sepa la verdad, simplemente. Porque detrás hay muchos intereses de todo tipo, todos en manos de judíos. Mucho dinero, vamos, que es lo único que interesa a esta gente.

      Ahora acaba de irse al infierno el mil veces maldito Rockefeller, autor, junto con los Rotschild (todos judíos), de las peores catástrofes del siglo XX sin dejar una sola. No es, por supuesto, para tenerle el menor cariño a esta raza.

      En fin: esto del holocausto judío es tan falso como los atentados de Nueva York.

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    2. Alejandro Muñoz Hernández

      Para Gandhi
      Se nota que no entendiste el mensaje implícito de la prohibición sobre la negación del Holocausto. Esta penado negarlo, pero no investigarlo seriamente. Si está prohibido negarlo, y aplaudo la medida, es porque al hacerlo se está negando la matanza más terrible de la historia, se está negando un crimen horrendo o si lo prefieres, se están negando seis millones de crímenes u homicidios, cometidos de la manera más bestial, sin ni siquiera una causa aparente. jurídicamente hablando, quien niega un crimen, se hace cómplice pasivo del mismo. Ni más ni menos. Por otro lado, los negacionistas también tienen legiones de zombi-fanáticos. Tienes razón al querer tener una «mente abierta y sin tabúes» para vencer la represión y construir la Verdad. Pero los negacionistas quieren deformar dicha verdad con sus falsedades y mentiras descaradas.

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      1. Pablo

        Guauuuu puedo investigarlo seriamente que bueno!! pero… Cuando llegue a la conclusión de que fue todo una farsa, no puedo compartir mi profunda investigación con nadie 😦
        Se nota que no entendiste que ya se lo que sos y me das asco!

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  13. Jordi

    Hola señor. Enhorabuena por el FAQ del holocuento.
    Seguramente ya lo sabes, pero podrías editar el texto con algunos datos más relevantes.

    -«Cámaras de gas» no estancas, con puertas de madera y cristal. Sin cerradura… No había forma de sacar el «gas». No habiá chimenea, etc. Todo el gas letal saldría afuera y mataría a todo el campo…

    -Hornos crematorios de carbón. Hay varios informes de las cantidades servidas a todos los campos durante la guerra. Los cuerpos no combustionan bien. Son 70% de agua. Tarda 3 horas en quemarse un cadaver y luego falta TRITURAR LOS HUESOS para que se haga ceniza.

    -Existen los diarios de los años 43, 44 y 45 con ingresos, traslados, defunciones y asesinatos. Las cifras no superan los 70k. (Casi todas naturales).

    -Hitler ordenó tratar bien a los judiós, quién no lo hacía era castigado severamente. Es más, en cuatro campos hubo algún maltrato/asesinato y fusilaron a dos de los comandantes de los campos.
    -Salvaron la vida al padre de Ana Frank, Otto Frank en el campo de Ausvitch.

    -Después de la guerra los aliados preguntaron a los prisioneros con quién querían irse. La mayoría elegía a los nazis… (Por ej, el padre de Ana Frank, la viajera del futuro con boli bic).

    -Alemania no tenía petróleo. Usaban gasolina sintética, como para malgastarla en sucios judíos.

    En serio, la gente es idiota pero yo también lo era hace unas semanas porque no me había tomado la molestia de informarme. Creo que me dejo bastante, hay mucha información, además contrastada. Y para los que defiendan los indefendible, que sigan el dinero. Este no miente y verán a quién beneficía…

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    1. Alejandro Muñoz Hernández

      Para Jordi
      Para tu conocimiento, las cámaras de gas no tenían cerradura, ya que se abrían y cerraban desde fuera y no tenían llave, sino que se atrancaban con un sistema de palanca que las cerraba herméticamente. También tanto las cámaras como los hornos crematorios se encontraban relativamente alejados de las demás instalaciones del campo. El gas utilizado en las «operaciones especiales», como les llamaban los asesinos, salía mediante un sistema de absorción por medio de ventiladores mecánicos, y por si esto no fuera suficiente, después de cada gaseamiento, se esperaba un lapso de entre 20 y 30 minutos antes de abrir las compuertas e inmediatamente después entraban los miembros del ‘sondercommando’ integrado por prisioneros judíos también, provistos de máscaras antigas y mangueras con agua que además de limpiar los cuerpos -muchas víctimas en su desesperación arañaban y sangraban a sus compañeros y otros defecaban- neutralizaba en gran medida el efecto de las emanaciones de gas que pudieran haber quedado. Después de todo este proceso -ventilación, espera, agua y la misma absorción del gas por parte de las víctimas- el gas letal no podía matar ya a nadie en el campo, pues lo poco que quedaba de el se volatilizaba en la atmósfera. Es por ello que para «mantener trabajando» la maquinaria asesina, era menester una continua refacción de gas Ziklon B, de cuyas latas se encontraron miles en algunos de los campos liberados del este. Uno de los «proveedores» de este gas mas conocidos fue el alto oficial ss Kurt Gerstein, arrepentido por sus actividades, fue el primer nazi en difundir las matanzas del régimen e informó de manera subrepticia a los aliados, al Vaticano y a medio mundo. Después

      Por otro lado, en lo que respecta a los hornos crematorios, éstos fueron creados especialmente para los campos por una compañía especializada llamada Topf und Söhne (Topf e hijos), cuya matriz se hallaba en Erfurt, los cuales recibieron el encargo por parte de las SS -quienes no pagaron todos los trabajos que esta compáñía les hizo. O sea que aparte de asesinos y ladrones, sinvergüenzas- estos hornos estaban diseñados por el ingeniero Kurt Prufer, quien viajo especialmente a Auschwitz -no Ausvitch- para hacer las mediciones y cálculos necesarios. No se trataba en efecto de hornos comunes, sino de ingenios de gran capacidad y resistencia, con paredes el doble de grueso que un horno normal. Además, algo que ni tu ni el idiota que escribió este «artículo» saben, es que también existieron molinos especiales que trituraban los huesos de las víctimas -las evidencias gráficas de los hornos y molinos de los campos las puedes encontrar en internet-. Los hornos eran alimentados principalmente por carbón -los sucios nazis no malgastaban gasolina en los judíos, ya que disponían de las principales cuencas carboníferas de Europa: las del Ruhr y Silesia, en la misma Alemania y las de Bohemia, Galitzia y Ucrania de donde estos bandidos «se servían» a placer. Nunca hubo escazes de carbón para los hornos. El petróleo -del cual los nazis obtuvieron el suficiente de los campos petrolíferos de Ploesti en Rumania por lo menos hasta mediados de 1944- y la gasolina sintética fue utilizada principalmente para la guerra.

      Hitler no pudo haber tratado bien a los judíos ya que durante la guerra dio numerosos ejemplos de crueldad e insensibilidad extrema hacia otros pueblos como los Checos, polacos, rusos blancos, ucranianos, yugoslavos, gitanos, rusos, bálticos, etc., además de que algunas de sus políticas, como la llamada orden de los comisarios, que rezaba que todos los comisarios políticos del ejército rojo hechos prisioneros debían ser pasados por las armas, su orden para arrasar a Leningrado «hasta sus cimientos» y masacrar a sus habitantes mediante bombardeos aéreos y artilleros para no tener que alimentar a tres millones de «subhumanos», su decreto «nacht und nebel» (noche y niebla) que sirvió para justificar innumerables persecuciones y asesinatos en Europa del este en contra de los enemigos, reales o supuestos, del reich alemán; la orden de utilizar las flamantes bombas volantes contra Londres para sembrar el terror en la capital inglesa en vez de utilizarlas contra el desembarco aliado en Normandia como le suplicaban sus comandantes; por sólo citar algunas de sus más sanguinarias órdenes. Si su crueldad está más que comprobada y los judíos fueron a sus ojos el peor enemigo no sólo de Alemania, sino también de la humanidad, ¿Crees sinceramente que este monstruo iba a tener piedad y ordenar «que se tratará bien» a los que consideraba sus peores enemigos? Máxime que cuando se supone que dio la orden de exterminar a los judíos -entre junio y diciembre de 1941- la Alemania nazi se encontraba en la cúspide de su poder militar y hacia sentir su dominio sobre casi toda Europa. Tu acepción al respecto es bastante ingenua y recuerda que la frontera entre la ingenuidad y la imbecilidad es muy tenue.

      Dos comandantes de campos de exterminio fueron ejecutados por los mismos nazis no porque fueran muy crueles con los prisioneros, sino por su grotesca corrupción, que los había enriquecido en muy poco tiempo, además de que sus brutalidades habían sido muy evidentes y al exterior de los campos, mucha gente se estaba enterando de lo que no se debía de enterar. Tal fue el caso de Karl Koch, fusilado en aras de conservar «la disciplina y el buen nombre alemán» en los campos. Sin embargo, otros comandantes de campo como Rudolf Hoess, Christian Wirth, Franz Stangl y Hermann Höffle, por sólo mencionar algunos, más cautos y discretos pero igualmente autores de decenas de miles de muertes no se les tocó «ni con el pétalo de una rosa» y siguieron impertérritos con su «trabajo» casi hasta el fin de la guerra. Como dijo Himmler -quien ordenó las dos ejecuciones de asesinos corruptos- «el hombre alemán mata límpíamente».

      Los antiguos prisioneros de los nazis no pudieron «escoger» quedarse con los mismos nazis al final de la guerra, ya que éstos se hallaban a su vez prisioneros de los aliados, muertos, escondidos o prófugos de la justicia «por razones desconocidas» (je). Además Alemania entera se encontraba destruida. Eso de que «la mayoría elegía quedarse con los nazis», es un absurdo de tu parte, lo inventaste o lo soñaste.

      Lamento decirte Jordi que, a pesar de tus esfuerzos, seguirás siendo un idiota. Con mayor razón si sigues defendiendo lo indefendible.

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      1. Alejandro Muñoz Hernández

        Una corrección
        En el primer párrafo de de anterior intervención cuendo le respondo al antisemita Jordi, dejé sin terminar dicho párrafo en el que hago un comentario sobre el «nazi arrepentido» Kurt Gerstein cuyo tenor decía lo siguiente: «Después de la guerra, Gerstein se entregó a los franceses y se le encarceló en espera de su juicio. pero poco después fue encontrado muerto en su celda, no se sabe si se suicidó o fue asesinado por algún «antiguo colega» nazi para que no hablara de más».
        Mis disculpas por la omisión. Gracias

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        1. Pablo

          No hay correlación entre la refutación del “Holocausto” y el antisemitismo o el neonazismo. De hecho, cada vez son mas los investigadores judíos que reconocen abiertamente que las pruebas referentes al “Holocausto” resultan altamente insuficientes.
          Yo se que te pagan por desinformar y proteger a tu gente (sino lo hacen deberían hacerlo, te esforzas mucho encubriendo y desinformando por esta causa)
          Pero anda a hinchar los huevos a otro lado Alejandrito!! Judío usurero!!

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      2. Pablo

        Jajaja tu y tus historias sin fundamentos… Hay tantas pero tantas pruebas irrefutables que contradicen tus mentiras que no sabría por donde empezar contigo. De seguro que a ti tu gente te paga por hacer esto, no me cabe la menor duda.

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  14. Cuento una «anécdota» de pésimo gusto que me acaba de ocurrir y viene al caso.

    Hace varios años, tuve la mala ocurrencia de suscribirme a una página de Facebook cuyo nombre no daré. Es un sitio español, con más de seiscientos mil suscriptores, de propaganda comunista y en especial de las ideas nefastas de Podemos. Me suscribí porque a veces, solo a veces, publican algo de interés y porque mucha gente entra allí (entramos) a replicar y llevar la contraria. Es divertido (era) entrar, soltar el ataque a Podemos y demás basura y luego salir. Al cabo de una semana repetir la acción y así.

    De repente, la semana pasada, me bloquean y no puedo ya replicar a nada, pinchar en «me gusta», responder a nadie… Solo puedo ver lo que se pone, verlo todo, eso sí, pero no participar de modo alguno.

    Pido explicaciones (en realidad no yo, como después aclararé) a los administradores y me dicen que la razón está en haber escrito, en un determinado «post» y como respuesta a alguien, que el rentable y famoso holocausto judío no había existido jamás y solo era una trama indecente ideada por el sionismo y el poder económico inmenso en manos judías. Eso, según ellos, constituye apología de xenofobia y racismo, y no lo van a consentir. Ellos, que tanto se llenan la boca hablando mil veces al día de libertad de expresión. Es una página que, pese a su nombre, tiene el HUMOR en el mismo sitio que las avispas, y los INDIGNADOs al 99 % somos las personas decentes que nos sentimos ofendidas y molestas por sus publicaciones. Ahí lo dejo.

    Pero lo mejor no es esto. Lo mejor es que mi madre (je, vamos a dejarlo así, mi madre, las paredes oyen y no lleva más de cinco minutos crearse un perfil en Facebook, je) entra en esa página para pedir las explicaciones sobre mi bloqueo que he expuesto en el párrafo anterior. De paso, se le ocurre (ella es así, no tiene la menor idea de cómo funciona un ordenador ni de qué es internet, y en ocasiones mete la pata, je), se le ocurre, digo, escribir en un «post» lo mismo que había escrito yo, y agregar que Hitler había creado el único socialismo que había funcionado hasta la fecha, salvando el de Franco, el único. A la mañana siguiente veo que mi mamá, mi querida mamá, je, también está bloqueada en esa página, exactamente igual que yo.

    Bueno. Ahora podría venir mi padre, mis abuelos, todos mis tíos, sobrinos y cuñado (je) a crearse perfiles en Facebook y a meterse en esa estúpida página para pedir explicaciones. También mi gato. Sin embargo, ¿para qué? Esa gente tiene las de ganar porque son muchos, de momento, y, sobre todo, porque Facebook los apoya, ya que Facebook es sionismo puro (judío es su creador).

    Me han quitado un poco de diversión, bien cierto es, pero ¡qué carajo!, hay vida después de Facebook y después de internet y después del ordenador. Y hay millones de sitios en Facebook.

    ¡Qué los zurzan a los de esa página! A mí me han hecho un favor, al fin y al cabo, porque ya no perderé el tiempo con ellos. El tiempo y la paciencia.

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    1. gabrielle

      infelices, lo peor de todo es que se valen de tanta gente idiota que los defiende. Eso mi estimado, es lo peor de todo y por eso, por la gente que no piensa , que no discierne, que los defiende, que es incapaz de ver la verdad, que está cegada, que es borrega, es por lo que estos nos tienen cogidos. Un saludo desde México.

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      1. Y en que sentido te sientes perjudicada por este asunto? Eres victima o victimaria del Holocausto? A quien defiendes? Algun abuelo o familiar tuyo hacía parte de los cochinos nazis?
        Es la única explicación que encuentro para justificar tus réplicas a los comentaristas que no nos queremos comer este si CUENTO de los revisionistas.
        Heil Gabrielle!!!!!!!!

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        1. reycardo

          Señora: los nazis no eran cochinos en absoluto. Si no, estarían todos en los programas de Telecinco. Hitler y Franco crearon el único socialismo que ha funcionado de verdad en este planeta. Ya quisiera la cerda Merkel llevar a Alemania tan alto como la llevó Hitler. Lo dejo ahí.

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          1. Alejandro Muñoz Hernández

            Ciertamente coincido contigo rey, los nazis no eran ningunos cochinos: ellos asesinaban limpiamente. La prueba está en que los encargados de remover los cadáveres de las cámaras de gas eran los miembros del sondercomando, -y no los «hombres» de los comandantes de los campos, como dijo el «negacionista anónimo» autor del insufrible mamotreto arriba reseñado- conformado por prisioneros judíos que a su vez les tocaría ser gaseados cuando dejarán de ser útiles a los nazis. También ellos se encargaban de llevar los cuerpos a los hornos crematorios. Los nazis no se ensuciaban en lo absoluto, se limitaban a dar órdenes, para que no los tildaran de «cochinos». Por otro lado, en la España de Franco y en la Alemania de Hitler, ser socialista se pagaba con prisión o la vida. Franco fue tan socialista que recibió a su patrón Eisenhower, otro «socialista», con bombo y platillos a principios de los cincuenta, cuando los yanquis perdonaron al enano «hijo pródigo» que había coqueteado con los nazis y los dólares comenzaron a llover sobre España. Hitler llevó tan alto a los alemanes -invadiendo y esquilmando a media Europa- que al final dejó una Alemania destruida, invadida, mutilada, vilipendiada y con 7 millones de habitantes menos. Además, fue tan «grande» políticamente hablando, que una de sus últimas órdenes -de la que los revisionistas-negacionistas nunca hablan- fue la de que todo comandante militar, gaulaiter -jefe político-, funcionario administrativo o cualquier ciudadano alemán sin importar su edad, empleo o condición social ¡tenía que ir destruyendo toda la infraestructura material -fábricas, almacenes, máquinas, instalaciones eléctricas e hidraúlicas, caminos, vías férreas, material rodante, vehículos, bienes muebles e inmuebles, etc.- de la nación, para que no cayeran en poder del enemigo! Si Alemania ya estaba invadida por todas partes, además de que los bombardeos aliados habían destruido gran parte de dicha infraestructura, Hitler quería que los mismos alemanes destruyeran lo que quedaba. Ni mas ni menos. Dicha orden tenía mucho de absurda e irracional, fue por eso que algunos ministros nazis, principalmente Albert Speer, ministro de armamentos, más cuerdos que su amo, trataron de boicotearla por todos los medios posibles. El führer decía que «si la guerra se había perdido, no valía la pena vivir ya que los alemanes habían demostrado ser inferiores a sus enemigos». Es decir, aparte de megalómano y genocida, estúpido. Cuesta trabajo creer que todavía existan admiradores del «führer alemán».

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      2. reycardo

        A gabrielle:

        Como no lo aclara en su mensaje, no sabemos si está usted a favor o en contra de la tesis general del artículo y de quienes lo apoyamos. Cuando lo haga, mi estimada, actuaremos en consecuencia. Un saludo desde la madre patria.

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    2. Alejandro Muñoz Hernández

      Para Ricardo Glez. Nieto
      Me gustaría que entendieras de una buena vez lo siguiente. Si por ejemplo yo me pusiera a escribir y mandar mensajes vía Internet diciendo que «…lo de la masacre de Ayotzinapa -en el Estado de Guerrero, México, donde fueron asesinados y desaparecidos los cuerpos de 43 estudiantes- no es más que una falsedad para desprestigiar al Estado mexicano y un rentable negocio para los padres de las (supuestas) víctimas», sólo para «divertirme», es muy probable de que no sólo me bloquearan mi sitio y mi cuenta en Internet, sino que también cabe la probabilidad de que me buscaran, me enjuiciaran y me encarcelaran, no sólo por negar un crimen reconocido por el Estado mismo, sino también por burlarme de las víctimas. No hay que confundir las cosas. Una cosa es la libertad de expresión, para usarla de una manera responsable y seria, y otra muy distinta para insultar, vejar y «divertirse» aguijoneando a otros grupos y personas. El Holocausto fue un crimen a escala masiva sin paralelo en la historia. Te lo estoy diciendo porque llevo décadas estudiándolo profunda y seriamente y no tengo ni la menor duda de que en efecto tuvo lugar. Así como el crimen de Ayotzinapa ha sido reconocido por el Estado mexicano, el crimen todavía más horrendo y gigantesco del Holocausto también ha sido reconocido mundialmente y su negación o banalización es penada en treinta países. Tu eres de esos payasos baratos que sólo les encanta entrar a las páginas de Internet para «divertirse» y burlarse de la desgracia ajena, se nota a leguas que, además de ignorante -eso de considerar al enano maricón de Franco y al demente de Hitler como «socialistas» (je) ¡francamente no te mediste!- eres vano, superficial y un cobarde, como la gran mayoría de los de tu calaña. Además, parece ser que en este mismo espacio has de haber recibido uno de mis «latigazos» con los que he ido desenmascarándo metódicamente al ignorante autor de este «artículo» y a los bobos que lo enaltecen. Espero que algún día madures y ya no pierdas el tiempo haciendo niñerías, ni criticando procesos históricos que ignoras, ni enalteciendo maricones ni megalómanos. Por mi parte, ya no perderé el tiempo y la paciencia contigo, ya te dije tus verdades, aunque te duelan.

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  15. Palestpetrus

    Interesante artículo. Muy completo y detallado. Ojalá el mundo supiese esto y pudiera investigar más a fondo. Muy triste que aún persistan vetos a una información que debería ser considerada libre y para todos el acceso a ella.

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  16. reycardo

    A elena2704:

    Usted, como ya se puede apreciar por sus opiniones y su escritura, pertenece a esa especie moderna y repelente que huye en cuanto ve dos líneas seguidas bien escritas, con sus signos de puntuación en su sitio, sus acentos donde toca, la redacción como Dios manda y sin monigotes repugnantes de sonrisitas amariconadas. Amiga: usted no fue creada para pasar del Tuíter (sea eso lo que sea), conque dedíquese a los mensajitos de ciento cuarenta letras llenos de emoticoños y deje las cosas de interés para quienes sabemos expresarnos y escribir.

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  17. reycardo

    Todo esto está muy claro ya desde su origen. ¿Quién empezó la Segunda Guerra Mundial y por qué? No fue Hitler, no, señor. Como no fue Franco quien empezó la Guerra Civil española.

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  18. Carlos Antonio

    Lo unico que les voy a decir es que aqui los unicos que salen ganando son los Judios-sionistas-masones,son los que han provocado todas las guerras,enfermedades,tendencias…todo.Y nosotros como animalitos con la baba,los sionistas son dueños de ONU,FMI,BM,en 1948 hicieron que en Palestina metieran a los judios(Israel).Los judios se han convertido(injustamente)en martires,para que la gente(el mundo)les tuviera lastima y se odiara a otros.Su plan es que solo quede el 5% de la poblacion mundial VIVA,los demas…a matarlos.En fin son asesinos y con tal de conseguirlo…lo conseguiran.

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    1. Alejandro Muñoz Hernández

      Para Carlos Antonio
      Se nota a leguas que eres un gran desconocedor de la Historia Mundial reciente. Hablas de los judíos-sionistas-masones como los perpetradores de todas y cada una de las desgracias que este mundo ha sufrido. Es raro que consideres a la ONU como un organismo sionista, ya que uno de los países mas sancionados por dicho organismo es precisamente Israel. Si eres tan creyente de las supuestas conspiraciones judeo-masónicas, las cuales podrían ser ciertas o no, te recomendaría entonces que analizaras una conspiración, la más terrible de cuantas ha conocido la historia y que SUCEDIÓ EN LA REALIDAD, FUE UN HECHO HISTÓRICO, el plan de Hitler para la obtención de su tan cacareado «lebensraum» o espacio vital, del cual ya había hablado inclusive en su tristemente célebre ‘Mein Kampf’. Dicho proyecto, llamado también por algunos historiadores -entre los que me cuento yo- «proyecto monstruo», por aquello de que entre las especies animales los monstruos no sobreviven, y en donde ese megalómano hacía un «reordenamiento» de las fronteras en Europa y en el cual naciones enteras como el país Checo, Polonia y amplias zonas de Ucrania, los Países Bálticos y la Rusia Europea tendrían que desaparecer, ya que el «reich milenario», según las palabras del mismo Hitler, tenía que abarcar «desde el Atlántico hasta los Urales». Resulta claro que este monstruoso plan, de haberse llevado a la práctica, hubiera supuesto la muerte, prisión, desplazamiento y esclavitud de millones de seres humanos, de por sí con todo y que dicho plan no se aplicó debido, afortunadamente, a la derrota alemana, los nazis asesinaron a un estimado de entre 10 y 12 millones de seres humanos -no judíos- principalmente en el este de Europa. Eso de que los judíos busquen eliminar a más del 90%, es una aberración de tu parte, ya no deberías de consumir ciertas sustancias raras, ni soñar tan intensamente, ni beber alcohol, ni fumar hierba en ayunas…y deberías ponerte mejor a estudiar y reflexionar sobre un proceso histórico que ignoras. Suerte.

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  21. Pablo

    Desgraciadamente, mientras el Islamismo, el Cristianismo, el Budismo y las demás religiones, ordenan a sus practicantes hacer el bien a los demás hombres, la religión judía sólo ordena hacer el bien y considera aplicables los diez mandamientos a los hermanos israelitas, pero ordena explotar, dominar y esclavizar a los demás hombres titulados gentiles en forma despectiva matando sin piedad a quienes estorben los planes de dominio judío. La religión israelita es por lo mismo actualmente una religión perversa, nociva y peligrosa para el resto de la humanidad.

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      1. Alejandro Muñoz Hernández

        Para Pablo
        En intervenciones anteriores en este mismo espacio de opinión he dado el nombre de las instituciones, fondos y archivos documentales tanto en Alemania como en otras partes del mundo -Ludgwisburg y Arolsen en Alemania, el Centro Simon Wieshenthal en Los Ángeles, E.U., entre otros- que custodian documentos nazis originales POR MILES, así como el nombre de investigadores e historiadores serios y reconocidos mundialmente -a ti te tocaría buscar y consultar sus obras, no querrás que te ponga todo a la mano- alemanes no judíos incluidos, que de manera directa o indirecta, en estudios generales sobre la Segunda Guerra Mundial o bien en estudios más específicos, abordan el proceso histórico del Holocausto. NINGUNO LO NIEGA. Ni siquiera los historiadores alemanes, con todo y lo bochornoso que para ellos debe ser abordar algo que representa la más grande vergüenza en la historia de su nación. Por otro lado, no sólo están los testimonios de los sobrevivientes -que el miserable autor del artículo menciona de manera estúpida e irresponsable como «los únicos testimonios existentes»- sino también los de los mismos asesinos -los que pudieron ser capturados y procesados, porque muchos otros, «misteriosamente y sin motivo alguno» (je) huyeron de Alemania al finalizar la guerra, adoptaron identidades falsas y se escondieron en diversas partes del planeta- los cuales, como todos los criminales del orden común, simplemente negaron su participación en los hechos, arrojaron la culpa sobre otros camaradas nazis muertos o prófugos o bien, cuando ante el peso de las evidencias presentadas tuvieron que aceptar su culpa, gritaron a los cuatro vientos: «Yo sólo obedecía órdenes», «solamente cumplí con mi deber», «no teníamos opción para desobedecer», es decir, intentaron «escurrir el bulto» sin conseguirlo, pero TAMPOCO NEGARON que halla ocurrido un genocidio de judíos. Finalmente están los testimonios de docenas de políticos, diplomáticos, empresarios y hombres de empresa -Oskar Schindler, Raoul Wallenberg, Nicholas Winton, el mexicano Gilberto Bosques y muchos otros más- los cuales arriesgando su propia seguridad e inclusive su vida, salvaron a miles de judíos otorgándoles visas para poder huir al extranjero, dándoles la ciudadanía de su país o escondiéndolos donde se pudiera. Te he dado las pistas para que tu mismo, con tus propios ojos y tus propios medios, descubras la verdad sobre el proceso histórico del Holocausto. Al parecer, tu eres un antisemita recalcitrante -tu lenguaje te delata- pero siento decirte que no soy judío ni hereje, pero si amigo de la verdad, la cual ustedes los negacionistas se empeñan en negar terca y estúpidamente.
        P.D. No suelo insultar en mis opiniones a los contrarios, pero también suelo llamar a las cosas por su nombre y estúpido es sinónimo de negacionista, y fanático de antisemita.

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        1. Pablo

          Que raro… No lo encuentro…
          Y tanto te cuesta poner los datos otra vez??? digo, es para darle credibilidad a lo que estas diciendo.
          Es rapidísimo aparte, copia y pega abajo, te prometo que voy a leer con detenimiento lo que publiques.
          Eso sí, no me hagas perder más el tiempo con palabras, quiero datos.

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          1. Alejandro Muñoz Hernández

            Para Pablito
            Que raro, basta con que pulses el cursor con la flechita hacia arriba y donde encuentres mi nombre -¿No desearás que te lo repita o te lo deletreé verdad?- y ¡voila, ahí están los nombres de los autores! Los escribí en diversas ocasiones en diversos latigazos para antisemitas como tu. Pero si aparte de neonazi y antisemita eres un tonto de capirote y/o un flojonazo, como un favor especial debido a tus limitaciones cerebrales y para darle credibilidad a lo que estoy diciendo, aquí te mando una pequeña lista de autores serios y sus obras, todos ellos historiadores profesionales reconocidos mundialmente y que NINGUNO NIEGA el Holocausto. Por lo menos se trata de historiadores de verdad, titulados, con postgrados e investigadores reconocidos, mucho más serios y profundos que los «historiadores» (je) negacionistas:

            ‘Anatomía de las SS’ de Martín Broszat, Helmut Krausnick y Hans Adolf-Jacobsen; ‘El Tercer Reich y los judíos’ de Josef Wulff y León Poliakov; ‘Eichmann y sus cómplices’ de Robert Kempner; ‘Alto a la Solución Final’ de Andreas Biss; ‘Las SS y la policía en el régimen nacionalsocialista’ de Hans Buchheim; ‘Gestapo y SD’ de Friedrich Zipfel; ‘La faz del Tercer Reich’ de Joachim C. Fest; ‘El arma SS’, de Walter Goerlitz: ‘Las empresas económicas SS’, de Enno Georg; ‘Las violencias NSS’, de Reinhard Henkys; ‘La orden de la Calavera’ de Heinz Hönhe y ‘El Tercer Reich y sus mandatarios’, de Josef Wulff, entre otras muchas. Si exceptuamos al soviético y judío Poliakov, todos los demás son alemanes y ninguno ha negado la historicidad del proceso del Holocausto, ni la existencia de los campos de la muerte, las cámaras de gas y los hornos crematorios. De los no alemanes que han abordado la temática del Holocausto se encuentran ‘Hitler, un estudio sobre la tirania’ de Allan Bullock; ‘Auge y caída del Tercer Reich’ de William L. Shirer; ‘SS y Gestapo’ de Roger Manwell, ‘Hitler y sus verdugos’ de Michael Allan Thad y el ya clásico ‘Hitler, los alemanes y la solución final’ de Ian Kershaw. ¿Servido mi estimado?

            Estos son sólo algunos de los historiadores-investigadores que han profundizado en el FENÓMENO Y PROCESO HISTÓRICO del Holocausto. A lo largo de los años yo he leído e investigado sus obras y eso me permite afirmar la falacia del autor de este estupido artículo y de antisemitas como tu. Cumple tu promesa y estudia y analiza estas obras, y por favor, ¡¡¡YA NO ME HAGAS PERDER A MI EL TIEMPO CON TUS NECIAS PALABRAS!!!

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            1. Pablo

              Jajaja historiadores???? No te dije que las historias no cuentan?
              Nombres de escritores me pasas?? Encima la mayoría judíos.
              Nombres de libros?? Aprobados por editoriales judías??
              Me estas jodiendo??
              No vale nada eso, y queda muy en claro que no tenes NADA de información fehaciente para contradecir lo que se expone en este sitio

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    1. Alejandro Muñoz Hernández

      Para Samy
      ¡Bien dicho Samy! En efecto, en mis opiniones anteriores he desenmascarado paso a paso al miserable cobarde autor del infame mamotreto. Es una farsa de principio a fin, escrito de una manera que parezca «seria» y «científica», pero no es más que un vulgar mamotreto antisemita más, que se diferencía de otros «artículos» negacionistas sólo por que es más largo. Está plagado de falsedades, contradicciones e inconsistencias tan terribles que no hace falta ser un experto en la materia para darse cuenta. Además, apesta a antisemita desde el inicio. Se necesita ser en verdad muy crédulo o estúpido para creérselo. Este tipo de escritos sólo engatusan a los tontos.

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      1. Pablo

        Decime algo alejandrito, no te parece raro que después de la guerra tras el censo mundial de población judia, fueran aun más habitantes que antes del Holocuento? Casi un millón más si mal no recuerdo. Como siempre hago mención a datos de bases sólidas y muy fáciles de verificar su veracidad. Quisiera que hicieras lo mismo, pero sabiendo como fueron las cosas realmente, se que no puedes hacerlo.

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        1. Alejandro Muñoz Hernández

          Para Pablo
          Oye Pablo, ¿Eres o te haces? la mayoría de los historiadores arriba mencionados no son judíos y de los últimos cinco -los no alemanes- NINGUNO es judío. Podría darte más autores, incluyendo no judíos pero sólo te dí una «pequeña parte» de todos los que han escrito sobre el Holocausto. El hecho de que solamente quieras consultar fuentes informáticas sólo me habla de tu estupidez e ignorancia. Las obras de los autores arriba mencionados, por la cantidad de fuentes de todo orden utilizadas -documentales, hemerográficas, orales, testimoniales, materiales, gráficas, fílmicas y de toda índole- las hacen más fiables y sólidas que las fuentes de internet, en donde puedes navegar en un mar de información de calidad diversa, tanto fuentes serias y confiables, como auténticas tomadas de pelo como la del «negacionista fantasma», ese que tu admiras. Además, algo que -obviamente- tu no sabes, es el complejo proceso que todo historiador e investigador serio debe hacer para llevar a cabo una investigación de esa índole al plantearse las hipótesis, buscar las fuentes, clasificarlas, jerarquizarlas, compararlas, depurarlas, someterlas a una crítica histórica y finalmente redactar todo la información en un producto terminado, proceso que te puede llevar largos meses, e inclusive años como es casi seguro que les tomo a los autores arriba mencionados para escribir sus obras. Ya me imaginaba que ibas a recurrir a alguna argucia o triquiñuela para no consultar las obras, por lo menos las de los no judíos, ¿Joachim C. Fest, Heinz Hönhe, William L. Shirer y Ian Kershaw judíos?…¡francamente no te mediste Pablo! ¿Y quien te dijo que las historias no cuentan? ¿Tu, un amateur que ignora hasta el más mínimo método historiográfico lo decretaste? ¿Tu un diletante que lee un «artículo» pseudohistórico escrito por un fantasma y se impresiona a las primeras de cambio? ¿Tu un mediocre que sólo sabe amenazar de muerte a los demás porqué no piensan como él? Si para ti las obras de auténticos académicos y profesionales de la historia no valen NADA, obras que ni siquiera conoces de oídas entonces no tienes remedio mi estimado. Tu querías datos, hechos, bases sólidas y en esas obras los puedes encontrar por miles. Pero ya veo que tu eres incapáz de consultar alguna fuente sería, ya que tus prejuicios, tu fanatismo y tu estupidez te lo impiden. Y como es típico en los negacionistas y antisemitas, ya veo que no tienes palabra. Hasta nunca y ya no pierdas el tiempo, ni me lo hagas perder a mi respondiendo.

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          1. Pablo

            Sinceramente en eso estaba pensando, tiempo perdido… además termina haciéndome mal pensar en todo esto. Ya está, el que no quiera creer que no crea y a otra cosa, me despido de estos sitios hoy

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  23. Jhon

    Interesante articulo, considero que siempre hay 3 versiones de lo sucedido… la tuya, la mía y la verdadera… Lo que no pueden negarse los detractores y partidarios de ambas teorías, es conocer las 2 caras de la moneda y llegar a sus conclusiones propias.
    No puede negarse de que en ambas partes hay intereses de por medio; pienso que lo mas sano es mirar CNN y luego RT (comparativamente hablando de rivales de la des-información) para sacar las conclusiones y no inclinarse (al menos totalmente) por un bando en concreto; a no ser que hagamos un tour e investiguemos PERSONALMENTE lo ocurrido, visitando los lugares, haciendo entrevistas o siguiendo el dinero (como mencionan mas arriba); al fin y al cabo NINGUNO de nosotros estuvo ahí, y las investigaciones de parte y parte son respetables y ejecutadas por eruditos en la materia.
    Lo que tenemos básicamente es un par de estudios y opiniones encontradas, de las cuales cada quien justifica sus argumentos a favor y en contra; y de la cual lo único que podemos hacer es sacar conclusiones, eso si, no basándonos solamente en la literatura judeo-masonica que desde la escuela nos «embuten» en la cabeza o en la respetable investigación de un negacionista… la verdad absoluta NO EXISTE, así que mi humilde opinión (así a algunos no les guste) es que no hubo 6 millones de judíos muertos (coincido en que es una exageración), pero tampoco digo que los nazis hayan sido unas mansas palomas.
    También coincido que la prensa en cualquiera de sus formas -tv,radio,cine,documentales,libros,ensayos,etc- SIEMPRE ha exagerado o negados hechos dependiendo de los intereses que haya de por medio, intereses que nosotros NO conocemos y de los cuales NO somos participes. Sin embargo, es un hecho que los alemanes persiguieron no solo a los judíos, si no también a los gitanos, testigos de Jehova y minorías étnicas y/o religiosas, lo cual desde cualquier punto de vista es reprochable independientemente de su justificación. El problema de cifras que este interesante debate pone en tela de juicio minimiza a las victimas. ¿o acaso se es menos malo por discriminar o matar solo a 300 mil y no a 6 millones? La guerra en cualquiera de sus formas es horrible y en el caso de la SGM hubo muchísimas atrocidades en ambos bandos. por desgracia la historia la escriben los vencedores y en este caso fueron los aliados los que ganaron… de ahí que la historia se incline mas en afirmar que esto si sucedió y censure al que lo niegue…
    En fin, me ha encantado leer este articulo así como los comentarios (los leí todos, de hecho uds me motivaron a escribir jejeje).
    El debate seguirá abierto, pero eso si muchachos, saquemos nuestras propias conclusiones y no seamos fanboys, recuerden que la verdad absoluta NO EXISTE

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    1. Felipe

      Jhon, buen comentario. Pero lo relevante aquí considero que no es si los nazis fueron más o menos malos si las cifras varían entre más o menos muertes, que además es lo lógico y normal que ocurre en una guerra, sino que querer aprovechar una situación para victimizarse mintiendo y victimizarse al límite ante el mundo culpando a terceros de algo que bien saben los judíos que no fue así además de cambiar la historia de la sociedad. Eso hace a los judíos manipuladores y peores que los propios nazis, opino…

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  24. Pingback: Mentiras que nos vendieron como verdades incuestionables (parte II) | Grupo Obnosis

  25. Pablo

    Elena 2704 es hombre, judío, 40 años aproximadamente, gordo, usa lentes y por el aspecto de desgraciado y desprolijo que tiene es un infeliz. De seguro que es partidario o seguidor del sionismo. No pierdan el tiempo discutiendo con el, esta únicamente para molestarnos y desinformarnos

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    1. Alejandro Muñoz Hernández

      Para Pablo
      Pablo es medio hombre, afeminado, casi seguro un sudaca reprimido con ínfulas de «ario», flaco, aspecto desgarbado -y de desgraciado- un pobre diablo, ignorante, -sus opiniones y ortografía así lo demuestran- nada impresionante pero muy impresionable, fácilmente influenciable e intolerante en grado sumo. Su antisemitismo tal vez lo debe no sólo a su ignorancia, sino también a la gran envidia y rabia -algo muy común en negacionistas y antisemitas- que debe de sentir por los logros de los judíos en todos los campos. De seguro es partidario o seguidor del neonazismo. No pierdan el tiempo discutiendo con él, está únicamente para molestarnos y desinformarnos. Yo mismo me he encargado de darle algunos de mis «latigazos» en comentarios anteriores.

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  26. Alejandra

    Yo me pregunto, con todas las pruebas que hay del tema
    no se puede hacer nada al respecto? En que mundo vivimos?
    Estoy indignada!
    Los israelíes tienen que pagar!!!
    Como todos los delincuentes de este mundo cuando los pillan.
    Vamos.. ellos tendrán el poder pero son muy pocos en comparación a la población mundial, hacen lo que quieren porque se lo permitimos … Hasta cuando?

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  27. Pingback: LAS MENTIRAS DEL HOLOCAUSTO JUDIO | DESPERTARES - La revolución pacífica

  28. Pedro Cornu

    Un sinvergüenza de nombre Alejandro Muñoz aquí niega (sin datos ni pruebas lógicas) lo anteriormente expuesto (con datos y pruebas lógicas), sólo me dediqué a investigar el supuesto judío que «demostró» pero no dice cómo que las cámaras de gas existieron. Aquí dejo información al respecto:

    ‘Mejor testigo’: Mel Mermelstein, Auschwitz y el RSI

    Por Theodore J. O’Keefe

    Hace catorce años, durante el fin de semana del Día del Trabajo en 1979, el Instituto de Revisión Histórica celebró su primera conferencia en la Universidad de Northrop en Los Ángeles. En ese momento, el Instituto anunció su oferta de una recompensa de $ 50,000 a la primera persona para demostrar que los judíos fueron gaseados en Auschwitz.

    Un poco más de un año después, en la primavera de 1981, Mel Mermelstein, un empresario del sur de California y autodenominado superviviente del Holocausto, reclamó esa recompensa y luego demandó al Instituto por $ 17 millones.

    El 9 de octubre de 1981, en respuesta a una moción de Mermelstein, el juez Thomas Johnson del Tribunal Superior de California en Los Ángeles declaró:

    Bajo la Sección 452 (h) del Código de Evidencia, este tribunal toma nota judicial del hecho de que los judíos fueron gaseados a muerte en el campo de concentración de Auschwitz en Polonia durante el verano de 1944 … No está razonablemente sujeto a disputa, y es capaz de una determinación inmediata y precisa recurriendo a fuentes de precisión razonablemente indiscutible. Es simplemente un hecho.

    Debido al efecto perjudicial de esta acción, el IHR decidió no continuar con la demanda, y en su lugar resolvió el asunto al firmar una carta formal de disculpa a Mermelstein el 24 de julio de 1985, por el dolor, la angustia y el sufrimiento que sufrió al relacionarse. a la oferta de recompensa de $ 50,000, y acordar pagarle $ 90,000 para resolver el caso. (Para obtener más información al respecto, consulte «Acerca del Acuerdo IHR / Mermelstein» a continuación).

    Animado por este éxito, Mermelstein trajo más tarde otro pleito por $ 11 millones contra el Instituto acusándolo de persecución maliciosa, difamación, conspiración para infligir angustia emocional e infligir intencionalmente angustia emocional. Sin embargo, el jueves 19 de septiembre de 1991, en el Tribunal Superior de Los Ángeles, Mermelstein rechazó voluntariamente la mayoría de sus quejas. (Anteriormente ese día, el juez Stephen Lachs había desestimado la denuncia de Mermelstein de «enjuiciamiento malicioso»). Esta victoria no solo salvó al Instituto de Revisión Histórica, sino que también anuló sustancialmente los efectos negativos tanto del aviso judicial de 1981 como del acuerdo de 1985. (Para más información sobre esta amplia victoria legal, consulte el boletín del RSI de octubre de 1991 ).

    El primer caso

    Para apreciar las ramificaciones de esta asombrosa reversión de fortunas, uno debe revisar la intrincada conexión entre Mermelstein y el IHR.

    En el primer caso («recompensa»), ya pesar de los absurdos en su reclamo de recompensa, obvio para cualquier estudiante conocedor de Auschwitz, Mermelstein pudo organizar un ataque agresivo contra el IHR en los tribunales. Estaba bien armado con asistencia legal de primera clase, en gran parte donada, sin mencionar la abrumadora aprobación y el apoyo del establishment político, los medios de comunicación y la influyente comunidad judía del sur de California.

    Mientras tanto, el Instituto tenía dificultades para obtener asesoría legal alguna, y mucho menos la clase de abogados hábiles, dedicados e intrépidos necesarios para resistir el monstruo publicitario de Mermelstein y su bombardeo en los tribunales. Recordemos el huracán de difamación y difamación de la prensa, llegando en un momento en que lo que Alfred Lilienthal llamó Holocaustomanía estaba en plena marea en Estados Unidos. En una atmósfera de constantes difamaciones contra el RSI y el revisionismo, cada alucinación de sobreviviente («los nazis sonrieron» como un perro se comió al judío «, para citar un titular del día) ganó vigencia instantánea en un medio corrupto dispuesto a aceptar tales historias sin lugar a dudas ellos como el evangelio.

    Luego recuerde los ataques físicos constantes que los enemigos de la verdad y la libertad dirigieron al IHR, su personal y sus partidarios. Además del hostigamiento, incluidas las amenazas telefónicas, hubo vandalismo de los vehículos y viviendas del personal del IHR, una paliza física del fundador del IHR, Willis Carto, y ataques por disparos y un cóctel Molotov contra la oficina del IHR. Tres bombas incendiarias separadas culminaron con el incendio premeditado del 4 de julio de 1984, que resultó en la destrucción total de la oficina y el almacén del IHR. Tampoco olvidemos el papel de los matones sionistas locales para llevar a cabo gran parte de esta intimidación: me refiero al trabajo de la pandilla encabezada por el rebelde Irving Rubin, el llamado presidente nacional de la Liga de Defensa Judía, pero a quien prefiero considerar como el Gran Mago, o, mejor dicho, el Gran Dullard, del kosher Ku Klux Klan.

    Aviso Judicial

    Y así, con la ayuda de abogados de alto precio, medios corruptos y terroristas judíos, Mermelstein aparentemente puso fin al problema histórico al obtener el ridículo aviso judicial del juez Johnson. Sus abogados llegaron a inventar un asalto masivo de $ 17 millones por incumplimiento de contrato, conspiración, infligir intencionalmente angustia emocional, y así sucesivamente, hasta que IHR no tuvo más remedio que capitular al conformarse con un tribunal antes que perder un juicio potencialmente ruinoso. .

    Lo frustrante para todos los revisionistas conscientes y concienzudos fue que los investigadores del RSI estaban al tanto desde el principio, gracias a la misma declaración jurada presentada por Mermelstein para reclamar la recompensa de $ 50,000, que cuando describió viendo a su madre y hermanas entrar a la cámara de gas No. 5 a través de un túnel, hablaba de una imposibilidad, un absurdo que se hizo aún más absurdo seis meses después, cuando, en un testimonio jurado, dijo que los había visto bajar las escaleras hacia el túnel de la cámara de gas. ¿Por qué? Porque incluso entonces era bien sabido por todos los estudiantes de Auschwitz que «la cámara de gas No. 5» -en realidad, Auschwitz Krematorium construyendo V- no tenía escaleras que descendieran desde el exterior, ni túnel, ni sótano. ¡Estaba completamente sobre la tierra!

    A medida que el personal y los partidarios del IHR reunieron más pruebas, en los meses y años del primer juicio, aprendieron más. En el propio libro de Mermelstein, By Bread Alone , que ofrece un relato detallado de la única noche y día que pasó en Birkenau (21-22 de mayo de 1944), y que se publicó apenas dos años antes de su declaración jurada en la solicitud de la recompensa, Mermelstein no escribió nada acerca de haber visto a su madre y sus hermanas entrar en un edificio, y mucho menos en una cámara de gas, ya sea por las escaleras, por la escalera, a través de la ventana o por la chimenea.

    Durante el transcurso de la larga fase de descubrimiento, es decir, el período en el que las partes enfrentadas reúnen pruebas para respaldar su caso, los investigadores del IHR, dirigidos por Louis A. Rollins, pudieron recopilar mucha más información sobre lo que Mermelstein había dicho (o no había dicho), y todavía decía, sobre sus experiencias en tiempos de guerra en Europa.

    Partiendo de una gran cantidad de declaraciones, directas o informadas, hechas por Mermelstein sobre su vida pasada (prestando especial atención a su tiempo en Auschwitz y otros campos), Rollins pudo compilar una lista de casos en los que, según él, Mermelstein tenía:

    Primero, se contradijo a sí mismo en sus diversas declaraciones sobre lo que había visto o experimentado durante el Holocausto (por ejemplo, sus varios relatos diferentes sobre cómo y dónde murió su padre), o;
    Segundo, hizo afirmaciones absurdas sobre lo que le sucedió a él y a otros durante el Holocausto, por ejemplo, presenciar un túnel inexistente que conduce a la bodega imaginaria de Krematorium 5, o recibir la orden de lavarse con jabón hecho con judíos muertos.
    Contradicciones y absurdos: Lou Rollins recopiló 33 de ellos en una lista que abarcaba once páginas. Pero debido a la notificación judicial, toda esta investigación fue en vano. ¿Cómo, entonces, resultó ser importante en el segundo caso?

    El IHR lucha de nuevo

    Sucedió así: en 1984, un escritor y periodista independiente llamado Bradley Smith se dirigió al Instituto en busca de fondos para un boletín; Smith había decidido asumir la ingrata tarea de alertar a los periodistas de los Estados Unidos sobre la falsedad y el fraude que estaban aceptando y difundiendo acríticamente bajo la rúbrica del Holocausto. Smith pasó a publicar algunas de las instancias más flagrantes de estas afirmaciones en su boletín Prima Facie , y no sorprende que, entre las contradicciones y los absurdos más maduros en el saber del Holocausto, se encontraran el testimonio y las declaraciones de Mel Mermelstein, como lo investigó Lou Rollins y estudió, con la debida diligencia, recuerde esa frase, debida diligencia, por Bradley Smith.

    Por desgracia, las llamadas de trompeta de Smith en Prima Facie no fueron escuchadas por el cuerpo de prensa de nuestra nación. En julio de 1985 llegó el acuerdo y el triunfo de Mermelstein, seguido de su falso regodeo sobre cómo había recogido la recompensa, y su falso reclamo, hecho durante una emisión de radio desde Nueva York en agosto, de que el IHR había firmado el aviso judicial de 1981. , y así aceptó el «hecho» de los gaseamientos homicidas de judíos en Auschwitz.

    Como había sucedido después del aviso judicial de 1981, los tributos y las felicitaciones fluyeron hacia el «sobreviviente» de todo el mundo. ¡Qué irritante fue para los revisionistas ver a Mermelstein exaltarse a sí mismo ante la nación y el mundo como el hombre que demostró el Holocausto, que había humillado al IHR y a los revisionistas!

    Impávido

    A raíz de esta amarga derrota, IHR tenía dos tareas:

    En primer lugar, explicar el acuerdo a sus suscriptores y seguidores en todo el mundo, para asegurarles que el RSI había aceptado un compromiso para evitar el gasto y la incertidumbre del juicio pero, a pesar de lo que Mel Mermelstein y otros enemigos decían, no había abandonado su escepticismo en las cámaras de gas, y no había aceptado el aviso judicial.
    En segundo lugar, para mostrar la bandera, para proclamar nuestro desafío, para defenderse.
    En la edición de septiembre de 1986 del IHR Newsletter (entonces editor) Bradley Smith apuntó directamente, no al llamado Holocausto, sino a cada uno de sus sobrevivientes, pero a esa minoría creía firmemente, sobre la base de un razonable cuidado (o «debidamente diligente») estudio de la evidencia, participó activamente en difundir falsedades sobre sus experiencias. Smith escribió acerca de «los prevaricadores vanagloriosos», «los hilarantes de cuentos falsos que dicen hablar en nombre de la comunidad de sobrevivientes» y «fraudes demostrables como Melvin Mermelstein y Elie Wiesel». La afirmación de buena fe de Smith de que Mermelstein era un fraude se basó en la lista mencionada anteriormente que Rollins había compilado para el primer juicio.

    El dulce sabor de la victoria no había hecho nada para suavizar la disposición de Mermelstein, y cuando se enteró del corto artículo de Smith sobre el IHR Newsletter , demandó por difamación.

    El segundo caso

    Después de que Mermelstein lanzó su segunda demanda, el Instituto, al enterarse de su tergiversación de la solución del caso de la recompensa, presentó una demanda por difamación contra Mermelstein en agosto de 1986. El IHR nunca sirvió esta demanda, y más tarde la desestimó voluntariamente. A continuación, Mermelstein demandó al IHR por enjuiciamiento malicioso, y con la ayuda de su abogado, Jeffrey N. Mausner (anteriormente de la Oficina de Investigaciones Especiales «caza nazi» del gobierno federal), preparó una demanda de $ 11 millones por cuatro causas de acción: difamación , persecución maliciosa, conspiración para infligir angustia emocional e infligir intencionalmente angustia emocional.

    Esta demanda fue presentada contra cuatro demandados: la Legión para la Supervivencia de la Libertad, la corporación sin fines de lucro a través de la cual funciona el RSI; Liberty Lobby, la institución nacionalista y populista con sede en Washington, DC; Willis Carto, fundador de IHR y Liberty Lobby; y la firma de abogados del sur de California, Robert Von Esch, Jr., que había defendido a Liberty Lobby en el caso de la recompensa, y había presentado la demanda por difamación del IHR contra Mermelstein en 1986.

    Shenanigans previos al juicio

    La preparación para el juicio fue prolongada y agitada. Después de enterarse de la demanda por difamación en su contra, Mermelstein exigió que Hartford Insurance Company, donde tenía su seguro de propietario, pague los costos legales. Cuando Hartford se negó, señalando (razonablemente) que Mermelstein nunca había sido atendido, el abogado Mausner representó la demanda del IHR como una gran amenaza para Mermelstein. Mausner pudo intimidar a Hartford con el estado de superviviente del Holocausto de su cliente hasta el punto de obtener $ 60 mil para Mermelstein en un acuerdo, además de obtener honorarios legales muy generosos para él. Aparentemente, Hartford no sabía que, al mismo tiempo, Mausner mantenía en un tribunal de California que la demanda de IHR era completamente infundada y frívola.

    En febrero de 1989, un servidor de procesos que buscaba a Willis Carto en representación de Mermelstein confundió al ex contador del IHR, Robert Fenchel, con Carto en la Novena Conferencia Revisionista en el Centro Comercial del Viejo Mundo. Ese noviembre, el juez John Zebrowski descubrió que, a pesar de la falta de servicio, el IHR fue negligente al no notificar a Mermelstein de su error: Zebrowski impuso sanciones de $ 3,000, que el Instituto estaba obligado a pagar antes de que pudiera comenzar a defenderse.

    Esto fue seguido por una serie de fallos preliminares desfavorables: se le permitió a Mermelstein agregar nuevas teorías legales a su demanda por difamación, cuatro años después de haber sido presentada. Al IHR no se le permitió hacer uso de una ley de California que le permite a un periódico retractarse de las declaraciones ofensivas y evitar el juicio. La moción del Instituto para un juicio sumario sobre si el Instituto tenía una causa probable para demandar a Mermelstein por difamación (y así derrotar su acusación maliciosa de enjuiciamiento) fue rechazada. Finalmente, en enero de 1991, Mermelstein logró obtener un segundo aviso judicial de gaseamiento en Auschwitz.

    Sin embargo, no todo fue el camino de Mermelstein: dos jueces, ambos judíos, que creían que no podían ser imparciales, hicieron lo correcto y se descalificaron.

    La mejor defensa

    Después de casi cinco años de maniobras previas al juicio y justas legales, el juicio por fin apareció ante nosotros. El IHR fue representado por William Hulsy de Irvine. El abogado de Liberty Lobby era Mark Lane, un experimentado abogado litigante, un luchador de larga data por los derechos civiles, destacado crítico del Warren Report, autor de best-sellers, guionista de cine y judío antisionista. Lane se desempeñó como abogado principal de los demandados, tratando principalmente con la demanda de conspiración. Hulsy fue responsable de combatir los cargos por difamación y de formular la estrategia de prueba general.

    Fueron asistidos por Charles Purdy de San Diego, quien también representó a Liberty Lobby, y por Willis Carto, quien se defendió a sí mismo. Finalmente, los Von Esches (principalmente Mark Von Esch, hijo de Robert, Jr.) defendieron su firma, y ​​debían concentrarse en lidiar con la acusación maliciosa de la fiscalía.

    William Schulsz nos había recomendado a William Hulsy, el ex congresista de EE. UU. Y muy buen amigo del revisionismo y el IHR. Un exitoso abogado con experiencia en más de 200 juicios con jurado, Hulsy finalmente aceptó tomar nuestro caso a pesar de las advertencias de amigos y colegas, y sus propias aprensiones sobre posibles daños a su carrera.

    Hulsy creía firmemente que el caso podía combatirse y ganarse por sus méritos legales, y que convertir el tema principal en el Holocausto -como lo intentaban hacer los abogados de Mermelstein- bien podría resultar en una derrota aniquiladora. Decidió oponerse a la demanda por difamación al demostrar convincentemente a un jurado, si era posible, que todo lo que Smith había escrito sobre Mermelstein era cierto. De lo contrario, mostraría que Mermelstein era «una figura pública», que se había puesto a la vanguardia de la participación en una controversia pública con el fin de influir en la resolución de los problemas involucrados (su privilegio constitucional, de acuerdo con la sentencia del Supremo Corte bajo Earl Warren, en el famoso New York Timescontra la sentencia Sullivan de 1964). Hulsy también trataría de mostrar que la cuestión de la credibilidad de Mermelstein como testigo ocular de los gaseamientos y el Holocausto era una cuestión de interés público; que Brad Smith había ejercido la «debida diligencia», no la despreocupación temeraria por la verdad, en su investigación para el artículo ofensivo; que la descripción de Brad de Mel no estaba basada en malicia personal; y que el Boletín del RSI no fue (como Mermelstein buscó argumentar) diseminado al público en general, sino que fue un periódico que circuló entre un número limitado de lectores que compartían un interés específico en el revisionismo. Establecer cualquiera o todas estas cosas podría ser suficiente para vencer la queja por difamación; en su defecto, para minimizar los daños.

    Gracias a la evidencia cuidadosamente compilada por Lou Rollins y otros, pudimos demostrar que lo que había aparecido en el boletín del IHR sobre Mermelstein era cierto. Esto solo debería haber sido suficiente para vencer la demanda por difamación, pero Hulsy creía que podría no ser suficiente para convencer a un jurado de Los Ángeles.

    Mi tarea

    Mi primera tarea fue demostrarle a Bill Hulsy que el IHR y los revisionistas no eran «neonazis» o malhumorados, sino investigadores responsables con un punto de vista diferente sobre la historia moderna. Después de ganarse su confianza, me puso a trabajar recopilando, compilando y evaluando evidencia para defenderme contra la demanda por difamación de Mermelstein, basada en la investigación y comprensión de Hulsy de la ley. Una y otra vez, Hulsy enfatizó que quería evidencia para ganar el juicio, no para refutar el Holocausto. Pero debo confesar que hice trampa: busqué toda la evidencia que pude tener sobre las experiencias reales de Mermelstein durante la Segunda Guerra Mundial, y lo que él había dicho sobre ellos a lo largo de los años.

    Ayudados por numerosos voluntarios que trabajaron no solo en California sino en todo Estados Unidos, y en Alemania, Polonia e Israel, buscamos todo lo que pudimos encontrar sobre Mermelstein y su familia. Esto incluía evidencia sobre su solidez mental (Mermelstein había admitido estar bajo el cuidado de un psiquiatra); información sobre su litigio con personas que no sean el IHR; informes de prensa que citan a Mermelstein sobre sus experiencias en Auschwitz; y, por supuesto, documentos de Auschwitz y de otros lugares en tiempo de guerra que refutarían sus afirmaciones sobre el testimonio de atrocidades, sobre todo el supuesto gaseamiento de su madre y sus hermanas en Auschwitz en mayo de 1944.

    Mi primer paso fue determinar las pruebas existentes, gran parte del primer juicio: las declaraciones juradas de Mermelstein en forma de declaraciones transcritas (de las cuales había once, con unas mil doscientas páginas de interrogatorio por parte de los abogados del IHR y Liberty Lobby). ), respuestas escritas a interrogatorios, y similares; Los escritos de Mermelstein, sobre todo su relato autobiográfico de sus experiencias en el campo de concentración, By Bread Alone ; y sus declaraciones públicas sobre sus años del Holocausto, publicadas en más de un centenar de artículos diferentes de periódicos y revistas, y en varias grabaciones de presentaciones de Mermelstein en sinagogas o seminarios, así como en transmisiones radiales.

    La evidencia adicional vino de la historia y los libros de referencia, como las enciclopedias judías; documentos y registros públicos, incluidas declaraciones hechas por Mermelstein a las autoridades del Museo Estatal de Auschwitz y el consulado alemán en Los Ángeles; documentos de tiempos de guerra de los campos alemanes; y los registros médicos del ejército de EE. UU. de Mermelstein.

    A medida que esta masa de papel y cinta de audio se acumulaba, tuve que leer y volver a leer, analizar y evaluar, extraer, cotejar y tabular la evidencia que serviría a nuestra defensa contra la denuncia de Mermelstein de que fue liberado por la descripción del IHR de él como «un prevaricador vanaglorioso», «un hilarante de cuentos falsos» y «un fraude demostrable».

    Contradicciones y absurdos

    Mientras Mermelstein era un testigo bastante difícil que había intentado (a veces con éxito) intimidar a los abogados del IHR durante las deposiciones jugando a la carta del Holocausto, a menudo se jactaba y era extravagante, y proporcionaba muchas pepitas para el análisis y la comparación.

    Comencé mi compilación de contradicciones y absurdos en las afirmaciones del Holocausto de Mermelstein con la lista que Lou Rollins había preparado. Con mucha más evidencia y mucho más tiempo del que disponía Rollins, compilé una nueva lista, más larga y más completa que la original, pero que incluía muchas de las discrepancias y exageraciones que había captado años antes.

    Esta lista no solo debe ser exhaustiva, sino razonable y persuasiva. Citar los mero deslizamientos de la lengua, o los errores atribuibles a los periodistas descuidados, no solo habría sido una beca pobre, no habría convencido a un jurado.

    Atrapado

    En total, descubrí 30 absurdos, 22 contradicciones y una serie de exageraciones. Estos ejemplos fueron directamente al tema de Mermelstein como un «fraude demostrable», un «prevaricador vanaglorioso» y un «fanático de los cuentos falsos».

    Entre los absurdos estaba el inexistente túnel subterráneo al crematorio sobre el suelo, el jabón hecho de cuerpos judíos, la afirmación de que el campo de Auschwitz «kapos» era recompensado por cada prisionero que mataban, y que había una vía férrea que llevaba del crematorio a un estanque para arrojar cenizas.

    Contradicciones

    Desde el verano de 1980, Mermelstein ha declarado en repetidas ocasiones que vio a su madre y hermanas ir a una cámara de gas, o al túnel que conduce a ella, desde una distancia de «un tiro de piedra», una distancia de «40, 50 pies, «y que vio la construcción de la» cámara de gas «durante» un par de horas «. Sorprendentemente, sin embargo, Mermelstein no mencionó haber presenciado nada de esto en ninguna cuenta disponible antes de 1980, incluido su libro supuestamente autobiográfico, By Bread Alone .

    Esto no es nada comparado con sus variadas versiones del destino que le sucedió a su padre. En una declaración dada en noviembre de 1969 en el consulado alemán en Los Ángeles, Mermelstein dijo que su padre murió durante «marchas de evacuación hacia Blechhammer desde otros campos». De acuerdo con el relato dado en By Bread Alone , el padre de Mermelstein murió en la cama después de trabajar hasta la muerte, intercambiando comida por cigarrillos. En una deposición en mayo de 1981, su padre había muerto por exceso de trabajo y agotamiento, mientras que en una deposición en junio de 1985, murió de «agotamiento, crueldad, inanición y palizas». De acuerdo con otros relatos de Mel Mermelstein, su padre fue «gaseado en Auschwitz».

    Mermelstein ha dado versiones similarmente contradictorias de lo que hizo mientras estaba internado en Auschwitz (entre aproximadamente el 21 de mayo y el 1 de julio de 1944). En una declaración dada en noviembre de 1969 en el consulado alemán en Los Ángeles, no tenía «ocupación». De manera similar, en una deposición de mayo de 1981, declaró que había hecho «prácticamente nada … solo un trabajo de detalle» y «sin trabajo físico».

    En febrero de 1987, apareció una cuenta dramáticamente diferente del tiempo de Mermelstein en Auschwitz. Ed Koch (que entonces era alcalde de la ciudad de Nueva York) contó sobre una reunión con Mermelstein durante una gira por Auschwitz. Koch informó en un artículo de periódico que Mermelstein le había dicho: «Yo era parte del detalle especial que sacaba los cuerpos de la cámara de gas y los llevaba al crematorio».

    Exageraciones

    Al afirmar que el campo de Auschwitz Kapos mataría a un recluso si «no les gustaba la forma de su nariz», Mermelstein parecía sugerir que su propia nariz no era poco atractiva. La supervivencia podía ser tan cruel como la muerte, implicaba Mel en otra ocasión, porque el pan dado a los reclusos de Auschwitz (durante el período en que afirmaba haber hecho «prácticamente nada») no era para alimentar, sino para matar a los presos «tan rápido como esperaban que muriéramos «. En Buchenwald, Mermelstein nos quería hacer creer, él nadaba «en sangre», a pesar de que él y otros habían sido transportados a Buchenwald «solo por un propósito»: ser eliminados en el crematorio en lugar de «la basura … la hermosa pueblos y ciudades con nuestros cuerpos «.

    Afortunadamente, Mermelstein y muchos otros como él sobrevivieron milagrosamente. Uno de estos amigos, el Dr. Miklos Nyiszli (quien escribió su propio libro sobre su estadía titulado, Auschwitz: A Doctor’s Eyewitness Account ), fue un superviviente realmente excepcional. En una declaración de 1981, Mermelstein afirmó que el Dr. Nyiszli, a quien supuestamente conocía personalmente, testificaría en nombre de Mermelstein sobre los supuestos crímenes del Dr. Josef Mengele en Auschwitz. En ese momento, sin embargo, Nyiszli había estado muerto por más de 25 años.

    La evidencia que pudimos recopilar sobre la credibilidad de Mermelstein no solo convenció a nuestros abogados de que este era un testigo poco confiable, por decir lo menos; también, creo, les dio confianza adicional para desafiar a Mermelstein directamente.

    Nueva evidencia

    Además de todas las pruebas citadas anteriormente, obtuvimos otra prueba potencialmente explosiva: un documento que indica que las hermanas de Mermelstein pudieron haber estado vivas casi cinco meses después de que él insistió en que las mataron. Este documento secreto alemán, fechado el 12 de octubre de 1944, enumera 500 hembras judías que estaban siendo transportadas de Auschwitz a Altenburg (un subcampo de Buchenwald). Entre los enumerados están Edith y Magda Mermelstein, nombres idénticos a los de las dos hermanas de Mermelstein. Este documento está fechado casi cinco meses después del día de mayo de 1944 cuando Mermelstein jura haberlos visto gaseados. Si bien las fechas de nacimiento de Edith y Magda, tal como figuran en este documento, no concuerdan exactamente con las que Mermelstein le dio a sus dos hermanas en By Bread Alone, hay buenas razones para creer que las dos mujeres en la lista eran, de hecho, sus hermanas.

    Prevenido y Antebrazo

    Del volumen de evidencia que adquirimos, aprendimos dos cosas importantes:

    First, that Mermelstein is simply not a credible witness to gassings at Auschwitz, or to very much else involving concentration camps and the Holocaust. The contradictions, exaggerations, and absurdities lovingly noted and recorded by the IHR’s researchers amply demonstrate this, not merely to Revisionists and others skeptical of «survivor» testimony, but any knowledgeable, intelligent, and fair-minded person. Whether Mermelstein is fibbing, to others or to himself; whether he has forgotten; or whether whatever he did experience has so deranged his mind as to render him incapable of rationally recounting the facts, his testimony proves nothing about the existence of Nazi gas chambers or a policy to exterminate Jews. If anything, careful analysis of his statements indicates the opposite: that there were no Auschwitz gas chambers or German policy to exterminate the Jews.
    Second, there is no evidence that Mermelstein ever claimed to have witnessed the gassing of his mother and sisters until after he learned of the IHR’s reward offer. He apparently first claimed to have personally seen them enter a so-called gas chamber in letters attacking the IHR that appeared in newspapers in southern California and Israel in the summer of 1980.
    Neither his book, By Bread Alone (published in 1979), nor a statement made for the Auschwitz State Museum in 1967 about his wartime experiences in the camp, nor a sworn affidavit given at the German consulate in Los Angeles in 1969 about crimes he had witnessed during his time at Auschwitz, contains a word about witnessing any gassing.

    Del mismo modo, no hay mención alguna de que Mermelstein haya presenciado la entrada de su madre y sus hermanas a una cámara de gas, o algo similar, en cualquiera de los varios informes de prensa detallados sobre su actividad como conferenciante, exhibidor de artefactos y museo. propietario publicado antes de la oferta de recompensa de 1979.

    La prueba

    Después de varias postergaciones en la primera mitad de 1991, el juicio estaba sobre nosotros. Siguió una nueva campaña publicitaria de propaganda de Mermelstein, cuyo eje central fue la película hecha para la televisión Never Forget . Esta cuenta espeluznante y falsa del «caso de recompensa» se transmitió en todo el país a través de la red de televisión por cable Turner en abril de 1991 (o justo antes de la fecha de prueba original).

    Para hacer las cosas más interesantes, poco antes del juicio el Von Esches, sobre cuyos hombros descansaba prácticamente toda nuestra defensa de la acusación maliciosa de la acusación, tiró la toalla y capituló. Después de soportar años de vituperios como agentes de una camarilla nazi mundial, cedieron ante el temor de que su práctica legal se arruine.

    Los Von Esches se saldaron con un pago a Mermelstein de $ 100,000, y una excusa cobarde, lamento decirlo, de acuerdo en que, sí, los judíos habían sido gaseados en Auschwitz, y que millones más habían muerto en Auschwitz y otros campos en las manos de los alemanes.

    Entonces tenemos un descanso. Nos enteramos de que el juez de primera instancia, Stephen Lachs, era judío, miembro de la liberal Unión de Libertades Civiles de Estados Unidos y el primer homosexual declarado en servir como juez en la historia de California. Dio la casualidad de que Lachs resultó ser un juez concienzudo e imparcial, a pesar de la naturaleza sensible del caso y los descarados intentos de los abogados de Mermelstein de apelar a su origen judío.

    La combinación de la sabiduría de juicio de Mark Lane y la cuidadosa estrategia de Bill Hulsy provocó, contra todas las expectativas (la nuestra y la de ellos), una victoria aniquiladora para las fuerzas de la verdad histórica y la libertad de investigación. Los 49 juicios previos al juicio construidos por Hulsy para resistir y contrarrestar el caso de Mermelstein eran como una poderosa fortaleza que nos protegía y bloqueaba el avance del enemigo. Por lo tanto, incluso para llegar a un juicio con jurado, los tres abogados de Mermelstein -el abogado principal Lawrence Heller, Peter Bersin y Jeff Mausner- fueron forzados a atacar campos de minas legales, negociar trampas de tanques reales y concertina cables, cajas de pastillas de procedimiento atrevidas y la ametralladora anida. El asalto legal del demandante fue contenido desde el principio, sufriendo muchas bajas durante el combate cercano durante las mociones previas al juicio. Cuando Mermelstein ‘ Cuando los abogados intentaron retirarse, rápidamente se convirtió en una derrota. Al final, un demandante abatido y sus abogados (algo desaliñados) se escabulleron de la sala del tribunal, aparentemente aturdidos por la derrota.

    Mermelstein toma el soporte

    Esto no quiere decir que Mel Mermelstein no tuvo su día en la corte. Él y su abogado había disminuido imprudentemente estipular que era una «figura pública», como habíamos tratado de establecer (consciente de la protección contra demandas por difamación por figuras públicas proporcionadas por el Tribunal Supremo en una decisión histórica 1964). También impugnó nuestra moción para separar la determinación de ese asunto de los asuntos que decidirá el jurado. (Queríamos que el juez Lachs dictaminara sobre esto).

    Como resultado, Mermelstein subió al estrado, permitiendo que Mark Lane lo examinara sobre si sus actividades lo calificaban como una figura pública de acuerdo con los estándares de la corte. Mermelstein intentó argumentar que no era una figura pública, a pesar de su admisión en el estrado que él es: un autor publicado; el fundador de la «Auschwitz Study Foundation»; el curador de un museo del Holocausto (que fue la primera exposición ambulante sobre el Holocausto); el sujeto dispuesto de decenas de historias de periódicos y revistas, entrevistas de radio y televisión; un entusiasta acumulador de aplausos y testimonios de los gobiernos estatales y locales, y laureles de la talla del fallecido Primer Ministro de Israel, Menachem Begin; y un conferenciante que ha hablado, durante casi dos décadas, en numerosos colegios, escuelas secundarias, sinagogas, etc.,

    Lane lo condujo con cuidado a través de cada una de estas admisiones dañinas. Evidentemente, Mermelstein había creído que podía representarse a sí mismo como alguien a quien el IHR había arrastrado involuntariamente a la arena pública (aunque la mayoría de sus diversas actividades públicas comenzaron antes de que hubiera oído hablar alguna vez del Instituto).

    Después de establecer a Mermelstein como autor, curador, fundador de una organización educativa sin fines de lucro, homenajeado por la política y estrella de los medios de comunicación en la radio y impresa, Lane se centró en las actividades de Mermelstein como conferencista. Acerca de cuántas conferencias había dado en Auschwitz antes de 1985, Lane quería saber. Aquí Mermelstein, inusualmente cercano hasta ahora, comenzó a prevaricar. A pesar del amplio testimonio de su propia boca y pluma en cuanto a sus numerosas conferencias a lo largo de los años, testimonio del cual los acusados ​​eran muy conscientes, Mermelstein afirmó que había dado solo tantas pláticas como «los dedos en mis manos».

    Entonces Lane floreció una lista a máquina, firmada por Mermelstein, de más de 30 conferencias dadas por él en un período de solo 18 meses en 1981-1982. Mermelstein trató de ser astuto: permitió que hubiera dado más de una conferencia en el mismo lugar, no la respuesta más efectiva, pero que luego podría desactivar el asunto para un jurado que no presta atención.

    En este punto, recordé que en una de sus deposiciones, Mermelstein había estimado dar un promedio de 20 conferencias al año en Auschwitz desde 1967. Encontré rápidamente la declaración en una declaración hecha en 1985. Después de un descanso para almorzar, Mark Lane confrontó a Mermelstein con sus propias palabras, y luego, usando un lápiz y una libreta para multiplicar 18 por 20 (un cálculo que equivale a 360), Lane le preguntó a Mermelstein si no le había dicho al tribunal que solo había dado tantas clases de lecturas como dedos. manos. Un molesto Mermelstein luego espetó: «¡Quise decir los dedos de mis manos y mis pies!»

    En ese momento, se vio que el juez Lachs hacía rodar sus ojos hacia el cielo. Unos minutos más tarde, Bersin se levantó para reconocer el estatus de su cliente como una figura pública.

    Reglas del juez Lachs

    Varios días después, después de considerar cuidadosamente el texto de la caracterización de Mermelstein del arreglo de 1985 del IHR (que el demandante había hecho en una emisión de radio de Nueva York poco después de ese acuerdo), el juez Lachs declaró que el reclamo de Mermelstein de que el IHR había «firmado» el 1981 el aviso judicial de gaseamiento en Auschwitz podría ser interpretado por un hombre razonable como difamatorio. Esto significaba, dictaminó, que el IHR había tenido una causa probable para demandar a Mermelstein en 1986, y que, por lo tanto, no tenía otra alternativa que aceptar la solicitud del IHR para desestimar la acusación de enjuiciamiento malicioso de Mermelstein.

    Poco después, Mermelstein desestimó sus acusaciones de difamación y conspiración, y él y sus abogados salieron del juzgado cansinamente, regateando sobre quién pagaría la transcripción, un requisito en cualquier apelación.

    Como se informó en otro lugar de este número del Journal , el 28 de octubre el Tribunal de Apelaciones de California rechazó unánimemente la apelación de Mermelstein del rechazo del Juez Lachs a su acusación maliciosa de acusación, lo que debería servir para poner fin a la segunda demanda de Mermelstein y, quizás, al costoso asunto de Mermelstein.

    Lo mejor no es lo suficientemente bueno

    En un momento dado en una deposición, Mel Mermelstein se refirió a sí mismo como su «mejor testigo». A pesar de sus evidentes fallas como un testigo creíble de las cámaras de gas y el Holocausto, estoy de acuerdo con esta autodescripción. En un sentido muy real, Mermelstein es de hecho el mejor testigo de las cámaras de gas. Logró dos veces lograr que los jueces en el estado de California, un creador de tendencias en la moda legal, como en tantas otras cosas, declararan los gases de Auschwitz como un hecho indiscutible.

    Al compartir con Elie Wiesels, Rudolf Vrbas y Filip Müllers la misma habilidad para exageraciones descabelladas, extrañas contradicciones y ridiculeces planas, Mermelstein no se parece a ellos al someter sus reclamos a un minucioso escrutinio y un implacable interrogatorio. Y así, aunque Mel Mermelstein es hasta ahora el mejor testigo de las supuestas cámaras de gas en Auschwitz, lo mejor no es lo suficientemente bueno.

    Si terminara aquí, este informe sobre la gran victoria del RSI y sus codemandados sería incompleto. Esta cuenta, presentada ante los colaboradores y colaboradores leales de este Instituto, y algunos de los muchos investigadores que recopilaron evidencia en Estados Unidos y en todo el mundo, debe concluir de manera apropiada con una expresión de nuestro sincero agradecimiento a ellos y a todos nuestros suscriptores y seguidores. . Al contribuir con su tiempo, su experiencia, su dinero y sus oraciones, han hecho posible esta victoria. Con su leal apoyo, nos comprometemos a continuar la lucha por la verdad y la libertad, por el honor de aquellos que ya no pueden hablar, por la iluminación de aquellos que aún no han nacido, hasta la victoria final.

    De The Journal of Historical Review , enero-febrero. 1994 (Vol. 14, No. 1), páginas 25 y sigs.
    Este ítem está ligeramente editado de una presentación en la Undécima Conferencia del IHR, octubre de 1992.

    Sobre el Autor

    Theodore J. O’Keefe trabajó como editor del Institute for Historical Review desde 1986 hasta 1994. Dirigió el esfuerzo de investigación del IHR durante la segunda demanda de Mermelstein, dedicando cientos de horas sin sueldo para descubrir y organizar la evidencia. Se desempeñó como editor en jefe de la Revista de Revisión Histórica del IHR desde 1988 hasta abril de 1992, y se dirigió a varias Conferencias del IHR. Educado en Harvard, es autor de numerosos artículos publicados sobre temas históricos y políticos.

    Sobre el Acuerdo IHR / Mermelstein

    El acuerdo de julio de 1985 entre el Instituto de Revisión Histórica (IHR) y Mel Mermelstein recibió considerable atención de los medios. Debido a que los términos del acuerdo fueron ampliamente tergiversados, el director del IHR, Tom Marcellus, emitió esta declaración, que se publicó en el boletín informativo del IHR.

    Con tantos rumores desenfrenados sobre el arreglo IHR / Mermelstein, queremos recordar a nuestros lectores que, al contrario de lo que ha salido a través de la prensa y los medios:

    1. El acuerdo de liquidación no incluía ninguna provisión para el pago de ninguna oferta de recompensa, y de hecho no era tal pago.
    2. El IHR no aceptó o de ninguna manera está de acuerdo con el ridículo «aviso judicial» de 1981 del juez Johnson de que los judíos fueron «de hecho» exterminados en «cámaras de gas» en Auschwitz.
    3. El IHR no se ha retirado ni una pulgada de su conocida posición de que no hay evidencia creíble que respalde la teoría de que los alemanes supuestamente usaron cámaras de gas venenosas homicidas para exterminar a los judíos de Europa.
    4. La carta de disculpa abordó el «sufrimiento» que algunos judíos dijeron que experimentaron en torno a la oferta de premio de $ 50,000. No se disculpó por la teoría revisionista o la literatura revisionista de ninguna manera.
    A continuación se encuentra el texto completo de la carta firmada por nuestros abogados:

    «Cada uno de los acusados ​​que responden se disculpa oficial y formalmente con el Sr. Mel Mermelstein, un sobreviviente de Auschwitz-Birkenau y Buchenwald, y todos los demás sobrevivientes de Auschwitz por el dolor, la angustia y el sufrimiento que él y todos los demás sobrevivientes de Auschwitz han mantenido a la oferta de recompensa de $ 50,000 como prueba de que «los judíos fueron gaseados en cámaras de gas en Auschwitz».

    Cualquier persona u organización que alegue que nuestros abogados firmaron una disculpa distinta a estas pocas líneas está equivocada o distribuyendo deliberadamente información falsa.

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  30. ANGELA MERKEL

    EL HOLOCAUSTO NUNCA EXISTIO , SOLO ES UN HOLOCUENTO QUE HACEN LOS MARXISTAS PARA QUEDAR BIEN. SOLO LOS IGNORANTES HABLAN MAL DEL NAZISMO.
    ESTUDIEN ESTUPIDOS.
    ATTE: ANGELA MERKEL

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