Desenmascarando a Eduard Punset

A Eduard Punset se le ve mucho por televisión últimamente. Este abogado, profesor, filósofo y escritor ya tenía su programa, Redes, que se emitía una vez por semana en La 2 de TVE, pero arrasa entre la franja mayoritariamente joven de los telespectadores de nuestro país gracias a sus apariciones mensuales en el espacio de humor de Andreu Buenafuente en La Sexta. [En el momento de publicar esta entrada, afortunadamente el programa de Andreu ha dejado de emitirse.] Además, sus últimos libros son todo un éxito de ventas, llevándose su trilogía «Viaje a las emociones» el primer puesto entre sus obras más conocidas y leídas.

Punset mantiene encandilada a su audiencia -el ciudadano medio, perteneciente a la clase media y de mediana edad- utilizando, además de una personal mezcla de científico loco y viejecito afable, todas sus teorías sobre cómo conseguir la felicidad en un mundo cada vez más tecnológico y aséptico, donde el concepto material cobra cada vez más importancia, pero la sociedad se olvida de lo realmente importante: ser felices, o al menos tratar de serlo.

Muchísima gente lo considera un ejemplo a seguir, el científico o profesor que todos quisimos tener, el abuelo filosófico que razona todos nuestros problemas, e incluso el político ideal, fiel a sus principios y coherente con sus ideales. Yo desde aquí no voy a atreverme a contradecir a la audiencia televisiva de este país, ni mucho menos a nuestra masa de lectores consumidores de vacuos ensayos de cocina rápida o revistas comerciales llenas de anécdotas científicas. Pero sí voy a dar algunos datos que pueden ser de interés.

Eduard Punset comenzó su relación con los Estados Unidos muy pronto. Cursó su bachillerato en un instituto de Hollywood, antes de volver a España para estudiar Derecho en Madrid, lo que no le quitó tiempo para ser en esta época militante del Partido Comunista de España en la clandestinidad. Pero se ve que la moda de ser un rebelde progre pesó poco a la hora de encaminar su futuro académico, y se fue a completar su formación como economista a la Universidad de Londres y, posteriormente, a la École Pratique des Hautes Études en París. Hay que decir que esta universidad estaba por entonces financiada por la norteamericana Fundación Ford, es decir, un rescoldo superviviente del conocido Plan Marshall. Esta fundación nació como una ONG, aunque infinidad veces ha sido vinculada con acciones directas del Gobierno de los Estados Unidos, e incluso con la CIA. No hace falta decir que una universidad financiada con los fondos de una organización como esta no puede inculcar en su alumnado unos valores de corte progresista. Pues bien, en esa institución se formó el Punset economista, que sacó buenos réditos de su paso académico por la Gran Bretaña cuando consiguió que la BBC lo fichase como redactor en su sección de economía. Poco más adelante entró en nómina del diario financiero y político británico The Economist, concentrándose en su sección para América Latina. Este diario, que nunca firma ninguno de sus informes o artículos, pertenece al influyente The Economist Group, y posee un par de ediciones (Roll Call y European Voice) expresamente editadas y redactadas con el ideario neoliberal que deben leer -y seguir- los políticos de Washington y Bruselas, además de un potente departamento de estrategia geopolítica que asesora a inversores privados para invertir en países tercermundistas de África, América y Asia, siempre en base a los análisis y especulaciones de The Economist, esas que nunca son firmadas por sus autores. Pues bien, Eduard Punset fue redactor economista de este diario entre 1967 y 1969.

Su trabajo y su papel en el FMI

Está claro que su época de redactor en The Economist fue una simple puerta de entrada a las altas esferas del mundo financiero internacional. Y de esta manera, Punset dejó su trabajo en el diario británico para mudarse a Estados Unidos a trabajar en el Fondo Monetario Internacional. Esta organización le daría trabajo durante cuatro años (1969-1973), gran parte de los cuales los pasó destinado en Haití. Este pobrísimo país antillano en 1970, aunque parezca mentira y a pesar de todos sus problemas, todavía era autosuficiente en materia alimentaria. Pero eso era algo que no le convenía al vecino norteamericano, y Washington mandó al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y al FMI, con altos funcionarios como Eduard Punset, ponerse manos a la obra para cambiar la situación. Mientras Punset compartía mesa y mantel con el dictador y genocida «Bébé» Doc en sus palacios, negociaban la forma de que Haití adoptase medidas tales como eliminar la subvención estatal a la producción de arroz haitiano, y bajar un 66% el arancel impuesto a la importación de arroz extranjero. Instantáneamente el arroz estadounidense-que sí estaba subvencionado por Washington- abarrotó el mercado de Haití, dejando a los campesinos del país sin una de sus escasas fuentes de ingresos, y desbaratando la producción alimentaria del país volviéndola dependiente del comercio exterior. A raíz de esto comenzaron las migraciones masivas de campesinos durante los años setenta hacia la capital, Port-au-Prince, con la consiguiente creación de ghettos y barrios de chabolas, y el que ahora Haití se haya convertido en una cloaca de productos agrícolas, avícolas y piscícolas norteamericanos de baja calidad fue causado por medidas como aquella, y todas las que le siguieron, como la de la eliminación -a instancia del FMI- del casi millón y medio de cabezas del resistente cerdo autóctono para luego comprar y mantener una raza de cerdo estadounidense, delicada y necesitada de exigentes cuidados alimentarios y veterinarios. Pero eso ya es otra historia…

Un hábil político «a la española»

Con la muerte de Franco, Punset vio la oportunidad de introducirse en el mundo de la política sin tener que ensuciarse las manos con la Dictadura, y su estrategia para el ascenso y su gran gestión del tempo político se pone de manifiesto en cada uno de sus cargos, siempre dentro de partidos de la derecha liberal española. Se une inicialmente a la formación Centristes de Catalunya-UCD y ya en 1978 es elegido conseller de Economía y Finanzas de la Generalitat de Catalunya, en 1980 es diputado en el Parlament de Catalunya, y en ese mismo año pasa a ser Ministro de Relaciones para las Comunidades Europeas, cargo que ocupa hasta el año siguiente, 1981. Es en ese año cuando abandona la UCD para unirse a CiU y presentarse como nº 2 de ese partido a las Elecciones Generales de 1982, consiguiendo un acta de diputado en el Parlamento. Lo deja un año después. Es ya 1985, y de la mano de Adolfo Suárez se integra en el CDS, donde consigue ser elegido eurodiputado en el Parlamento Europeo en las Elecciones Europeas de 1987 y de 1989. Abandona el CDS en 1991 para crear su propio partido, Foro, pero completa su período de europarlamentario quedándose con su escaño -y su sueldo- como eurodiputado independiente hasta 1994, cuando se vuelve a presentar esta vez como cabeza de lista de Foro.

Etapa de intervención en Europa del Este

Economista, neoliberal y europarlamentario: Eduard Punset tenía todas las características para colaborar en el desmantelamiento de las infraestructuras socialistas de los países de Europa del Este tras la caída del Muro de Berlín. Y así fue, como presidente de la delegación del Parlamento Europeo en polonia, su «sede» estuvo en Varsovia, pero su influencia alcanzó a todos. Esos países satélites de la Unión Soviética se vieron sometidos a una violenta penetración de agentes, políticos y asesores neoliberales ávidos de capitalizar aquellos grandes mercados. De la noche a la mañana, Punset y sus colaboradores desguazaron a lo bruto todo lo que sonara a «social»: sistema de educación pública, sistema sanitario universal, compañías estatales de ferrocarriles, de telefonía, las compañías eléctricas, las subvenciones alimentarias, subsidios a los combustibles y a la energía doméstica y un sinfín más. Gracias a «asesores» como Punset todo pasó de ser un servicio social a un mercado capitalista. Además de la cifra todavía no exacta de personas muertas que dejaron de recibir asistencia sanitaria -que nunca fue óptima, pero diez veces mejor de lo que hay ahora- y muchos otros servicios básicos y gratuitos, un elevado índice de mortalidad infantil, el descenso repentino de la esperanza y la calidad de vida, la potenciación de una ya creciente corrupción y el nacimiento del reino de las mafias, Polonia y los países vecinos le deben a Eduard Punset, al FMI, al Banco Mundial y a la Iglesia Católica la terrible desigualdad social existente hoy entre sus ciudadanos, la bajísima tasa de productividad de su sector primario (ahora fuente de empleo precario para el 15% de su población activa) o la deuda externa adquirida luego de «sanear» empresas estatales para venderlas al mejor postor, y crear las condiciones para que el país fuese rentable al FMI. Diez años después del «trabajo» de Punset, en el año 2000 Polonia tenía una deuda externa estimada en 44.000 millones de dólares. En 2009 la deuda externa ascendía a más de 243.000 millones de dólares, y sigue subiendo. Misión cumplida.

«Haz lo que yo diga, pero no lo que yo haga»

Últimamente Punset es aguerrido valedor de aquellos que claman contra los sueldos vitalicios de la clase política, sus privilegios y su gusto por el poder y la poltrona. Él difunde continuamente el valor de la ética y la moral en todos los aspectos de la vida como método para ser felices. Pues bien, habría que destacar que Eduard Punset, cuando abandona el CDS en 1991 siendo eurodiputado por dicho partido, pasa totalmente de la ética y de la moral, conservando su escaño -y su sueldo- de eurodiputado como independiente hasta las elecciones europeas de 1994. Eso sí, a estas nuevas elecciones se presenta con su pantomima «Foro», integrado en CDS -con la incongruencia de que ese partido no le servía para él, pero sí para su propia formación-, aunque el resultado es desastroso y se queda sin poltrona, y sin sueldo. Como ese «partidito» sólo era una patraña creada para poder seguir al frente de su acta de eurodiputado, lo disuelve en 1995 y se retira de la política.

Sorpresas que da la vida (empresarial)

Un tipo con el currículum de Eduard Punset tiene que tener espacio en las grandes corporaciones. Así es de tal manera que tuvo un sueldo como asesor de la Fundación COTEC, organización creada en torno a la Corona de España, que aglutina a su alrededor a una Torre de Babel de los mundos aristrocrático, político y empresarial, tanto nacional como extranjero. Empresas como el banco BBVA, Telefónica, Vodafone, Repsol, Endesa, IBM, Iberdrola, ACS, Fundación Focus-Abengoa (con la cual Punset colabora a menudo) y muchas otras «cortan el bacalao» en dicha organización. También fue profesor consejero de la Escuela Superior de Administración y Dirección de Empresas (ESADE), centro académico privado de élite cuyo patronato está regido por la Compañía de Jesús, no en vano este centro es filial de la cristiana y católica Universidad Ramón Llull, de donde salieron y salen los grandes empresarios que han hecho de este país uno de los más punteros en Europa en temas como eficiencia y sostenibilidad del modelo productivo. Eduard Punset también ha sido Presidente del Instituto Tecnológico Bull, multinacional que se dedica al negocio de las nuevas tecnologías en sectores tan dispares como defensa, sanidad, transportes o energía. Otro de sus empleos fue como profesor de Innovación y Tecnología en el antiguo Instituto de Empresa (hoy denominado IE Business School) que pertenece a la IE University, universidad privada perteneciente a su vez a la Institución Internacional S.E.K.. Dicho Instituto de Empresa fue -por algo- declarado el mejor del mundo por el diario Wall Street Journal, el mismo cuya propietaria, News Corp. de Rupert Murdoch tiene como miembro de su Consejo de Administración a José María Aznar. También Punset fue presidente de la hidroeléctrica catalana Enher, desempeñó varios cargos financieros en el Banco Hispanoamericano y fue coordinador del Plan Estratégico para la Sociedad de la Información en Cataluña, trabajando hoy en día como profesor de Ciencia, Tecnología y Sociedad en la Facultad de Economía del Instituto Químico de Sarriá (perteneciente también a la anteriormente mencionada Universidad Ramón Llull), es director y presentador del programa de divulgación científica Redes, director de la revista «Redes para la Ciencia», presidente de la productora audiovisual Smartplanet y miembro de los Consejos de Administración de Sol Meliá y Telvent

¿Qué es Telvent?

Telecom Ventures (Telvent) es una filial de la corporación española Abengoa, y es la cabecera de los negocios de esta multinacional en tecnologías de la información, estando especializada en productos, servicios y soluciones integradas destinados a los sectores de la energía, el transporte, el medio ambiente y las administraciones públicas. Telvent, que cotiza en el NASDAQ, facturó 177 millones de euros en el primer trimestre de 2009.

Esta multinacional para la que trabaja Eduard Punset se vio involucrada en un desastroso accidente mientras disfrutaba del expolio de los recursos de Venezuela a comienzos de los años noventa, en lo que se denominó como Tragedia de Las Tejerías. La Compañía Anónima Nacional Teléfonos de Venezuela (CANTV), la principal empresa nacional de telecomunicaciones venezolana, había sido privatizada en 1991 por el gobierno neoliberal de Carlos Andrés Pérez, y sus nuevos propietarios -AT&T y Telefónica- contrataron a Abengoa para dotar las atrasadas infraestructuras de CANTV de una moderna red de fibra óptica. La ruta más «económica» que Telefónica y AT&T decidieron para el tendido de dicha línea era una que circulaba paralela a la Autopista Regional del Centro, que por razones geológicas era nudo de comunicaciones de otros ductos de agua, electricidad y gas, propiedad este último de Corpoven, filial de la por entonces también empresa privada Petróleos de Venezuela S.A. Al mismo tiempo en que se iban a realizar los trabajos de perforación de Abengoa, otra empresa privada llamada Proteca (filial contratista del Ministerio de Transporte y Comunicaciones) estaba trabajando en las inmediaciones, provocando enormes retenciones de tráfico en ese tramo de la Autopista, a tan sólo 60 km del centro de Caracas. La coordinación e información entre todas estas empresas falló estrepitosamente, y en la mañana del martes 28 de septiembre de 1993, a las 07:30 de la mañana, una excavadora de Abengoa perforó accidentalmente un tramo del gasoducto de Corpoven, provocando una terrible explosión en cadena, seguido de un incendio con llamas de más de 50 metros de altura que duró casi todo el día, y envolvió la autopista causando la muerte de 42 personas. Todavía hoy, la única indemnizada ha sido PDVSA, a la que Abengoa tuvo que pagar 14 millones de euros.

Abengoa y la Guerra del Agua en Bolivia

Pero no todo se queda en eso. Abengoa tuvo un papel más protagonista todavía en la tristemente famosa «Guerra del Agua» que se desató en Cochabamba (Bolivia) en el año 2000. Muchos de los créditos que los gobiernos bolivianos de los años noventa solicitaron al FMI, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo iban sujetos a cláusulas como la que exigía la privatización obligatoria de la empresa municipal de suministro de agua (extracción, conducción, almacenamiento y comercialización) de la ciudad de Cochabamba, la tercera más poblada del país andino. La empresa a la que se le adjudicó este servicio público fue «Aguas del Tunari» (por entonces los socios mayoritarios eran con el 55% la estadounidense Bechtel & Edison, y con el 25% Abengoa). La táctica del FMI para Cochabamba dispuso que aquellos contratos de privatización del agua irían acompañados de condiciones como que, una vez privatizado dicho servicio, las nuevas tarifas deberían subir inmediatamente para todos los usuarios un 35% -los más desfavorecidos pagaron incluso un 45% más- y fueron ajustadas al curso del dólar estadounidense, además de dirigir el coste de nuevas instalaciones a los usuarios y otras medidas similares. Entre semejante subida de precio y su pago en dólares, se hizo evidente un enorme y repentino descenso del poder adquisitivo de la mayoría de la población de Cochabamba, endémicamente situada bajo el umbral de la pobreza. Al mismo tiempo, el gobierno de la ciudad puso en marcha una nueva ordenanza municipal según la cual quedaba expresamente prohibida, bajo pena de sanción económica, la recogida de agua natural de la lluvia, ni su obtención por cualquier otra forma de cooperativización del recurso natural, como venían haciendo los bolivianos ya desde tiempos de la civilización Inca, y que permitían el acceso al agua de forma equitativa a todos los ciudadanos.

Bajo estas condiciones de opresión neocolonial extrema, el conflicto no tardó en estallar: ante la insostenible situación social, las protestas y las huelgas, el ex-dictador y por entonces presidente de Bolivia Hugo Bánzer ordenó el Estado de Sitio en Cochabamba y envió a la policía a reprimir a la población. Tras terribles disturbios, con un saldo de al menos un muerto, casi doscientos heridos y el colapso de la ciudad, el gobierno se vio obligado a rescindir el contrato adjudicado a «Aguas del Tunari». Un año después, en 2001, la corporación Bechtel, como socio mayoritario de «Aguas del Tunari», y conjuntamente con Abengoa, demandó al gobierno boliviano por incumplimiento del contrato y reclamando una indemnización de 25 millones de dólares. En 2006 Bechtel retiró su demanda por inconsistente, pero adivinad ¿quién sigue reclamando los 25 millones de dólares? Por supuesto, Abengoa y Eduard Punset. Se estima que Abengoa invirtió unos 375.000 dólares en «Aguas del Tunari», pero reclama 25 millones de dólares en daños y perjuicios a un país que tiene una deuda externa cifrada en casi 5.000 millones de dólares. Deberíamos saber que, para el Gobierno de Evo Morales, esos 25 millones de dólares suponen el sueldo anual de 3.000 doctores rurales graduados en La Habana, o el salario por un año de 12.000 maestros de escuela pública. Pero eso no le interesa a las empresas para las cuales Eduard Punset trabaja orgullosamente como consejero delegado.

Seamos felices

Es la máxima absoluta y final de las parrafadas de Punset: tratemos de ser felices. Todo su pensamiento y filosofía se quedan en eso. No estaría mal si todo a nuestro alrededor fuese de color de rosa. Escuchándole, parece que nos quejamos por nada. Y quizá sea cierto si nos comparamos con todos aquellos a los que este señor ha jodido -y jode- por todo el mundo. Porque, seamos sinceros, Eduard Punset tiene su porción de responsabilidad sobre todos esos muertos que lo fueron a causa de las hambrunas evitables en Haití desde los años ´70 hasta hoy en día, igual que tiene una buena parte de culpa en todas las penurias y miserias que sobrevinieron a los países del Este de Europa con su gran trabajo de implantación salvaje de su neoliberalismo más atroz, o la que se le puede atribuir de su actual desempeño en multinacionales que estrangulan a las naciones pobres y bloquean sin escrúpulos toda posibilidad de desarrollo. Pero todo esto no sería tan repulsivamente asqueroso si Punset fuese un Madoff, un Bush o un Aznar cualquiera: lo peor de todo es que, a ojos de don Pueblo, este señor sigue dibujándose como un ancianito venerable, filósofo, filántropo y adorable. Podemos seguir adorándolo cada vez que se ponga a decir sandeces por televisión, podemos ser felices, podemos ser hipócritas… pero nunca llegaremos al nivel de Eduard Punset

[P.D.: Por cierto, me acabo de enterar de que Abengoa fue una de las empresas extranjeras que más se benefició de los contratos con el gobierno de Gadafi, en Libia. Me gustaría buscar alguna entrevista de Punset hablando mal de él, o alguna de las entradas de su blog donde sataniza a este tipo de líderes políticos. Seguro que la encuentro.]

[P.P.D.: La encontré. Dice Punset: «Lo ocurrido en Libia es un vestigio de otra época y por eso ha herido la sensibilidad del pueblo llano; aquello no tiene nada que ver con el mundo de ahora, es el simple y triste reflejo de vestigios del pasado, del empeño con el que los que tenían algo defendían lo que consideraban suyo frente a los que no tenían nada.» Aquí os dejo el enlace esta entrada de su blog, titulada Tanto monta, monta tanto, la empatía como la sed.

Fuente: http://ideasteluricas.blogspot.com/2011/06/desenmascarando-eduard-punset.html

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Eduard Punset, ¿divulgador o divagador?

Hace tiempo, una persona a la que aprecio mucho me regaló el libro de Eduard Punset titulado «El viaje al amor». Y a las 15 ó 20 hojas leídas tuve que dejar de leerlo. Me pareció un discurso político. Espeso, confuso, demasiado seguro de lo que decía. Incluso mal escrito. Desde entonces está guardado en un cajón y no he vuelto a interesarme por Punset.

Pero recientemente alguien me pasó un enlace a una colección que va a presentar junto a un periódico, donde respondía a ciertas preguntas de lectores. Y eso hizo que este post fuera inevitable.

La primera empieza así:

Pregunta: ¿Por qué recomendaría leer los libros de la colección ‘Claves de la Ciencia’ que ofrece El Mundo desde el próximo domingo? ¿Están escritos para cualquier lector o hay que tener conocimientos previos sobre la ciencia?

Respuesta: A veces olvidamos la presencia inusitada del pensamiento natural en la vida cotidiana, quiero decir que, en la confrontación amorosa entre el pensamiento dogmático y el científico, la colección es un gran paso adelante. Hay muy pocos ejemplos de grandes eventos de divulgación científica, y esta colección justamente ha tomado en consideración la necesidad de conciliar entretenimiento y conocimiento.

¿Cómo te quedas? ¿Podrías explicar ahora con tus propias palabras qué significa la respuesta a tan claras y sencillas preguntas? Es decir, ¿por qué leer la colección y a qué publico va destinada? A partir de ahí plantéate si tu comprensión lectora es inferior a la de un niño de primaria o es que, realmente, Eduard Punset no ha respondido en absoluto a la pregunta.

Ésa es la tónica de Eduard Punset en toda su obra. La divagación, el ejercicio pseudoliterario gratuito, las contradicciones. Todas las cualidades opuestas a la ciencia y su divulgación.

Punset, abogado y economista, de profesión político

Creo que la gente no tiene ni idea de quién es Eduard Punset. Y, cuando se lo cuentas, no le interesa. Es más, le da exactamente igual.

Eduard Punset no es ni ha sido jamás científico, ni nada remotamente parecido. Es abogado, economista y se ha dedicado toda su vida a la política como profesión. Fue consejero de economía de la Generalitat y eurodiputado, entre otros. Ha pasado por los partidos políticos UCD, CiU, CDS y creo el suyo propio.

Cierto día, ya bien entrado en edad y con su carrera política cuasi-finalizada, decidió dedicarse a la divulgación científica. Cual nuevo hobby de alguien que se acaba de jubilar. Su trayectoria previa y sus influencias políticas explican cómo un abogado y economista ha conseguido convertirse en el divulgador por excelencia del país. También lo explica que nuestro país sea España, por supuesto.

No hace falta ser un lumbreras para descubrir que a Punset lo que le gusta es hablar y opinar, no divulgar ciencia. Por ejemplo, los expertos en biología molecular apenas saben cómo funciona el cerebro. Siquiera dónde reside la memoria ni cómo se transforma la memoria a corto plazo a memoria a largo plazo. Y todavía se sigue estimulando con electrodos diferentes zonas del cerebro para ver qué funciones desempeñan, porque ni se sabe con certeza, ni parece que sea exactamente igual en todas las personas.

Pero Punset habla con toda tranquilidad y bajo la completa complicidad de toda la comunidad científica que permanece callada en la sombra por miedo a decir las cosas claras (típico de nuestro país), de en qué consiste y dónde reside el amor o la felicidad. De la interconexión del cerebro con máquinas, o incluso de su transplante y reprogramación, como vi en uno de sus programas una vez hace años.

 Punset cree que sentarse al lado de un científico y hablar con él te convierte a ti también en científico, como ocurre en la política. Que la ciencia se contagia, como las influencias. Es entre ridículo y vomitivo escuchar cómo Punset habla en plural, con cierto aire elitista, en algunas de sus entrevistas con científicos de prestigio, atreviéndose a decir «¿qué le decimos a la gente?». Es curioso también, cómo se sitúa él como protagonista y utiliza al científico para confirmar lo que quiere decir, llegando a hablar más rato él que el entrevistado. Pero, ¿a quién le extraña? Punset es un político.

 Punset como líder de masas

Pero, tras esa cara de viejecito entrañable, se esconde un imperio mediático dirigido por un político versado en letras que, me atrevería a decir, se sirve de la ignorancia general de la gente e incluso de sus miserias, sus ilusiones y sus problemas personales para captar la atención de las masas.

Es por eso que siempre habla de los temas universales: la felicidad y de amor, temas tradicionales de la filosofía o las artes y jamás de la ciencia. Es por eso que ha empezado a introducir temas de dudoso rigor científico, pero que gustan y atraen la atención de la gente: energía, chi y telequinesis. Es por eso que ha entrevistado a Uri Geller.

Es por eso que la ciencia siempre ha tratado sobre lo que se puede medir, cuantificar y verificar, pero Punset siempre habla sobre todo lo contrario. Es por eso que la ciencia se ha basado siempre en el escepticismo y Punset espera credulidad y fe ciega de su público.

Y es por eso también que su fundación ofrece apoyo psicológico online. Éste es el tipo de divulgación que ofrece recientemente Punset y el tipo de preguntas a las que pretende dar respuesta:

«Mi pareja y yo tuvimos un negocio que fracasó. Ahora trabajo a tiempo parcial, y me siento sola, sin ánimos. Y lo que hace mi pareja tiende a irritarme, no me siento comprendida, ni valorada, ni apoyada en mis necesidades.»

La hija de Punset es psicóloga y está empezando a aparecer en los medios. ¿Casualidad?

Punset quiere erigirse como un líder mediático, un gurú, una persona admirada por masas incondicionales. Punset dará lo que las masas piden mientras siga recibiendo protagonismo, tiempo y, por supuesto, dinero. No le importará que le llamen Eduard, Eduardo o Edward. Pero, nuevamente, ¿a quién le extraña? Punset es un político.

Es por eso que Punset dice: El amor es el sentimiento más antiguo del mundo. «Tiene 3.000 millones de años y surgió en el momento en el que una bacteria se preguntó si había alguien más ahí porque no podía sobrevivir sola». Y la gente responde: «Este hombre no solo tiene conocimientos, sino la capacidad de transmitirlos (cosa de la que muchos grandes genios carecen). Yo por lo menos, hable de lo que hable me quedo siempre embobado escuchándole.»

Es una respuesta muy ilustrativa del tipo de gente que sigue a Punset. Gente que cree que una persona de letras dedicada a la política metida por hobby a la divulgación al final de su carrera tiene conocimientos científicos. También, que da igual de lo que hable porque siempre es interesante.

Me pregunto qué hubiera pasado si hubiese sido un chaval quien hubiera hablado sobre la fecha de nacimiento del amor y los sentimientos entre bacterias. Cualquiera lo hubiera mandado a paseo. Claro que, si lo dice Punset, la cosa cambia. Es decir, el mensaje y su validez cambian en función de quién lo pronuncia. Cuando lo dice el neófito es una cursilada, un delirio. Cuando es el gurú quien lo pronuncia, toma validez y hasta suena bien. Todo lo contrario a la ciencia, que siempre busca la verdad y a la que poco importa su mensajero. ¿Desde cuándo el protagonista del cuento es el cuentacuentos?

Punset como reflejo de nosotros mismos

Me hace gracia cuando la gente dice que Punset es un buen divulgador. Yo, con mi formación científica, mis más de diez años leyendo divulgación (entre otras muchas cosas) y mis otros tantos escribiendo ciencia y no ciencia en español e inglés soy incapaz de entenderlo. Punset es el único divulgador que me ha hecho no terminar un libro, tirar una revista.
Con Punset pasa lo mismo que con el cuadro pintado por niños de dos años en la feria de Arte Contemporáneo. Nadie se atreve a decir que Punset es un especulador por miedo. Ni siquiera a preguntar, por temor a parecer ignorante.

Cuando no entendamos algo, preguntémoslo y no pensemos que los tontos somos nosotros. Si preguntamos a Punset por qué recordamos unas cosas y otras no, y dónde las almacena el cerebro, y Punset nos responde hablando sobre el comportamiento de las hormigas de Tanzania o sobre la sensación de soledad que experimentó la primera vez que vio una noche estrellada, digámosle que es un divagador, que no tiene ni idea y que vive del cuento. Y, sobre todo, que no ha respondido a nuestra pregunta. ¿Qué tipo de divulgación es esa?

Si Punset suelta una verborrea infumable, digámosle que escribe mal. Si Punset dice una palabra que no conocemos, busquémosla en el diccionario. A la gente le sorprenderá la cantidad de palabras que Punset se inventa palabras hacerse el erudito. Sí. Punset lo hace.

Digámosle a Punset que no somos tan ignorantes como pretende. Dígamosle que aprenda a escribir, a utilizar el idioma con precisión. Cualquiera que haya escrito ciencia sabe lo duro que es. La ciencia debe ser clara, directa, eliminar todo lo superfluo y acercarse al lector. ¿Realmente hace eso Punset? ¿No pretende acaso que sea el lector el que se acerque a él?

Pero lo más criticable y menos perdonable de Punset: Punset utiliza la palabra «ciencia» para respaldarse, de manera que todo lo que dice sea incuestionable. Punset utiliza la palabra «sabemos» con una frivolidad pasmosa. Con una seguridad que roza la fe. Él mismo se autodenomina divulgador científico, jamás se muestra escéptico, crítico y riguroso, y se lucra y promociona, en muy buena parte, a costa del erario público.

Punset no es más que el reflejo de lo que triunfa en nuestro país.

Opiniones acerca de  Punset

Muchos científicos callan, pero otros no. En la red pueden encontrarse escritos muy bien redactados y razonado sobre por qué Punset es mal, por no decir pésimo, divulgador. También por qué no se le deben perdonar ciertas cosas, por muy anciano que sea y pintas de buenazo con que se venda.

Se puede divulgar ciencia de manera entretenida, pero no todo lo entretenido es divulgación científica.

Aunque hay más, he aquí dos de los que me han parecido sencillamente sobresalientes:

  1. Un comentario en el libro «La razón estrangulada«, páginas 421-423, a partir del último párrafo que comienza con «Punset jamás ha ejercido la ciencia». Por cierto, uno de los mejores libros que he leído en los últimos años. Duro pero necesario.
  2. El genial post «Punset y los problemas de la divulgación«.

Un par de extractos de los respectivos enlaces:

  1. Punset, además, tiene un inconveniente añadidod que aviva el declive de la ciencia: la opinión pública lo toma como serio. o, al menos, más serio que Iker Jiménez o J. J. Benítez, ambos licenciados en ciencias de la información. La formación en ciencias naturales de los tres es similar. ¿Por qué Punset lo iba a hacer mejor? Pero parte de la sociedad pone una barrera a lo que puedan contarle Jiménez o Benítez. Esa barrera no existe con Punset, que puede deslizar más fácilmente pensamientos anticientíficos. El hecho de que incluya declaraciones de científicos no tiene que implicar que el contenido sea científico. Una verdad a meedias o mal traducida es la peor de las mentiras. ¿Es consciente Punset de su daño a la ciencia? Posiblemente, no. Al contrario: creerá que está haciendo un trabajo loable. La osadía del ignorante siempre ha sido muy grande.
  2. Un tema que encuentro especialmente preocupante en el universo punsetiano y que es lo contrario de la buena divulgación científica es su pasión por convencer, por ser admirado. Antes que buscar la verdad aún a costa del rechazo de cierta parte del público, como hace cualquier periodista, la actitud es más cercana a la de la estrella mediática, el cantante, el actor, el tertuliano de televisión, para el cual todo es sacrificable en aras del aplauso y cuya obligación es tratar de quedar bien con todo el público, gustar a toda costa. Y en esa búsqueda por ser admirado, existe un hilo en su accionar público que sugiere que su contacto con la ciencia y con los científicos le ha aportado una sabiduría trascendental que lo distingue y le faculta para decirle a los demás qué deben hacer, qué deben pensar, no para tener mejores datos, sino para ser felices, para alcanzar la satisfacción personal, con un lenguaje propio de los libros más lamentables, obvios y bobalicones de la autoayuda.

Por supuesto que buena parte de culpa la tiene la comunidad científica, ya lo dice el Elías en su libro. Pero no olvidemos que todo el mundo trabaja por dinero. Y a los científicos nunca les ha sido fácil conseguir dinero. Dejo la pregunta en el aire ¿a quién le es más fácil conseguir financiación y apoyo en los medios?, ¿a un científico al que recortan los proyectos de investigación cada año, o a un exconsejero de economía de la Generalitat y eurodiputado?

Enlaces de interés

Como aportación positiva, algunos enlaces de dos de las personas que considero los mejores divulgadores científicos recientes, cada uno a su manera.

Carl Sagan. Aparte de su famoso libro «Cosmos», también realizó una serie de televisión. Antigua pero igual de vigente y por cierto con una nueva edición en DVD a precio ridículo. Divulgación de la mejor especie. He aquí un ejemplo de un capítulo acerca del origen de la vida, la evolución y la selección natural. Algo que apuesto a que muchísima gente desconoce y es más maravilloso que la punsetada más extravagante.

James Randi. Un antiguo ilusionista que ahora se dedica a poner a prueba y desacreditar a embaucadores de todo tipo. Tiene vídeos sencillamente excepcionales. En éste se resume el tipo de trabajo que realiza. En éste pone a prueba el movimiento de objetos con la mente bajo condiciones controladas. En éste otro explica cómo funciona la homeopatía.

Richard Dawkins. Biólogo, autor del libro «el gen egoista» y de varios documentales cortos (disponibles en youtube) acerca del daño que hace la fe, la religión y el pensamiento irracional. Esos documentales son sencillamente sobresalientes. Aparte de «los enemigos de la razón» hay muchos más, y muy interesantes.

Eduardo Punset

Fuente: http://betawriting.blogspot.com/2011/01/eduard-punset-divulgador-o-divagador.html

379 comentarios en “Desenmascarando a Eduard Punset

  1. filosofandoo

    Desde la primera vez que vi a Punset, ya intuía que era un charlatán lacayo del sistema norteamericana. Para corroborar eso compre su libro, la verdad que ni termine de leer porqué son de muy bajo intelectual. De filosofo no tiene nada, ya que desde la filosofía verdadera, sus argumentos caen como castillo de naipes, ……… pero en fin, ya no me interesa Punset.

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  2. valis

    Punset no es un cientifico, y parece saber muy poco de ciencia. Eso explica su mas que criticada cobertura e incluso admiracion, por charlatanes como Uri Geller, Chopra, Emoto, acupuntores, misticos cuanticos, putifericos poderes extrasensoriales y demas fauna bocachancla. Espera…., de donde me suenan esas chorradas…?

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  3. samu

    Estaba leyendo un libro de punset y me parece infumable, de va de un tema a otro, tengo que usar el diccionario en repetidas ocasiones para el vocabulario (no soy analfabeto precisamente, tengo 24 años y leo desde pequeño) lo cual no entiendo si quiere llegar a la clase no científica. El libro no tiene mucho hilo no coherencia, si sigue así cuando lo termine, lo reciclo. Algo me daba mala espina y encontré este blog….. Gracias

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  4. racbcn

    Gracias por este texto, has puesto voz a lo que muchos de los cientificos de este pais pensamos, con todo respeto hacia su persona. Al menos yo, q no soporto encontrarme sus libros llenos de habladurias y pseudociencia y verborrea al lado de walter lewin o de stephen hawking… en fin.
    PD Siento no poner acentos, la tablet no me lo permite, le tendra cariño al sr Punset

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  5. Me atrevo, dèspues de leer este este escrito que por dèmas esta bien documentado, que todo este recorrido de Punset, solo es posible si de tras de el hay manos muy poderosas, de esas que intervienen paises.

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  6. pablo

    La primera vez que escuche hablar a esta persona por television , sobre ciencia lo primero que pensé fue, este hombre no ha pisado una facultad de ciencias en su vida. Y así fue entre en internet a ver su currículum y ohh q sorpresa que es de letras. La gente de ciencias es súper objetiva hablando y escueta para intentar hacer entender a la gente lo que es complicado. Este señor parece hablar de metafísica o filosofía con vagos fundamentos e hipótesis muy pobres. No comprendo como tiene tanta repercusión.

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  7. Rafael

    Hace 2 años, una amiga, que entonces tenía 39, soltera arquitecta y agradable , sensible y empatica, conoció a punset en el aeropuerto, vuelo Madrid palma. Entablaron conversación rápido, punset fue muy agradable y locuaz. Al terminar la conversación le dio su email y teléfono para q la llamara en palma y quedar. Mi amiga quedo muy sorprendida de todas las confianzas q se tomo, ya q ella no le dio pie. Intentaba comprender qué estaba intentando este simpático abuelito!. Esto es una muestra del carácter astuto, atrevido y ambicioso que se esconde tras la dulzura de la mascara. Comparen y verán q cuadra con su vida!!!!

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  8. «El que alguien o algo tenga un gran prestigio no significa que sea justificado ni tampoco debe hacernos olvidar que hombres con una gran reputación fueron artífices y principales protagonistas de grandes desastres» Luis Racionero en Ética para Alicia.

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  9. Francisco

    Dentro de mi ignorancia en el mundo de la ciencia, este artículo me parece totalmente increíble, lo bien explicado que esta el canibalismo de las personas por conquistar la fama y el poder, y a su vez como este personaje, por no llamarlo de otra manera,quiere controlar con sus palabras científicas al ciudadano de a pie,, me parece un artículo excepcional,,,, intentaré que todos mis allegados lo lean y conozcan la cara oculta de este señor, un saludo y enhorabuena por el artículo

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  10. Ana de Calle

    Me parece que el autor de este «perfecto» artículo destila una envidia que sale en cada renglón, en cada párrafo… Ha elegido un título especial y sólo pretende llamar la atención. Punset es un personaje conocido y se ve que se ha informado para manejar su historia. Cuando seas capaz de llegar a ser como él hablaremos…

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  11. Totalmente de acuerdo en todo lo que se dice sobre la falta de rigor científico de Punset, y me alegra encontrar un artículo en que se le desenmascare con tanto rigor y propiedad. Pero una advertencia sobre Richard Dawkins: con ser un gran científico y divulgador en su campo, sus ensayos no dejan de estar empapados de un fundamentalismo que desluce lo que quiere defender. No es nada científico ser talibán de las propias ideas, y ponerse a sentar cátedra en campos que no son los propios. Lo verdaderamente científico es exponer hipótesis que puedan ser sometidas a revisión y contrastadas, y a veces a Dawkins se le va la mano en vender su propia ideología personal como ciencia. Por lo demás, un biólogo brillante.

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  12. Francisco

    Cómo se puede se tan envidioso y rastrero para escribir un artículo así que parece todas todas, un informe de un servicio secreto de las cloacas más inmundas o de los más bajos instintos humanos? Sólo la ENVIDIA, LA IRA Y LA SOBERBIA pueden ser las inspiradoras de tanto trabajo para difamar a una persona normal que va por la vida con absoluta normalidad y afabilidad, sin hacer daño a nadie, como si parece pretender el autor de esta nauseabundo artículo.

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    1. Yo creo desde hace unos años que este tipo es un oportunista o engaña- bobos. Pero acepto cualquier opinión diferente al respecto.A mi no me ha gustado nunca por su falta de rigor y además porque sus libros me parecen absolutamente malos libros que no dicen nada que no sepamos ya.Ha encontrado una forma de ganar dinero fácil engatusardo a ingenuos con libros con unos títulos muy sugestivos que parecen invitar a mejorar tu vida etc. No creo que la lectura de ningún libro suyo haya mejorado la vida de nadie.Con que uno se lea EL PRINCIPITO aprende más de la vida que todos los libros juntos de este señor. Pero bueno es mi opinión.

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  13. Ramon

    No sé si todo lo que se afirma del protagonimso de Punset durante su etapa de político neoliberal puro y duro es exacto ya que era más bien un «mandado» de organismos como el FMI, el Banco Mundial o de empresas como Abengoa. Sin Punset esos organsmos y empresas hubieran conseguido los mismos resultados. Pero como cienífico al que Punset ha entrevistado en Redes sí que puedo afirmar rotundamente que es un «divagador» que no sabe absolutamente nada de ciencia ni, obviamente, de como divulgarla. Me sentí muy molesto cuando se apropió de conceptos científicos que me había sonsacado a micro cerrado antes de la entrevista y durante la entrevista los soltó como si se le acabaran de ocurrir a él. También fue insoportable el uso del plural (dando a entender que él también era científico) y que hablara el doble que yo. El sumum del atrevimiento, fruto de su ignorancia de la ciencia, es cuando afirma: «no está demostrado que yo me vaya a morir» (sic). Me parece fantástico que se desenmascare a este «divagador científico». Enhorabuena por el artículo.

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  14. Carlos

    Supongo que una crítica tan global (el principal crimen es ser comunista de joven y sonroja ver como se le acusa de todos los delitos de Telvent por haber trabajado ahí) es una estrategia de desprestigio hacia la impresentable de su hija. Lamentable en su conjunto.

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  15. Llevo tiempo viendo capítulos de Redes como tantos otros documentales de Ciencia. Agradezco mucho toda la información que das, porque es muy interesante, sobre todo para aquellas personas que cometen el error (suyo siempre, nunca del comunicador) de idolatrar a un personaje o sobrevalorarlo, o hacer presunciones acerca de quién es en vez de documentarse -algo de hecho bastante poco científico también-).

    Soy de las que cree al cien por cien en la responsabilidad personal, algo en lo que Punset coincide también conmigo. Yo la primera vez que vi a Punset y me gustó su programa, fui a Wikipedia y supe muchas de las principales cosas que dices, y a partir de ahí, siempre pensé que es un gran entrevistador que ha sabido (probablemente con favores y contactos, no te digo yo que no) llegar a gente con talento para llevarlos a la sociedad. Su labor de divulgar la Ciencia es indiscutible. Yo la aprecio (esta labor) especialmente esta semana, dado que tuve la mala suerte de toparme con un documental (entre comillas) mal titulado «De Aristóteles a Hawking» en la que un tipo hacía creer al espectador ignorante que estaba hablando de Ciencia. Nuestro país necesita aumentar su sentido crítico, su sed de aprendizaje y su curiosidad, y estas tres cosas las promueve totalmente Punset. No se trata de quién es él, ni de lo que dice, sino sobre todo de lo que invita a hacer al espectador, que creo que es siempre el responsable de cómo se toma las cosas, qué libros compra y qué documentales ve. También es responsable de leer solo un tipo de libros, periódicos… o documentales… o nutrirse de muchas y variadas fuentes. En la era de la información no tiene sentido responsabilizar a nadie de lo que sabemos y pensamos.

    En cuanto a las atrocidades que haya podido consciente o inconscientemente provocar Punset con sus intervenciones políticas y sus cargos, no seré yo quien lo juzgue, porque probablemente por muy documentado que esté tu estudio (apuesto a que lo está), la realidad es compleja y llena de matices, y sería un simplismo acusarle.

    No te voy a negar, es cierto, que su respuesta sobre el libro es bastante ambigua. En cuanto a ese libro del amor, confieso que no me inspira mucho Punset hablando del amor. No lo vemos de la misma forma, y es que en general me quedo más con el Punset entusiasta que pregunta a los sabios, que con esa idea del abuelo sabio que proponías al principio. Para sabios, mi abuelo. 😉

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  16. diego

    A- A+
    31/5/2015

    El Colegio Oficial de Psicología de Galicia entregó ayer su máximo galardón al economista, abogado y político catalán Eduard Punset. La presidenta del Colegio de Psicólogos, María Rosa Álvarez, señaló en la entrega del galardón en el Hostal dos Reis Católicos de Santiago que “Punset sitúa las emociones como elemento central en el desarrollo psicosocial de los niños y niñas, un aspecto tan descuidado de los currículos educacionales formales”. Álvarez lamentó que los aspectos emocionales estén “tan olvidados en las relaciones laborales y económicas” y observó que se trata de “aspectos cruciales para el bienestar y la eficacia profesional”. Punset recibió el galardón Eros e Psique. Por su parte, Punset agradeció el premio y alabó el desarrollo de los últimos años de la investigación científica para el conocimiento más profundo de las emociones humanas, las conexiones cerebrales o cuestiones interdisciplinares. Punset dijo que “en Galicia no ha habido tantos” galardones como este que premian “la conjunción de la ciencia y de la cultura popular”. En ese sentido, dijo que el premio del Colegio de Psicólogos gallegos es para él “muy meditado y muy querido”.

    DIGO: Me encanta Punset y me encantan sus documentales. Aprendo mucho con el. Si se equivoca, creo que es porque es ser humano. son muy duros con el . Lo de la pseudociencia no es un problema. Es parte de una cultura mundial, que también es bueno conocerla.
    Creo que veo mucha crítica desde el odio, la bronca y la envidia, y creo que no es para tanto. Hay que ser más comprensivos. Los documentales me parecen muy interesantes. Después de todo solo invita a gente que hable de lo que entiende y eso no me parece ser nada malo. Si alguien tiene pruebas de que haya realizado algo realmente que esté fuera de la ley, que presente su denuncia en los organismos correspondientes o contacte a algún fiscal para que lo haga.

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  17. Patripi

    Lo siento, Santos Renda, pero no tiene razón. Hace mucho tiempo que se admitió plenamente el superlativo «pobrísimo». Consulte las obras de la RAE. En opinión es mejor que insultar.

    Por cierto, buen artículo.

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  18. En principio he de aclarar, que he leído detenidamente este artículo y desconozco quien es el autor del mismo (al menos a mí me ha resultado imposible encontrar quién suscribe tal compendio de infamias). Así pues, ante todo y en honor a la verdad, agradecería a quien se ha tomado la molestia de desacreditar a esta persona que dé la cara, ponga su foto y escriba en negrita su nombre (más o menos, de la misma forma que lo ha hecho con el personaje que nos ocupa); así creo, que estaría en igualdad de condiciones y quizás algunos de sus argumentos podrían considerarse a la hora de realizar un juicio personal sobre el asunto.
    Lo contrario me parecería sospecho y sin ninguna duda refutable.

    Antes he hablado de argumentos pero en realidad lo que destila todo este artículo son argucias, carentes de todo rigor científico y de derecho (en el que la presunción de inocencia sencillamente queda soslayada); hasta podría extraerse la conclusión de que nos encontramos ante un auténtico monstruo; y es que aquí, se habla de cosas muy graves, incluso punibles me atrevería a afirmar desde un punto de vista legal; sobre todo, cuando se afirma sin ningún tipo de reserva la responsabilidad de E.P. en los muertos de Haití, etc.
    Es como si a alguien que ve a una anciana entrar en la iglesia se le ocurre asegurar que esa persona tuvo algo que ver con la ejecución de Juana de Arco, simplemente es una deducción subjetiva. Así está desarrollado conceptualmente todo el artículo; ¿acaso el autor puede conocer cual fue exactamente la opinión o la actitud de E.P. en el seno de estas organizaciones? No ¿acaso E.P. ha negado en algún momento su pertenencia a estas organizaciones o partidos políticos? No ¿acaso se aporta alguna prueba o hecho contundente que permita acusar sin ningún resquicio de duda la influencia o participación activa de plena conciencia, en algún asunto reprobable como miembro de estas organizaciones? No
    Resulta muy fácil juzgar los acontecimientos pasados cuando ya han ocurrido, pero a priori cuando tan solo eres un individuo (por mucha consciencia o responsabilidad de la que dispongas), si te encuentras subordinado a un sistema geopolítico en el que se toman decisiones al margen de tus convicciones, las cosas cambian … Con este párrafo, no pretendo justificar nada en absoluto, tan solo deseo manifestar una realidad que nos afecta a todos por igual, en la que de alguna manera todos estamos implicados; y por tanto, todos en función del grado de consciencia o responsabilidad que nos atañe podemos tener la parte de culpa que nos corresponda.

    Desenmascarar quiere decir descubrir a un farsante o a un mentiroso.

    Hoy por hoy mi opinión es, y me reservo el derecho a cambiarla si se aportan nuevas pruebas al respecto, que Eduard Punset es un ser humano como los demás; con sus limitaciones y sus miserias, pero por supuesto también con sus virtudes; personalmente me inclino por sus virtudes, las que están a la vista, las que son incuestionables porque caen por su propio peso; las de un hombre apasionado de su trabajo y que admira a quién tiene el privilegio de entrevistar; en una palabra las de una persona íntegra.
    Reconozco que su discurso, en ocasiones pueda estar impregnado de un toque filosófico, trascendental, a veces artístico e incluso descabellado, y qué …
    Lo vuelvo a repetir por si alguien no lo ha entendido, y qué …
    ¿ Qué hay que decir al respecto ? ¿ Es que acaso no es digno de respeto por ello ? ¿ Es que ser político es sinónimo de sin vergüenza o resulta incompatible con ejercitar otras áreas sociales ?
    Entre otros muchos defectos este artículo preñado de rabia, envidia y falta de humildad, no aporta absolutamente nada; excepto para los buitres habidos de carroña, para los que cualquier despojo de pensamiento propio de un majadero es más que suficiente.

    No pretendo sentar cátedra, pero quien desee rigor científico que se ponga a estudiar en una Facultad de Ciencias, pero que no encienda el televisor; quién siquiera desee entender la relatividad general de Einstein que se prepare, porque no son conceptos asequibles a quien no disponga de una mínima formación académica; como en este y en otros muchos campos – a la mayoría, en un acto de fe – no nos queda más remedio que quedarnos en la superficie o con un cuento más o menos plausible de los que más saben.

    Finalmente, de desenmascarar «nada de nada», más bien la máscara la lleva el que no suscribe lo que denuncia. Lo lamento, por el crédito que pueda merecer este blogg a tantos miles de personas y en honor a ellas, y de cuantas han apoyado o dado soporte al presente artículo, he de decir que: informar es una cosa, acusar o denunciar es otra, y opinar es otra muy diferente.
    Por eso y aunque a algunos les resulte incongruente, declaro tan válidas mis opiniones como las que apoyan o comentan favorablemente este artículo.

    Un afectuoso saludo a todos los que os atrevéis a manifestaros desde la dignidad de saber que existe la posibilidad de no estar en lo cierto.

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    1. El autor del texto es Miguel Celades, un poco más abajo tienes una ventana que dice: Facebook del autor, si la pinchas te lleva al perfil. Tampoco tu discurso me parece exento de soberbia y pretensión. Claro que es la opinión de alguien a quien le dignifica opinar sabiendo que puede no estar en lo cierto (cómo fue eso?)

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      1. Gracias por el piropo Marina, soberbia y pretensión aderezada con algo de humildad creo que son atributos que me podrían definir con bastante acierto. Tan solo desearía aclarar que Miguel Celades no es el autor del artículo, él tan solo lo ha publicado y por ello al final del mismo cita la Fuente: http://betawriting.blogspot.com/2011/01/eduard-punset-divulgador-o-divagador.html
        El problema, al menos para mí, radica en que este enlace nos remite a un perfecto desconocido: https://www.blogger.com/profile/03653230137998260294 … ???
        En cambio, creo que Miguel es una persona bastante reputada a la par que asequible y que sabe realizar muy bien su trabajo, le respeto sumamente; por lo demás, tan solo intuyo que quizás su única pretensión fuera suscitar el debate pues un investigador a veces necesita sembrar vientos para recoger, si no tempestades, «verdades» …
        Por todo ello, por el momento yo insisto: contra el fuego, fuego !!!
        La calma que tuviera que venir, si ha de venir, que sea a cara descubierta, fuera máscaras, fuera sombras; luz y taquígrafo para los acusados pero también para los acusadores, fiscales y abogados; que juzgue quien permanezca en silencio; quien no, en tanto y en cuanto no exista dictamen, que se posicione y argumente si lo desea; es de humanos errar, pero de bellacos es: tirar la piedra y esconder la mano.

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          1. Por supuesto se trata de una sugerencia, en ningún caso de una imposición; me refiero a que – y vuelvo a insistir sobre el particular – que una cosa es opinar, otra es creer o suponer (sin aportar pruebas, que es el caso del artículo que nos ocupa), y algo muy distinto es afirmar o denunciar rotundamente unos hechos (para lo cual, hay que aportar pruebas contundentes e infalibles, esto es susceptibles de ser comprobadas por terceros).
            Lo que vengo a de decir, es algo muy simple: para juzgar a alguien previamente es imprescindible aportar las pruebas incriminatorias pertinentes; esa es mi opinión.
            Sobre si E.P. es o no culpable de algo yo no lo sé, que lo manifieste él si le da la gana y si no mi máximo respeto ya que a palabras necias oídos sordos. No obstante, y para cerrar el asunto, considero que yo en su lugar habría interpuesto algún tipo de demanda contra esta publicación y por otra parte que proyectar, publicar o hacer difusión de algo semejante en un blogg como este me parece a todas luces una táctica poco seria si lo que se pretende no es otra cosa que desacreditar a un personaje público, Eduard Punset en nuestro caso.
            Quizás Miguel Celades disponga de mayor información al respecto …

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            1. Eso te iba a decir, que nadie parece muy interesado en revelar la fuente.
              En cualquier caso, sigo sin ver nada denunciable en el articulo. Los datos que expone son simplemente los lugares en los que ha trabajado este señor, y luego, saca sus conclusiones y te invita a que hagas lo mismo. Por cierto, entre las opiniones hay bastantes que coinciden con el articulo, incluso alguna de quién le ha conocido o ha sido entrevistado por él. Más saludos.

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              1. aaron

                Si yo también le conozco, me entrevistó y ademas salvó un tren de descarrilar con una sola mano…. aqui no puedes averiguar quien miente y quien no…si que puedo que en este pais habla la.gente que tiene que decir cosas negativas o malas experiencias, ni quien quedo encantado con un trabajo o servicio por ejemplo, si culpamos ha alguien por haber trabajo en empresas de ese calibre, podemos.culpar a cualquier consumidor o trabajador de.primera linea de empresas cono nike, adidas, apple… sigo? A mas alto cargo mas responsabilidad ya lo se pero dudo mucho que todos hubiesemos sabido el.desenlace de haiti despues de un tratado de comercio….he leido un conentario que hablaba que en la vida real hay matices y la.noticia y opinion del articulo no los da, solo coje fragmentos de su vida para decir como es punset…no es real.

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  19. Tania

    Piense:»autor debe ser un científico»
    Y aquí esta:
    Yo, con mi formación científica….bla,bla,bla
    Este articulo lleno de veneno de un «científico» malvado,
    tratando limpiar su lengua sucia.
    Me pregunto:
    ¿Porque todas estamos enfermos?-Por científicos y los farmacéuticos!!!
    ¿ de donde salen todas los viruses, no son de laboratorios?
    ¿Todas las armas incluyendo psicotrónicas?¿ no son de «científicos?
    ¡¡USTEDES » científicos» ha destruido la tierra!!!
    mejor , SIERRA TU BOCOTA; BASURA°!!!

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    1. aaron

      De los cientificos no sale nada, no inventan, descubren lo que la vida puede dar, crear , destruir, no culpes a los cientificos de lo malo, sino de todo lo nuevo, asi que , dales las gracias, odialos, amalos, pero me da a mi que tu prefieres a la iglesia

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  20. Sólo comentar que es fácil ver quien ha tenido padrinos en este mundo y quien no. En este país no existe el sueño americano, porque todos sabemos que lo que hay. Nadie llega a tener un programa en TV sólo con el sudor de su frente. A partir de ahí, tantos gustos como colores, y si no podemos ver la «TV Rosa» que ahí no hace falta ni padrino ni conocimiento, es mas, si eres un desconocido sin padrinos y no tienes conocimiento mejor; asi puedes dar más espectáculo sin manchar la reputación de la familia.

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  21. Pingback: Gente infame: Eduard Punset, el “tecnólogo buenrrollista” pro dominación corporativa | cybermedios.org

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